Las ocho horas durante las que Villegas resistió
El consejero pidió perdón por la mañana, pero negó que fuese a dimitir; por la tarde no tuvo más remedio que anunciar su renuncia
Entre su primera comparecencia pasadas las 9.30 en la Asamblea Regional, en la que se negó a «huir» del cargo, y su renuncia entre ... lágrimas a las seis de la tarde, Manuel Villegas vivió ayer un auténtico calvario de ocho horas y media, con su nombre en boca de las tertulias televisivas y los políticos de toda España. Su salida estaba cantada desde la tarde anterior, cuando LA VERDAD desveló que se vacunó de la Covid la semana pasada junto a toda la cúpula directiva de su departamento, algo que el protocolo del Ministerio de Sanidad no contempla ni por activa ni por pasiva, por mucho que siga defendiendo lo contrario incluso después de haber puesto la dimisión encima de la mesa.
La presión fue tal durante la noche, con su compañera en el Consejo de Gobierno, Ana Martínez Vidal, pidiendo su dimisión, que el día amaneció con la certeza de que Villegas anunciaría su salida antes de las diez de la mañana, hora en la que estaba convocado un pleno en la Asamblea Regional del que le resultaba imposible salir vivo, políticamente hablando. Por eso, sus declaraciones a los medios a su llegada a la sede parlamentaria causaron estupor. Villegas pidió perdón, pero se enrocó en su defensa de que lo sucedido no supone incumplir el protocolo ni es éticamente cuestionable: ni en lo que respecta a su decisión personal de vacunarse ni en relación a la inmunización de 466 funcionarios no asistenciales en los edificios de oficinas de la Consejería y el SMS, cuando todavía no se ha terminado de administrar las primeras dosis en los hospitales.
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«Soy consciente de que puede haber personas que se hayan sentido ofendidas o decepcionadas, y quiero pedir disculpas desde el corazón a quienes interpretan de otra manera lo que se ha hecho», señaló. «Uno de los objetivos es vacunar a todo el personal del sistema sanitario, a todos sin dejar a nadie fuera; son esenciales, no sobra nadie y todos han aportado lo mejor en los momentos más difíciles, no ha habido ninguna voluntad de ocultar nada», insistió. Lo cierto es que la vacunación del consejero y el resto de altos cargos no se hizo pública hasta que LA VERDAD lo desveló. Muchos se preguntaban ayer por qué no se informó en su momento, si no suponía, según defiende Salud, irregularidad alguna.
«En mis documentos pone que soy médico, no político; como sanitario estoy en el grupo 3 de vacunación»
«Soy consciente de que puede haber personas que se hayan sentido ofendidas o decepcionadas, y quiero pedir disculpas desde el corazón»
«Son las semanas más duras de la pandemia, ahora hay que cerrar los puños y tirar para adelante, no huir»
«Uno de los objetivos es vacunar a todo el personal del sistema sanitario, a todos sin dejar a nadie fuera»
«Llegué al cargo sin experiencia política y con un horizonte corto; sin expectativas diferentes al trabajo»
Manuel Villegas
Cercado por las dudas
Villegas se vio sometido a un aluvión de preguntas durante la rueda de prensa, de las que salió todavía más dañado. Trató de justificar su vacunación porque es médico y, por tanto, personal sanitario. «¿Cómo sanitario estoy en el grupo 3 (otro personal de centros sanitarios)? Sí ¿Puedo estar en contacto con personas con Covid? Sí. En mis documentos pone que soy médico, no político», aseguró.
«Son las semanas más duras de la pandemia, ahora hay que cerrar los puños y tirar para adelante, y no buscar distorsionar o huir», concluyó, para confirmar que no tenía previsto presentar su dimisión. Después, en el Pleno, se afanó por explicar las medidas ante la tercera oleada, con los hospitales por completo desbordados, pero el escándalo político por la vacunación era una losa imposible de salvar.
Ana Martínez Vidal mantuvo implacable el pulso, y finalmente, a las seis de la tarde, Villegas reapareció acompañado por el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, en una comparecencia sin preguntas. Sin poder reprimir las lágrimas, el consejero confirmó su renuncia. Volvió a pedir perdón, aunque también a negar cualquier error. La decisión de vacunar en esta primera fase a todo aquel que guarda relación laboral con el SMS o la Consejería, incluyendo a los altos cargos que no ejercen como sanitarios en centros asistenciales, se tomó «desde el convencimiento de que no podíamos excluir a nadie», insistió. Admitió, eso sí, que esto «no ha sido así entendido por la sociedad, o por una parte de la sociedad».
La salida del consejero pone al director gerente del SMS, Asensio López, en el disparadero
En su adiós, el consejero reivindicó que llegó al cargo «sin experiencia política y con un horizonte corto», y «sin expectativas diferentes al trabajo y a impulsar nuestro sistema sanitario hacia lo que yo pensaba: la eficiencia, la agilización de los procesos asistenciales, la prevención, la alta resolución y las nuevas tecnologías». Villegas destacó que «había urgencia en poner en marcha las ofertas de empleo, los concursos para todos los mandos intermedios».
Más de 1.600 trabajadores de las áreas de salud estaban el lunes todavía pendientes de recibir la primera dosis
La pandemia se cruzó sin embargo en el camino, lo que «nos obligó a reenfocarnos, y se ha realizado un enorme esfuerzo en todo el sistema sanitario y por todo el sistema sanitario». Volvió a justificar, en ese sentido, las decisiones tomadas sobre la vacunación, porque «desde el soporte informático hasta la limpieza de las habitaciones, las compras, la contratación, la inspección, Salud Pública o farmacia», todos son importantes «frente a la pandemia».
La crisis sigue abierta
La salida de Villegas no cierra la crisis en la Consejería. Se mantienen las dudas sobre la vacunación de altos cargos sin relación directa con el trabajo asistencial. Salud señala que se ofrecieron dosis a todos los directivos, pero no informa de quiénes decidieron vacunarse porque se trata de «una información personal y confidencial». La vacunación del director general de Salud Pública, José Carlos Vicente, podría ser la más justificada, ya que el protocolo fija la administración de las dosis en esta primera fase al «personal sanitario de Salud Pública que trabaja en la gestión directa de la pandemia, en función del riesgo de exposición». Sin embargo, es el responsable directo de una campaña de inmunización que queda muy cuestionada. El propio Villegas admitió ayer que todavía no está claro cómo va a desarrollarse la próxima etapa, que implica la vacunación de grandes dependientes (unos 9.400). Los centros de día siguen esperando, mientras continúan las inyecciones masivas ya no solo a funcionarios no asistenciales -hmuchos de ellos en teletrabajo- sino a liberados sindicales o a cargos en colegios profesionales que no ejercen en centro sanitario alguno, como es el caso de Francisco Miralles, presidente del Colegio de Médicos.
El portavoz de la Consejería, Jaime Pérez, explicó en su día que la vacunación del grupo 2 (sanitarios de primera línea) y grupo 3 (otros trabajadores centros sanitarios) se haría de forma más o menos simultánea, al haber viales suficientes. Lo cierto es que el consejero, los altos cargos y cientos de trabajadores no asistenciales recibieron la inyección, la semana pasada, antes de que se completase el proceso en los centros de salud y hospitales. De hecho, el lunes aún quedaban 1.682 profesionales de las distintas áreas de salud pendientes de vacunación, además de 121 empleados de los servicios centrales. A 14.676 trabajadores del SMS ya se les había administrado la primera dosis.
Otros altos cargos
En cuanto al resto de la cúpula de la Consejería, medios como Vozpópuli y La Sexta informaron ayer de la vacunación de la directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano, María Teresa Martínez Ros, que es esposa de Villegas y cuyo despacho está en la calle Pinares, en un edificio de oficinas. La directiva no respondió a este periódico.
Pero si hay alguna salida cantada, más allá de que se produzca de manera inminente o quede diferida hasta que pase la tormenta de la tercera oleada, es la del director gerente del Servicio Murciano de Salud (SMS), Asensio López, cuya presencia en la Administración regional es cuestionada por muchos en el PP, al tratarse de un independiente sin sintonía alguna con el partido. Su continuidad ha estado siempre ligada a la presencia de Villegas. Para muchos habrá llegado el momento de sustituirlo por un perfil más afín. En la sede de Habitamia se instala ahora un periodo de interinidad en plena pandemia.
La titular de Educación guarda cuarentena
La consejera de Educación y Cultura, Esperanza Moreno, se encuentra en cuarentena desde el pasado miércoles después de haber tenido un contacto estrecho con un positivo durante una reunión de trabajo, según informaron fuentes de su departamento. La consejera se sometió después de tener conocimiento del contacto a una prueba PCR con resultado negativo, pero debe mantener la cuarentena de diez días, que cumple mañana viernes. Durante estos días, según fuentes de la Consejería, ha mantenido su actividad de forma telemática, y ha participado en las reuniones del Consejo de Gobierno y del Comité Covid. Además, se ha reunido con colectivos como Fampace y Pupa Clown entre otros. Varios sindicatos llevaban días denunciando que Moreno estaba «desaparecida», lo que le ha llevado a explicar su situación.
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