El alcalde de Aledo, un voluntario sin bastón de mando frente al volcán

Abrumado por las noticias sobre la isla de La Palma y el desastre del volcán, el alcalde de Aledo, Javier Andreo, también conocido por ser el heredero artístico del malogrado trovero Tío Juan Rita, decidió hace unas semanas liarse la manta a la cabeza y, sin contar con nadie, viajar por su cuenta a Canarias para ejercer de voluntario.

Su periplo y destino le hizo llegar hasta el pueblo de Los Llanos de Aridane, en donde durante diez días trabajó como voluntario. Así, compartió su vida y ayudó de forma anónima a los vecinos. «A nadie le dije que era alcalde de un pueblo de Murcia, incluso coincidí con políticos de toda índole, pero solo me presentaba como un voluntario más, espero que no les siente mal si se enteran de que soy un alcalde peninsular», matizó el primer edil aledano de Cs.

«He conocido gente maravillosa que en momentos difíciles y sin conocerse entre ellos se ponían a trabajar unidos, quitando ceniza o repartiendo alimentos, ropa o colchones», añade. En este viaje de voluntariado, pagado íntegramente de su bolsillo, dormía en un colchón del pabellón donde desempeñó su labor de ayudar. Lo que más le impresionó era la gente mayor, aquellos que habían perdido sus hogares, «sus hijos vivían en otras islas y se sienten solos y abrumados», apunta.

Recuerda que muchos afectados «están con una mano delante y otra detrás». También a su regreso se encontró con la sorpresa de ver en marcha una campaña de apoyo económico y social en su pueblo, promovida por Cáritas. Andreo no se considera mejor que nadie por esta acción, solo buscaba aportar un pequeño grano de arena. «Estoy seguro de que mucha gente, si pudiera, iría», concluye.

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