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El santuario ibérico se halla en un profundo abrigo compuesto por cuatro cavidades contiguas, las dos intermedias, en la distancia, tienen semejanza con una nariz. Ayto Moratalla

El santuario de La Nariz de Moratalla logra su protección cuatro años después

La declaración también abarca un poblado prehistórico de la Edad del Bronce localizado en la cima del cerro, en la Umbría de Salchite

Jueves, 9 de noviembre 2023

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El Consejo de Gobierno aprobó ayer la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de zona arqueológica, del santuario ibérico de la Nariz, en la Umbría de Salchite (Moratalla). La resolución llega cuatro años después de que el arqueólogo José Ángel Ocharan solicitara la protección. El expediente de catalogación también incluye un poblado prehistórico tradicionalmente encuadrado en la Edad del Bronce que se localiza en la cumbre del mismo cerro, y que todavía sigue pendiente de estudio.

El santuario ibérico de la Nariz, un abrigo que acogía libaciones y ofrendas en honor a una deidad, fue dado a conocer por el profesor Pedro Lillo en 1981, pero su excavación no llegó hasta el año 2011, de la mano del equipo de Ocharan. En la Región, es uno de los escasos yacimientos de estas características que se han documentado con detalle. Especialmente significativo resultó el hallazgo de un fragmento cerámico pintado que muestra una figura femenina, sacerdotisa o diosa, sobre cuya lectura iconográfica e interpretación se ha centrado la mayor parte del debate hasta ahora. Este enigmático resto, conocido como la 'diosa de Salchite', se ha convertido en la pieza más estudiada del Museo Arqueológico de Murcia, donde se custodia.

Según el expediente aprobado a propuesta de la Consejería de Cultura, el santuario ibérico se halla en un profundo abrigo orientado al suroeste compuesto por cuatro cavidades contiguas, las dos intermedias de menores proporciones pero más profundas, las cuales, en la distancia, tienen semejanza con unas fosas nasales, aspecto por el que recibe el nombre de La Nariz.

Ofrendas a una deidad

Ocharan destaca que el yacimiento, que alcanzó su esplendor entre los siglos III y II antes de Cristo, era un lugar mágico relacionado «con ritos de paso [de la niñez a la edad adulta], de agradecimiento por favores concedidos o para solicitar protección cuando se iniciaba algún viaje». La roca de la entrada fue ligeramente tallada para permitir que durante el ocaso del solsticio de invierno los rayos del sol se colaran dentro del abrigo a fin de iluminar las piletas que, modeladas también por la mano del hombre, recogen el agua que aflora de la piedra en el interior de la cavidad.

Un equipo dirigido por el arqueólogo José Ángel Ocharan inicia una nueva campaña para avanzar en el estudio del yacimiento

El equipo de Ocharan prepara una nueva campaña en La Nariz con el fin de avanzar en el estudio del yacimiento. Los trabajos se centrarán en unos paramentos localizados en el acceso y en un túmulo que existe en la cima.

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