El IEO apunta hacia un nuevo «episodio de inestabilidad» en el Mar Menor
En su último informe científico, el Oceanográfico advierte de que llegó a registrar a finales de la semana pasada una brusca caída del oxígeno, con valores de anoxia, en la zona central de la laguna
El Instituto Español de Oceanografía, en su último informe semanal con datos sobre el estado del Mar Menor hasta el viernes pasado, apunta a que ... la laguna podría «estar experimentando un nuevo e incipiente episodio de inestabilidad, tras un largo periodo de aparente estabilidad». Las tendencias que describió el investigador del Centro Oceanográfico de Murcia, Juan Manuel Ruiz, a principios de la semana pasada continúan, con unos niveles de clorofila que preocupan y cuyo problema ya se ha extendido tanto a las dos cubetas como por la parte central del ecosistema.
Los niveles de este pigmento verde que refleja la mayor presencia en el ambiente marino de fitoplancton han pasado en dos años de tener entre 0,5 y 1 microgramo/litro a picos de cinco, sobre todo en zonas profundas. El IEO descarta que este escenario, donde también influyen las altas temperaturas del verano, se deba a la influencia «de algún tipo de vertido extraordinario que haya inducido este episodio». Por ello, consideran que la mayor presencia de fitoplancton «se debe principalmente a la elevada disponibilidad de nutrientes en el sistema, tanto de origen externo (aportes difusivos desde el acuífero) como interno (flujos desde el sedimento, remineralización, etc.)».
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Los niveles de oxígeno, comentan, han mantenido una estabilidad para esta época del año, tanto en superficie como en fondo, «aunque se empieza a observar una tendencia de descenso en la zona central y sur». Entre los días 24 y 25 de julio, subrayan desde el Oceanográfico, se registró un brusco descenso del oxígeno en la zona central de la laguna, que llegó a alcanzar «puntualmente valores de anoxia (< 2 mg/l), restableciéndose inmediatamente después a valores normales».
Las últimas lluvias, que dejaron importantes acumulados en los municipios ribereños del Mar Menor, no parecen haber causado un impacto positivo o negativo sobre la laguna, pero los expertos del IEO piden esperar porque no se pueden descartar nuevos cambios a lo largo de esta semana. Las temperaturas del Mar Menor se han estabilizado en torno a 30 grados, incluso este pasado fin de semana, tras el temporal, en algunas zonas de baño el agua llegaba a estar incluso fría.
Las altas temperaturas, explican desde el instituto, contribuyen a acelerar e intensificar la inestabilidad estimulando el «crecimiento microbiano y fitoplanctónico» y, por tanto, los procesos de descomposición de la materia orgánica de la columna de agua y del sedimento, con el consiguiente consumo de oxígeno. La temperatura del agua, donde ya no se registra una ola de calor marina, «podría también estar mermando la capacidad del alga Caulerpa prolifera para controlar los nutrientes, lo que retroalimentaría el desarrollo fitoplanctónico». Todo esto, junto con la reducción de la luz en el fondo limitando la actividad fotosintética, «supone un elevado riesgo de deterioro del ecosistema lagunar si la situación persiste en el tiempo».
Ascenso de la turbidez y menos transparencia
El último informe publicado por el Gobierno regional, con mediciones hasta el 17 de julio, muestra la misma tendencia sobre el crecimiento de la concentración media de la clorofila, registrando un ascenso del 69,3% (hasta 0,83 mg/m3) respecto a la medición anterior. La valoración que aportan desde el Observatorio del Mar Menor, encargado de monitorizar la laguna, es que los niveles están en un «límite muy bueno/bueno». También registran un descenso de casi el 20% de la transparencia hasta los 3,3 metros; así como un ascenso de la turbidez del 70%, hasta alcanzar los 1,02 FTU (unidades de turbidez).
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