Uva de gran calidad marca la vendimia en Jumilla y Yecla, aunque merma la producción
El cambio climático y la sequía han obligado a recoger un mes antes las variedades Chardonnay, Verdejo y Cabernet Sauvignon
L. T. / A. S. / A. A.
JUMILLA / YECLA
Lunes, 23 de octubre 2017, 09:45
Los efectos de la sequía y del cambio climático han propiciado que las denominaciones de origen de Jumilla y Yecla hagan un balance similar sobre esta ultima vendimia: baja la producción, pero sube la calidad de los vinos. La merma en la campaña ha oscilado entre un 8% y un 25%.
El presidente del Consejo Regulador de la DOP Vinos de Jumilla, Pedro Lencina, resalta que «las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre ayudaron a que la uva madurase bien, por lo que las expectativas en cuanto a la calificación de la añada del vino será de buena o muy buena». De hecho, viendo la sequía que azota este año al campo murciano, Lencina admite que tanto agricultores como bodegueros, en cuanto al volumen de producción, «creíamos que íbamos a tener todavía una mayor merma». Al final, la bajada ha oscilado en Jumilla entre un 8% y un 15%. Para Pedro García, presidente de COAG en Jumilla, esta ha sido una campaña «excepcional por los sustos climatológicos que han tenido los agricultores».
A pesar de que el endurecimiento de las condiciones meteorológicas en la Región ha reducido la producción y eso preocupa al sector, lo cierto es que García comparte con Lencina la opinión de que «la calidad de los vinos será extraordinaria».
Bodegueros jumillanos afirman que la uva tiene «un equilibrio justo y con buena maduración» El precio pagado a los agricultores yeclanos ha subido respecto al año anterior más de un 15%
El gerente de Bodegas Alceño, Andrés Bastida, resalta por su parte que la uva ha llegado «muy sana» a la bodega y «con bastante maduración». La caída en la producción se compensa para Bastida con una mayor graduación de la uva. «Ha sido una campaña muy buena, con un equilibrio justo y con buena maduración. El equipo técnico de la bodega sabrá sacar lo mejor de la uva para elaborar el mejor vino», subraya con esperanza.
A pie de explotación, agricultores como Manuel Abellán se muestran aliviados por no haber sufrido este año los efectos del granizo, como en otras campañas. «Gracias a Dios no ha 'apedreado', ha habido un poco menos de uva, pero con una calidad muy buena. Y, aunque el precio no ha sido como otros años, en general todo ha estado muy bien, así que estamos contentos, con una calidad de ¡olé, olé y olé!».
«Eterna»
A treinta kilómetros de distancia, en Yecla, el sector afirma que ha sido una vendimia «eterna». La campaña de recogida de uva ha sido «una de las más largas» que recuerdan los agricultores veteranos de la localidad. La recogida comenzó durante los primeros días de agosto, y ha concluido a mediados del presente mes de octubre. Los productores asumen que el cambio climático «es un hecho». La industria vitivinícola de la comarca del Altiplano nota los efectos de este fenómeno en la prolongación de las campañas de la vendimia, «causada por el aumento de las temperaturas y que las estaciones no son tan marcadas como antes», reflexionan fuentes de la Denominación de Origen Yecla.
Esta situación ha obligado a que algunas variedades como Chardonnay, Verdejo o Cabernet Sauvignon, hayan tenido que recogerse casi un mes antes de lo previsto. Además, en esta campaña ha disminuido la recogida de lo que conforma la base de los vinos yeclanos: la variedad Monastrell, con un descenso de un 25% en Yecla respecto a las vendimias de los últimos años.
La Denominación de Origen Yecla lo achaca a que este año «se ha registrado un verano muy seco y un otoño también muy cálido». Pero, tal y como ha ocurrido en Jumilla, el producto que ha llegado a las bodegas yeclanas es una uva de gran calidad. «Presenta unas condiciones óptimas, seguramente las mejores desde hace muchos años», defiende con vehemencia el secretario de la Denominación de Origen Yecla y bodeguero, Antonio Candela.
Sistema de confusión sexual
En unas semanas se hará una calificación oficial de la añada de esta campaña. La buena salud de los racimos se ha debido a que no se han producido plagas. Sin embargo, a los agricultores y productores les sigue preocupando la denominada polilla del racimo (Lobesia botrana), que se está controlando en una amplia mayoría de los viñedos con el sistema biotecnológico de confusión sexual.
El intenso calor de los últimos meses ha dado el grado adecuado a la uva y las lluvias de finales de agosto ayudaron a mejorar la maduración. De las 4.830 hectáreas del término municipal dedicadas a este cultivo, las parcelas del consejo regulador han producido unos 12 millones de kilos de uva.
El hecho de que se haya reducido la cantidad de uva recogida ha provocado que el precio que se paga al agricultor mejore entre un 15% y un 20% respecto a la campaña anterior. Pero esta subida no contenta a las 417 agricultores que cultivan las cepas de la Denominación de Origen Yecla, que siguen reclamando «una mejora en esta materia». Unos, los agricultores, piden precios acordes a los costes, mientras que la otra cara del sector, los bodegueros, aseguran que una de las claves «es seguir vendiendo vino de calidad a un precio asequible al consumidor».