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López Miras saluda a varios de sus colaboradores tras salvar la moción de censura; le acompañan la vicepresidenta Isabel Franco, Pablo Casado y Teodoro García Egea. J. M. RODRÍGUEZ / AGM

López Miras queda en manos del grupo de Liarte hasta 2023

La moción de censura de Cs y PSOE fracasa por dos votos, pero deja una Asamblea dividida y crispada a dos años de elecciones

Viernes, 19 de marzo 2021, 03:01

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Ciudadanos y PSOE se quedaron a dos votos de frenar en seco la carrera política de Fernando López Miras y de desalojar al PP del Gobierno autonómico tras 26 años en San Esteban. La Asamblea Regional rechazó ayer la moción de censura conjunta de ambos partidos al no alcanzar la mayoría absoluta requerida por el reglamento de la Cámara autonómica, situada en 23 votos. Socialistas y liberales se quedaron finalmente en 21, con el apoyo de los dos diputados de Podemos. Como estaba previsto, el PP sumó a sus 16 escaños los tres que ocupan los consejeros tránsfugas de Ciudadanos, los tres de los diputados expulsados de Vox y el del parlamentario que sigue en la disciplina del partido de Santiago Abascal. Con la votación ya decidida, el presidente de la Cámara legislativa, Alberto Castillo, se abstuvo y Ciudadanos anunció que le pedirá explicaciones por ello. Su postura en el grupo parlamentario es clave para decantar la balanza del lado de los críticos o evitar que los oficialistas queden en minoría.

A la votación acudieron el presidente nacional del PP, Pablo Casado, y su secretario general, Teodoro García Egea. Además de apoyar a López Miras, escenificaron en Cartagena el inicio de su reconquista ideológica, su campaña para la reunificación del centroderecha español, que es el argumento al que se acogieron los tres expulsados de Vox para apoyar a los populares en este proceso con gran trascendencia en el tablero político nacional. De la fracasada moción de censura en Murcia salen elecciones anticipadas en la comunidad de Madrid y una cuestión de confianza al presidente popular de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Pero lo más trascendente es la descomposición de Ciudadanos como partido político con la dimisión de diputados, senadores y concejales en toda España y el paso de muchos de ellos al PP.

«Hemos ganado el debate moral. Cuando haya otro escándalo, los murcianos se acordarán de este día»

Ana Martínez Vidal. Candidata de Cs y PSOE

Pero los ex de Vox no solo buscan abrirse un horizonte de futuro bajo el paraguas del PP. En las negociaciones con García Egea y López Miras también lograron un compromiso para entrar en el Gobierno regional a final de mes. La diputada Mabel Campuzano es la elegida para dirigir la Consejería de Educación y Cultura, en sustitución de Esperanza Moreno. Se trata de una concesión relevante puesto que los expulsados de Vox mantienen como una de sus banderas ideológicas la implantación del 'pin parental'. A cambio, garantizan estabilidad al Ejecutivo hasta final de legislatura. Apoyarán la ley de Presupuestos, que pronto entrará en la Asamblea, y el cambio de la ley del Presidente, que permitirá a López Miras ser candidato en 2023.

«Llevamos limpiando el PP de corruptos seis años; y el PP lleva dos semanas quitándonos indeseables»

Juan José Molina. Cs

Vidal exige elecciones

En la segunda sesión del debate de la moción de censura, la candidata a la presidencia de la Comunidad de Cs y PSOE, Ana Martínez Vidal, defendió que dicha iniciativa era el «basta ya» y el «dique de contención» a las políticas «corruptas» del PP. Con todo decidido, reclamó a López Miras que convoque elecciones anticipadas «inmediatamente» y que sean los murcianos quienes tengan la última palabra.

Martínez Vidal admitió que el espectáculo de estos días ha sido «dantesco», aunque dio por bueno todo lo ocurrido pese a no lograr asaltar el poder: «Hemos ganado el debate moral. Cuando salga a la luz otro escándalo de corrupción, los murcianos se acordarán de este día y de lo que sus diputados pudieron evitar».

La realidad es que la moción deja fragmentado el tablero político regional, con siete 'grupos' de diputados en la Asamblea y un ambiente de gran crispación que influirá en la toma de decisiones inmediatas.

«Martínez Vidal se ha cargado Cs por sus ansias de poder, por un despacho y un coche oficial. Y con ella ha arrastrado al PSOE»

Joaquín Segado. PP

El líder socialista Diego Conesa contribuyó notablemente a esa polarización con sus acusaciones de compra a los tres diputados tránsfugas de Ciudadanos y, sobre todo, con sus insultos al consejero de Universidades, Francisco Álvarez, al que llamó «chorizo con coche oficial». Además, calificó a la consejera Valle Miguélez como «tránsfuga y corrupta» por traicionar a su partido y le advirtió de que estarán alerta sobre sus «variaciones patrimoniales». A López Miras le auguró que será abandonado por la vicepresidenta Isabel Franco, Miguélez y Álvarez «cuando vean sus sillones peligrar».

A pesar de perder la votación, Conesa defendió la apuesta conjunta por la «regeneración y estabilidad» y aseguró que salen con «la cabeza muy alta» al cumplir con una obligación.

«Son unos sinvergüenzas»

La tensión no solo llegó de la bandada socialista. El portavoz de Cs, Juan José Molina, volvió a llamar «sinvergüenzas» a sus excompañeros y, como Conesa, se ganó la reprimenda de Castillo. Molina denunció el incumplimiento del PP del pacto antitransfuguismo y en un intento a la desesperada por cambiar el sentido del voto de los expulsados de Vox apeló al honor de Juan José Liarte, practicante de artes marciales japonesas. Ni por esas lo consiguió.

«Llevamos, señores del PP, seis años limpiándoles el partido de corruptos. Y ustedes llevan dos semanas limpiándonos el partido de indeseables», insistió, dando por bueno lo ocurrido. Molina diferenció entre ganar «la batalla del poder» y la de la «dignidad y el respeto. Esto les va a salir más caro en votos que en consejerías»

En su turno, Liarte dijo que si la Región es objeto de «mofa y desprecio» no es por la imagen proyectada en la Asamblea sino por el abandono del Gobierno central en materia de infraestructuras, financiación y agua. El portavoz del Grupo Parlamentario Vox y líder de los expulsados de ese partido ratificó que la moción de censura servirá, por su parte, para darle estabilidad a la Región para lo que queda de legislatura.

Con tono constructivo elogiado por algunos de sus rivales políticos, Liarte llamó al hemiciclo a acabar con el «agrio enfrentamiento», no por «antiestético» sino por «inútil», y reclamó trabajar en la puesta en marcha de iniciativas contra la crisis.

La diputada de Podemos y portavoz del Grupo Mixto, María Marín, sí que lamentó todo lo ocurrido en la última semana y recordó a los tránsfugas de Cs, a Molina y a Martínez Vidal que pudieron desalojar al PP de San Esteban hace dos años, cuando el PSOE fue el partido más votado. Al PP también le afeó que utilice la pandemia como «clavo ardiendo» para agarrarse al poder, mientras hay asuntos importantes pendientes de solucionar. En cambio, en plena pandemia el Gobierno regional aprobó unos presupuestos autonómicos, López Miras se subió el sueldo y «se dedicó a fomentar la xenofobia» al apostar por una comisión de investigación parlamentaria sobre la llegada de pateras pero no quiso indagar sobre las muertes de ancianos en residencias.

Marín puso en su diana a Liarte, de quien dijo que esperaba «más elegancia de un samurái» y acusó de ponerse al nivel de los tránsfugas de Cs con su apoyo al PP. Marín enumeró una lista de asuntos pendientes y prioritarios para su partido.

Desde el PP, su portavoz, Joaquín Segado, lamentó la crisis política generada por una moción de censura abocada al fracaso y urdida desde Madrid para desgastar a un gobierno que, en su opinión, trabaja bien. Como era previsible, Segado abundó en el fracaso de la operación socialista con altos cargos implicados en ella, como el ministro José Luis Ábalos.

A Martínez Vidal le reprochó llevar a Ciudadanos a una profunda crisis solo por ambición: «Se ha cargado usted su partido por sus ansias de poder, por un despacho y un coche oficial. Y en esa ambición ha arrastrado a su socio, el PSOE, que cocinó en La Moncloa su ataque a la Región para instalar aquí una delegación de Pedro Sánchez».

La ley de Presupuestos llegará a la Asamblea tras la Semana Santa

Pasado el debate de la moción de censura, llegan los Presupuestos de 2021. La Asamblea retomará la próxima semana su actividad ordinaria, condicionada por el Viernes de Dolores, festivo en Cartagena y en varias localidades de la Región. También el nuevo Ejecutivo de López Miras retoma su trabajo con el proyecto de ley de Presupuestos como prioridad. Con el borrador avanzado, la previsión es que en los primeros días de abril el proyecto sea aprobado en Consejo de Gobierno y después llegue al Parlamento para una tramitación que durará aproximadamente cuarenta días. La nueva configuración del Consejo de Gobierno y el apoyo de los ex de Vox condicionará la agenda parlamentaria.

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