Estos son los nuevos conciertos en Bachillerato y FP en la Región de Murcia para el curso que viene

El concierto implica que la unidad está subvencionada, es decir, que aunque se trata de un centro privado, los padres no tienen que pagar. Sin embargo, en muchos colegios ocurre que funcionan más unidades de las concertadas, y en ese caso las familias deben pagar una parte.

Los colegios concertados –de titularidad privada, pero subvencionados con fondos públicos­– que recibirán asignación para subvencionar un aula de Bachillerato son: Miralmonte (Cartagena), que ya disponía de una y tendrá dos aulas concertadas; Colegio Magda de Ceutí, que tendrá un aula subvencionada por primera vez; Los Olivos, de Molina de Segura, que ya disponía de tres aulas concertadas y el próximo curso tendrá cuatro; Vistarreal (Molina de Segura), que tenía dos aulas y dispondrá de tres. Al colegio San Buenaventura (capuchinos, en Murcia) se le concede una unidad de las seis que pidió. El centro llevaba años demandando el concierto, pero hasta el momento no lo había logrado. También se han concedido unidades nuevas en los colegios La Flota (de Murcia) y Mirasierra (Torreagüera, Murcia).

Los polémicos conciertos para los cursos de Bachillerato fueron aprobados hace seis años por la Consejería de Educación, en contra de la opinión de los representantes de la escuela pública, que se echaron a la calle para mostrar su malestar, pero finalmente lograron el respaldo del TSJ. La mayoría de los centros educativos que podían aspirar a esas subvenciones porque cumplían con los requisitos marcados por la Consejería de Educación las lograron en las primeras convocatorias, y hacía años que no se autorizaban nuevas solicitudes. Las condiciones marcadas por la Administración regional solo permiten optar a los centros educativos más consolidados y con demanda, ya que tienen que impartir todos los niveles educativos, desde Infantil a Bachillerato, tenerlos en marcha desde 2016 y disponer de dos unidades de las etapas de Secundaria.

La propuesta de concesión de conciertos, que debe pasar aún por al visto bueno definitivo pero que será aprobada con toda probabilidad, contempla otras novedades. Los cambios son un fiel reflejo de las consecuencias que está teniendo la caída de la natalidad en las aulas de los colegios y los institutos de la Región: el próximo curso habrá ocho aulas menos de Primaria concertadas, y seis más en primero y segundo de la ESO, que son los cursos donde se concentran aún los picos de nacimientos previos a la crisis.

Los conciertos aumentan también en los grados medios y superiores de Formación Profesional. Los centros que imparten esta enseñanza dispondrán de quince aulas más que el curso pasado con subvención. Al contrario de lo que ocurre en Bachillerato, los centros que quieran solicitar el concierto para un título concreto de FP no están obligados a impartir previamente ese ciclo. Entre los centros que han logrado conciertos para sus ciclos de grado medio y superior de FP destacan el OPE de Archena, el centro ISEN, Cabezo FP, Miralmonte de Cartagena, Montepinar y La Flota.

Las patronales y centrales de los centros concertados defienden las nuevas subvenciones porque, insisten, dan respuesta al crecimiento vegetativo en las aulas y las demandas de las familias. «La Formación Profesional se está potenciando mucho y es una salida para los jóvenes. Antes de autorizar un concierto, se tiene muy en cuenta que no perjudique a ningún otro público de la zona», argumenta el presidente del sindicato FSIE, mayoritario en la enseñanza concertada, Federico Faus.

El presidente de Ucoerm, Juan Antonio Pedreño, considera que la concesión de nuevas unidades en Bachillerato debe medirse con mucho cuidado, y valora que los conciertos aprobados en enseñanzas obligatorias, Primaria y Secundaria, responden a las tendencias demográficas, con descensos en Primaria e incrementos en los primeros cursos de la ESO. La Consejería de Educación también argumenta que los nuevos conciertos responden en todo caso a las necesidades de escolarización.

La propuesta acordada por la comisión de conciertos, en la que participan centros, Administración, sindicatos y patronales, prevé el próximo curso además un aumento de aulas concertadas para clases de apoyo a los alumnos con necesidades educativas especiales y de compensatoria.