El principio del fin

El 'Black Friday' de este año (¿tan difícil es decir 'Viernes Negro'?) marcará un antes y un después en la historia del comercio regional. No hay más que ver el trasiego de furgonetas de reparto por las calles de nuestros 45 municipios para darnos cuenta de que se ha impuesto una forma de consumir que no dará marcha atrás. Mientras tanto, las tiendas de barrio languidecen bajo la losa del coronavirus. El triunfo de los 'marketplaces' va a ser absoluto.

Y se veía venir desde hacía años. Pero a los pequeños comerciantes solo les obsesionaban mantener las limitaciones horarias y festivos, así como poner obstáculos a la implantación de grandes superficies. Podían haberse unido y crear versiones locales de Amazon o Aliexpress. Pero no lo hicieron. Ahora tratan de subirse al carro cuando el tren ya ha partido de su estación. Es como si un estudiante de Bellas Artes tratara de exponer su obra en una galería para pintores consagrados. Es el principio del fin para el comercio minorista y, por ende, para la vida social de los centros urbanos. Bienvenidos a 'Suburbia', la forma de vida que se generalizará en los próximos años, basada en urbanizaciones periféricas y pueblos revitalizados por el 5G, el teletrabajo y el comercio electrónico. Inevitable.