Miles de personas reciben el Año Nuevo en la «fiesta de la libertad» de la 'rave' de Fuente Álamo

Miles de personas, 5.000, según la Guardia Civil, aparcaron durante el último fin de semana de 2023 y el primero de 2024 sus coches, furgonetas y caravanas en el circuito de velocidad de Fuente Álamo. Y, sin permiso, montaron tiendas de campaña, escenarios y puestos de venta de cervezas, tomates, quesos y camisetas. El recinto está alejado del casco urbano y rodeado de olivos y montañas. Los festeros accedieron a él en la tarde del sábado, tras romper el cerrojo de la puerta principal.

Ante el temor a que la afluencia aumentara y la celebración del año nuevo siguiera hasta el 7 de enero, la Guardia Civil activó este lunes a las ocho de la tarde un dispositivo especial. Varias patrullas vigilaron los accesos y cruces cercanos, para impedir más entradass. Y, según fuentes municipales, este martes agentes de la Benemérita y de la Policía Local pedirán a los asistentes que «abandonen» este recinto municipal. No ha trascendido quiénes son los organizadores de la macrofiesta.

Esta concentración ilegal es una especie de 'remix' de la 'rave' que el año pasado congregó a cerca de 15.000 personas en La Peza, Granada, y que este 2024 ha elegido una zona de secano para bailar, fumar y beber «sin molestar a nadie» ni obedecer normas de nadie. «Esta es la fiesta de la libertad», decía ayer un joven llegado desde Santa Pola, con acento refinado, que él considera que para nada desentona en un lugar donde predomina la estética 'ravers' y 'hippie' y donde da la impresión de que caben todos. Lo que más se ve es diversidad sexual, de idiomas y de culturas y muchas papeleras improvisadas y carteles indicando que hay que respetar la limpieza. Y esto es quizás lo que preocupa a los vecinos del circuito. «Habrá que ver cómo dejan todo esto cuando se vayan. Entonces sabremos si molestan», dice un residente en Fuente Álamo.

La propia Guardia Civil admitía por la mañana que el ambiente era «tranquilo». Daban fe de ello María y Juan Pedro, una pareja de vecinos, ya abuelos, que se acercaron para ver la que hay montada en las afueras de su municipio.

Aunque la edad media de los asistentes va de los 20 a los 30 años, Cama, de Barcelona, tiene 43 y está encantado con el paisaje seco de Fuente Álamo. Para él es un privilegio acampar en un sitio como éste y aquí pretende quedarse hasta el final de la fiesta, que muchos sitúan después de Reyes. Tiene su camión aparcado en buen sitio y dentro dispone de todas sus pertenencias. No se puede pagar un alquiler en Cataluña y por eso vive en el vehículo que se trajo a una 'rave' convocada por WhatsApp.

También por esa vía le llegó la invitación a un joven murciano de La Fama. Se la mandó un amigo de amigos que montaron la fiesta con todas las cautelas. La invitación se pasa por privado «porque en los grupos de 'ravers' siempre hay algún secreta oculto por ahí», dice. Llegado desde Algodonales, Cádiz, un motero de 33 años asegura que vino a Fuente Álamo en furgoneta con la moto dentro y trajo consigo hasta el butano para cocinar. Él va de 'rave' en 'rave' y asegura que en el circuito hay muchas caras conocidas de grandes fiestas multitudinarias que se celebran por toda Europa. Se enteró de esta en el circuito de Fuente Álamo mientras trabajaba en Francia y está dispuesto a recibir este 2024 sin que nadie le diga cómo tiene que vestir para entrar a un local. «Aquí no hay normas ni limitaciones» porque, aseguró, «todos saben lo que tienen que hacer».

Por los alrededores no había aún dispositivo policial y sí una hilera de coches, furgonetas y caravanas en la periferia de un recinto abarrotado. Sólo dentro se escuchaba la música, mucha música, mientras en el ambiente se respira un olor muy festivalero. Hay muchos escenarios improvisados con Dj dándolo todo desde el viernes por la noche, cuando llegaron los más madrugadores.

La Guardia Civil los detectó este domingo al mediodía. En el Ayuntamiento y en la Delegación del Gobierno la irrupción de esta «'rave' ilegal» ha causado «una enorme preocupación, por no saber cómo se puede actuar para detenerla».

Dentro del circuito de velocidad de Fuente Álamo, convertido en una especie de aparcamiento improvisado, hay desde mujeres con el pecho al descubierto luciendo 'body paint', hasta perros de todas las razas, incluso algunas peligrosas, sueltos y merodeando por un recinto con una logística que no parece espontánea. Prueba de ello son los escenarios, cada uno con una potencia y unos decibelios a prueba de 'rave'. Se echan de menos los aseos, sobre todo los femeninos, improvisados entre un muro y varios neumáticos o a cielo descubierto.

El buen tiempo, con mucho sol y temperaturas templadas en la localidad, sirvió ayer de altavoz a una macroacampada sin permisos que sigue atrayendo seguidores a través de WhatsApp. Sobre la una de la tarde, el ambiente ya estaba algo cargado y a más de uno empezó a molestarte la presencia de la prensa.

La 'rave' se celebra apenas un mes después de aprobado el nuevo decreto ley de medidas urgentes en materia de espectáculos públicos y actividades recreativas, que endurece las sanciones y el periodo de cierre de locales que organicen fiestas no autorizadas.

Se trata de una normativa aprobada por la Comunidad Autónma tras la tragedia de Atalayas, en Murcia. En ella murieron trece personas en los incendios de las discotecas Teatre y Fonda Milagros. Antes de la Nochevieja, el portavoz del Ejecutivo regional, Marcos Ortuño, aseguró que había cinco permisos a fiestas de fin de año y otras cinco solicitudes en estudio.

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