La nueva evaluación y las clases de refuerzo mantienen al alza los titulados en los institutos
Las altas tasas de éxito en Secundaria y Bachillerato, por encima del 84%, tendrán su efecto en la reducción del abandono escolar
La tasa de éxito académico de los alumnos murcianos logra mantenerse en cotas altas otro curso más. Tras dispararse los porcentajes de titulación y promoción ... de curso en todas las etapas educativas (Primaria, Secundaria y Bachillerato) hace un año, el curso que ahora termina ha conseguido conservar los buenos resultados en las aulas de los colegios e institutos, pero con ligeras variaciones.
Las nuevas normas para evaluar a los estudiantes, que permiten establecer un margen más amplio para lograr el título o pasar de curso con alguna materia suspensa, y los programas de refuerzo para aquellos que les cuesta lograr el aprobado, se han erigido como factores determinantes para explicar estos resultados. Por otro lado, la mano blanda que se estableció durante la pandemia como condición excepcional para no frenar el progreso de los alumnos ha dejado de valer en las sesiones de evaluación.
La actual ley educativa Lomloe ha condicionado el camino de la titulación y la promoción los dos últimos cursos al establecer nuevas reglas, y todo pese a que el Gobierno regional reguló en contra para aplicar un modelo más severo donde siguiera teniendo peso el número de asignaturas suspensas. En la ESO, el 84,79% de los estudiantes consiguieron superar la etapa este año, una cifra que se distancia en más de un punto a la última de 2023 y que se queda por encima de los datos previos a la crisis del coronavirus. Enseñanza obligatoria que hasta ahora ha sido la espina clavada en el sistema educativo regional por la alta tasa de personas que abandonan los estudios sin tener la ESO.
Los datos de titulados en Bachillerato es el punto negativo entre la inflación de buenas notas. Este año ha aumentado el número de estudiantes que no consiguen graduarse en la última etapa escolar, con casi un 15% de personas que repiten o bien abandonan sus posibilidades. Son 2,25 puntos menos que el año escolar anterior. Pese a ello, el porcentaje es positivo pues sigue muy por encima del dato de 2019, cuando no superaba el 80% de titulados. Algo similar le ha pasado a la promoción de los alumnos de primero de Bachiller (89,01%), cuya caída de dos puntos con respecto al curso pasado evidencia también el mismo escenario y, pese a ello, está en línea con los mejores resultados de los últimos años. Sólo uno de cada diez alumnos repite dicho curso en la Región.
La promoción en la ESO ha mejorado este curso recién finalizado, con porcentajes de media mejores que en años anteriores. Sorprende la recuperación del número de alumnos que pasan del primer curso, cifra (89,1%) que no se veía desde hace cinco años. El paso del colegio al instituto, a veces complicado y con repercusión en el expediente académico, parece que está dejando de ser la bestia negra. Otro curso clave, el de segundo a tercero de la ESO, también logra mantener un dato extraordinario: el 87% de los estudiantes promocionan y entran con ganas en la recta final de una etapa esencial de cara a los conocimientos básicos del mundo laboral. Al cumplir los 16 años, un alumno puede decidir si abandona o continúa en el instituto. De tercero a cuarto el dato es mayor, un 88,49% de aprobados.
Por último, los datos en Primaria han mejorado en todos los sentidos, tanto en promoción como titulación en sexto curso. Sólo el 2,68% de los alumnos no logran pasar a la ESO, porcentaje que se ha ido reduciendo los últimos años.
Lograr los objetivos
Los programas de refuerzo por las tardes y los proyectos en innovación educativa se han convertido en pilares esenciales del ataque más fuerte que los centros están llevando a cabo contra el abandono escolar temprano. «Se está haciendo un muy buen trabajo», asegura la presidenta de la Asociación de Directores de centros de Secundaria, Isabel Saturno, «cuando se invierte en estrategias como estas, se logra apoyar a los alumnos desfavorecidos» a nivel escolar.
El título o la promoción lo decide más ahora el grado de consecución de los objetivos y de las competencias de la etapa mostrados por el alumno, y no tanto el número de asignaturas suspensas. Esto se ha convertido en una herramienta de palanca que parece reducirá el problema del fracaso escolar. «Ese empuje que le damos a los alumnos» dejando que promocionen pese a poder tener alguna materia colgando «se convierte en una motivación extra para el siguiente curso». Pueden pasar sin tener todos los conocimientos adquiridos, pero sí las competencias, y pese a ello «compensa», asegura Saturno, porque «así atajamos la tentación de que abandonen» si finalmente repitiesen de curso.
El perfil del estudiante ha cambiado, y la directora del instituto Sanje de Alcantarilla cree que ha tenido mucho que ver también ese cambio en las normas de evaluación. La misma opinión guarda Antonio Pérez, director del instituto Francisco Cascales de Murcia: «Hay que confiar, se trata de conseguir que los alumnos titulen en la ESO. Hay estudiantes que a lo mejor no han adquirido los contenidos de manera notable, pero sí adquieren las competencias y los objetivos de la etapa».
En esta línea, Pérez pone énfasis en la importancia del refuerzo educativo en Matemáticas o Lengua, materias con más dificultad, pero también en Inglés con programas de intercambio, como llevan a cabo en su instituto. La mayor apuesta por la FP básica también es otro aliciente para que el estudiante no termine fuera del sistema educativo a tan corta edad.
Tasa de idoneidad
Desde la Consejería de Educación señalan la mejora en más de tres puntos de la tasa de idoneidad en ESO, que es la que mide el porcentaje de alumnos que están en el curso que le corresponde por edad. «Pasamos del 69,08% en el curso 2022/2023 al 72,09%, en el 2023/2024. Este dato es especialmente significativo porque serán los alumnos evaluados por PISA el próximo año». El Ejecutivo valora «positivamente» la mejora de los resultados en este último curso «porque significan que más estudiantes pueden continuar sus estudios y eso incide en la reducción del abandono educativo temprano».
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