Gobierno y oposición exhiben su desunión ante la crisis en un debate de alto voltaje

La Región de Murcia tendrá que encarar la etapa 'postCovid' en franca división de su clase política y, a simple vista, eso supone un pesado lastre para conseguir la tan demandada recuperación socieconómica. La segunda jornada del Debate del Estado de la Región evidenció que se agrandan las diferencias entre los partidos que sustentan al Gobierno de Fernando López Miras, PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox, y el bloque de izquierdas que integran PSOE y Podemos. Acusaciones, insinuaciones, encontronazos y reproches cruzados fueron constantes durante las intervenciones de los portavoces de los cinco grupos parlamentarios. El más grave fue el enfrentamiento del presidente del Parlamento, Alberto Castillo, y el socialista Alfonso Martínez Baños por los reparos técnicos a la admisión a trámite de varias de las quince propuestas de resolución presentadas por el PSOE. A la hora de la votación de las iniciativas de cada grupo también quedó patente la división del arco parlamentario en dos bloques.

El dominador fue el formado por el PP, Cs y Vox, partidos que alcanzaron un acuerdo para sacar adelante la mayoría de las quince iniciativas aportadas por cada uno de ellos. Por novedosas respecto a debates de otros años, las más destacadas fueron todas las relacionadas con la Covid-19. Salieron adelante las que los populares presentaron para instar al Consejo de Gobierno a elaborar y hacer efectivo un plan de aprovisionamiento y acopio de material y recursos para posibles rebrotes de la enfermedad; y la petición al Gobierno de España a elaborar protocolos claros de cara al próximo curso escolar. También una de la formación ultraconservadora para reclamar un funeral de Estado que ya está previsto y otra de la liberal para mantener las ayudas a los autónomos cuyos ingresos han caído por la pandemia.

Los populares también sacaron adelante su propuesta para que desde San Esteban se exija a La Moncloa un «reparto justo y equitativo» del fondo extraordinario no reembolsable destinados a las comunidades autónomas, por ser la de Murcia una de las peores financiadas.

Asimismo, dio luz verde a que el Gobierno regional inste al de España a constituir una comisión dedicada a estudiar y resolver el problema medioambiental del Mar Menor. También a la creación de un alto comisionado, dependiente del Ministerio y de perfil técnico para impulsar y coordinar todas las actuaciones que sean necesarias en este tema.

También salieron adelante las iniciativas para agilizar infraestructuras, como la llegada del AVE; alcanzar pactos por la educación; mantener las reglas de explotación del Trasvase Tajo-Segura; estrategias para la transformación digital de las empresas murcianas y la recuperación de la financiación estatal de las ayudas para la dependencia.

El PSOE solo sacó adelante una propuesta de resolución, acerca de la implantación de un plan de salud bucodental. Rechazó las transacciones que otros grupos plantearon a las catorce restantes. Podemos logró apoyo para aprobar cinco iniciativas de carácter social.

La votación de las propuestas de resolución comenzó a las once de la noche y se prolongó durante una hora, después de una intensa negociación entre miembros de los cinco grupos políticos. Vino precedida de una reunión de la Mesa en la que el voto del presidente Castillo facilitó la admisión a trámite de las iniciativas socialistas que habían sido rechazadas por la mañana y que fueron modificadas.

Durante las intervenciones finales, López Miras volvió a tender la mano a PSOE y Podemos para que apoyen la Estrategia ReActiva que el sábado presentará el Gobierno regional. «Creo que la Región de Murcia espera más de la oposición», dijo el presidente tras atacar al socialista Diego Conesa, de quien dijo que tiene un papel político «secundario» y antepone su socialismo a su murcianía para callar ante el Gobierno de Pedro Sánchez. «No es el momento de oposiciones cerriles, sino del consenso indispensable del que hasta ahora hemos hecho gala», aseguró. Y desde la posición de dominio que ostenta llamó a todos los grupos a transitar el camino del acuerdo con diálogo sincero y lealtad y levantando puentes, pues «para eso nos eligieron y nos lo demanda la población para encarar la adversidad, remontar la crisis y salir adelante».

Sin embargo, Diego Conesa se apartó de esa senda porque considera que «solo hay una salida justa, sostenible y verde de la crisis». Si quieren el apoyo socialista al plan de reactivación, dijo, tendrán que ver «una predisposición a retirar lo que va en contra de ella». Previamente criticó los «decretazos» aprobados por el Ejecutivo de López Miras durante el estado de alarma.

Frente a las reiteradas quejas de maltrato a Murcia por parte del Gobierno de España, Conesa instó al presidente y a su socio Ciudadanos a que sus líderes nacionales denuncien en el Congreso de los Diputados el «machaque y maltrato» del que habla un PP que es un «peligro público» porque «quiere dinamitar el Estado desde dentro con sus políticas neoliberales».

Además, recordó que el PSOE ganó las elecciones regionales hace un año y reclamó a Cs un cambio de rumbo en Murcia como ha hecho en el país para retomar la «cordura medioambiental, para no perder el tren europeo, para revisar en profundidad los dos 'decretazos' ambientales y la Ley de Protección Integral del Mar Menor».

En las críticas a la coalición abundó la portavoz de Podemos, María Marín, para quien López Miras lidera un Gobierno «en descomposición» basado en bulos y noticias falsas. Le auguró un futuro negro: «Cargos más altos que usted han caído», dijo en referencia a Ramón Luis Valcárcel y Pedro Antonio Sánchez.