Al frente del relevo en el trovo

Siendo un jovenzuelo, Javier y un grupo de zagales del pueblo dedicaban su tiempo libre a cantar de casa en casa por afición. En Aledo, en la plaza de la Diputación, se celebra anualmente un encuentro de cuadrillas y para el del año 2000 estaba prevista la visita del también malogrado Patiñero. El Tío Juan se encontraba enfermo y su cuadrilla se hallaba ante el dilema de decidir con quién rivalizaría El Patiñero en el escenario. El encargado, en aquel momento, de la cuadrilla fue entonces en busca de Javi, sabedor de que aquel jovenzuelo que cantaba no lo hacía mal. Le propusieron subir al escenario, y él aceptó el reto. Andreo piensa que lo debió de hacer bien, ya que el propio Patiñero le dijo que de nuevo se verían las caras en el escenario unos días después, en el encuentro que se celebraría en Barranda.

Y así fue. En esa localidad caravaqueña Andreo se inició en el trovo junto al Tío Juan, emprendiendo su camino hacia el relevo generacional. Los viajes y actuaciones comenzaron en compañía y siempre iban juntos. El Tío Juan se agarraba de su brazo para poder caminar; contaba entonces con cerca de 90 años.

Aquella situación, de caminar e interpretar juntos, hizo que el respetable comenzara a murmurar que serían abuelo y nieto. Al principio, ambos lo desmentían pero dada la insistencia del público asumieron que eran abuelo y nieto, pero de forma artística, aunque el propio Javier reconoce que le ha querido tanto como a sus verdaderos abuelos.

Con una sonrisa en la cara, Andreo recuerda que cuando fue a comprarse un coche nuevo el Tío Juan se empeñó en que le tenía que pagar la mitad del vehículo, cosa que no aceptó, pero sí reconoce que en aquellos largos viajes se sinceraban muchísimo y se contaban sus cosas más íntimas, a pesar de la diferencia de edad.

El Auto de Reyes Magos y sus 'bombas' satíricas, la Noche en Vela, el encuentro de cuadrillas, la representación vecinal de La Pasión de Cristo y la Semana Santa son eventos culturales que atraen a cientos de personas hasta el precioso pueblo ubicado junto a Sierra Espuña y en los que Andreo cuenta con un papel importante. Lo mismo representa a San Juan Evangelista que canta en latín en Santa María La Real, escribe las 'bombas' del Auto de Reyes o toca la guitarra en el baile de pujas. De oficio funcionario municipal, hace unos años decidió entrar en política.

Asegura que es una persona muy comprometida con su pueblo. Le preocupaban asuntos como el envejecimiento de sus vecinos y la despoblación, y esto le llevó a ser candidato con Ciudadanos, con el propósito de «conseguir un mundo mejor». Políticas de pueblo de cara a cara y más cercana.

Consiguió la alcaldía y con ella busca conseguir un pueblo mejor. Pero sin olvidar el trovo. Siendo ya alcalde, y a la espera de mantener una reunión con el consejero de Universidades, envió a este una copla solicitando la premura de la reunión. Ahora, reconoce que desde muchas consejerías le dicen que las peticiones, trovando.

Sus retos políticos se basan en conseguir que los jóvenes puedan tener acceso a la vivienda, ya que casas en Aledo hay muchas, pero cerradas. No tener opciones de independizarse hace que los jóvenes se marchen y el ocio y la cultura se va con ellos, «que son el futuro», como bien reconoce el alcalde-trovero, Javier Andreo es el 'nieto artístico' de una leyenda llamada Juan Tudela Piernas. En su pueblo le llaman El Javi, pero en los municipios vecinos y dentro de los círculos musicales es 'el nieto', responsable del relevo generacional en el trovo de su tierra y sucesor de un mito.