El consejero de Medio Ambiente, sobre el vertido de petróleo en Calasparra: «Quien contamina paga»
Vázquez dice que «lo más importante es la contención y extracción» del crudo y «la descontaminación del área afectada», 2.000 metros cuadrados protegidos, según el cálculo provisional; la lluvia dificulta la limpieza por parte de Repsol y la CHS vigila que el derrame no llegue al río Quípar
«Lo más importante, en estos momentos, es la contención y la extracción» del petróleo, así como «el análisis del impacto» en la naturaleza. «Y ... luego, por supuesto también la descontaminación de toda el área que pueda haber sido afectada». Así se pronunció este viernes el consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, sobre el vertido de crudo en una finca agrícola de Calasparra, originado este jueves por la rotura del oleoducto de Repsol entre Cartagena y Puertollano (Ciudad Real) por causas que investiga el Seprona de la Guardia Civil. Vázquez cifró el área afectada en «2.000 metros cuadrado, tal y como refleja el informe preliminar de Repsol». Los propietarios de la parcela temen que la superficie sea mayor y alcance una hectárea.
A la espera de que se esclarezcan los motivos de este derrame, que ha anegado una parcela privada próxima al río Quípar y arrasado al menos 500 árboles, según los propietarios, Vázquez afirmó que el vertido «es algo que nos preocupa». Y aseguró, a preguntas de los periodistas en Murcia, que la Comunidad adoptará todas las medidas a su alcance para «que quede absolutamente descontaminado este vertido en una zona que, además, es un paraje de especial importancia». Aludió así que se tata de la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de los Llano del Cagitán. Además, la finca afectada está en una cañada, en la cuenca del río Quipar, por lo que está siendo vigilada de cerca por la Confederación Hidrogáfica del Segura (CHS). A pesar de las lluvias de las últimas horas, el riesgo de que el vertido se extienda y afecte a más parcelas y al río es muy bajo, según fuentes de toda solvencia.
Vázquez recordó que «la ley es clara: quien contamina paga». Y avanzó que el perjuicio del vertido será superior: «Vamos a ver cuáles son los datos. Ahora estamos viendo 500 árboles, pero los daños seguro que son mucho más». En cualquier caso, el titular de la Consejería, cuyos técnicos inspeccionaron la zona, pidió que «seamos prudentes, hagamos la evaluación con la profundidad que compete a un vertido de esta naturaleza y un espacio de estas características y, a partir de ahí, seguir» con la exigencia de responsabilidades al causante de esta fuga de hidrocarburos.
El consejero aseguró que Repsol ha tenido una «implicación directa» para atajar el vertido y sus consecuencias, tras la orden de la Dirección General de Industria de «despresurización del oleoducto». La compañía interrumpió el servicio en el oleoducto y hay «una coordinación permanente entre el cuerpo de agentes medioambientales y la Guardia Civil, a través del Seprona», indicó Vázquez. Y, respecto a la solicitud de Ecologistas en Acción de que intervenga la Fiscalía por un posible delito ecológico, el consejero prefirió no calificarlo hasta conocer las causas. «La justicia dirá quién tiene la responsabilidad y si es delito o no; desde luego, no me compete a mí», afirmó.
Mientras, a la una de la tarde de este viernes operarios de Repsol continuaban con las tareas de contención y limpieza en Calasparra. Y el consejero no pudo precisar cuándo está previsto que acaben estas tareas, que la lluvia ha dificultado. «Iremos viendo a lo largo de del día si se pueden finalizar o no la las tareas de extracción», comentó el consejero.
La CHS investiga
En un comunicado, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) informó de que participa en «las tareas de investigación» del vertido y de «sus posibles afecciones al Dominio Público Hidráulico (DPH), ya que se produjo en una finca particular pero próxima al curso del río Quípar».
«Desde un primer momento, los técnicos y agentes medio ambientales del organismo de cuenca se han desplazado para constatar de momento la no afección al DPH en el curso del río Quípar, ya que el mismo se encuentra a unos 1,8 kilómetros del lugar de los hechos. El personal de la Confederación ha tomado las muestras necesarias para analizar cómo está pudiendo influir en la masa de agua subterránea próxima al punto de la rotura del oleoducto. Más adelante, cuando se tengan los resultados de estos análisis se realizará la valoración sobre la afección a las aguas subterráneas», indicaron en la CHS.
En el organismo de cuenca indicaron que «los resultados obtenidos de estos análisis serán valorados por la propia CHS y comunicados en su caso a la autoridad que lleva a cabo la investigación sobre este hecho». La Confederación destacó también la rápida intervención y coordinación de su personal con la empresa responsable de la conducción de petróleo, la administración local y autonómica, así como el Seprona de la Guardia Civil, que lleva la investigación sobre los hechos».
Fuentes del Instituto Armado indicaron que los agentes continúan recogiendo datos sobre el terreno y que, por ahora, no tienen un cálculo sobre la superficie afectada.
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