La Princesa Leonor volará en el Pilatus y compartirá camareta con alumnas de la AGA

«No se encontrará una Academia muy diferente, salvo en el aspecto aeronáutico», explican fuentes de la AGA. Nada está aún planificado para la estancia de la Princesa en la base casi centenaria junto al Mar Menor, pero lo más probable es que tenga que cursar un plan adaptado, igual que su padre y su abuelo.

Lo que es casi seguro es que la Princesa tendrá que hacer frente a un programa concentrado de formación aeronáutica para, en un solo año, pilotar un avión militar. Mientras que los alumnos de la AGA se sientan por primera vez a los mandos de una aeronave en el tercer curso, en lo que en el argot militar llaman la 'suelta', Leonor lo tendrá que hacer en pocos meses. Como ventaja tendrá ya a su servicio el sistema de enseñanza avanzado suizo, que incluye cinco simuladores en tierra, que reproducen con exactitud milimétrica un vuelo real.

Cuenta el teniente coronel Pablo Meroño en su libro 'La aviación y el Mar Menor' que Alfonso XII fue el primer monarca en incorporarse a las filas de los ejércitos, pero el Rey emérito Juan Carlos se convirtió en el primer príncipe piloto cuando en 1958 se incorporó a la 11ª promoción de la Academia General del Aire.

Felipe VI hizo su primer vuelo en una Mentor, como su padre, aunque después voló en un C-101 Mirlo. Su padre le concedió, por haber superado sus estudios en San Javier con un exigente programa, la Cruz del Mérito Aeronáutico. Un reto similar le espera a la Princesa de Asturias, que actualmente se encuentra en el UXC Atlantic College de Gales finalizando los estudios de Bachillerato.

Será difícil que el plan incluya las asignaturas de Ingeniería de Organización Industrial, que sí tienen que superar los alumnos del Centro Universitario de la Defensa (CUD) de San Javier. De lo que no se librará la heredera de la Corona es de las cinco formaciones básicas de la AGA: una estricta formación aeronáutica para convertirse en piloto del Ejército del Aire; la enseñanza técnica, que incluirá conocimientos de gestión, liderazgo y demás asignaturas del plan académico concentrado diseñado exclusivamente para ella; la preparación física; la transmisión de los valores del Ejército, como el compañerismo, el servicio a la patria y el trabajo en equipo; y la práctica militar, desde el uso de armas y el entrenamiento de tiro hasta las marchas con su promoción.

Otros aspectos han cambiado desde la estancia de su padre, y mucho más desde que su abuelo pasó por la base murciana, sobre todo en cuanto a la presencia femenina en el Ejército, aunque las mujeres aún suponen tan solo el 10% del alumnado de la escuela de formación de oficiales del Aire. La entrada de alumnas en el recinto donde durante décadas solo estudiaban hombres supuso un cambio en las instalaciones para adaptarlas a la nueva situación. De hecho, la Princesa Leonor compartirá camareta con una o varias alumnas. O quizás habiliten una estancia en exclusiva para la heredera al trono. Todo está aún por decidir.