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Vertido en una finca de Calasparra, este jueves. Foto: Javier Carrión / AGM | Vídeo: José Alberto González

Un vertido de petróleo desde el oleoducto contamina una finca de Calasparra cercana al río Quípar

La rotura del tubo, cuyas causas se indagan, obliga a cortar los envíos entre Cartagena y Puertollano y arrasa al menos 2.000 metros cuadrados en un área de protección de aves

Jueves, 22 de mayo 2025

Un fuerte olor a petróleo, que contrastaba con el del romero en su explosión primaveral, reflejaba este jueves a primera hora de la tarde el segundo desastre medioambiental en Calasparra en menos de un año, tras el de la contaminación del río Segura por el uso de un potente herbicida para controlar las malas hierbas en el entorno del coto arrocero. Este jueves, una finca agrícola del paraje de las Casas Coloradas, situada en el entorno los Llanos del Cagitán y próxima al río Quípar, se tiñó de negro por un vertido de hidrocarburos desde el oleoducto que conecta Cartagena con Puertollano, que sufrió una rotura por causas que están siendo investigadas.

La fuga, comunicada al Centro de Coordinación de Emergencias de la Región de Murcia por los propietarios de la parcela a las 11.38 horas de la mañana, tuvo su origen en un punto del oleoducto ubicado en un camino de acceso a la finca, a una hora por determinar. El crudo arrasó al menos 2.000 metros cuadrados (según el cálculo provisional de Repsol) ocupados por almendros, según las primeras estimaciones realizadas por los dueños y por Repsol, propietaria de la tubería. Se expandió por este terreno agrícola, pendiente abajo, y formó tres grandes charcos. Los propietarios temen que la superficie afectada llegue a una hectárea.

Debido a la orografía del terreno y a la amenaza de lluvia -había alerta por tormentas-, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) establecieron la urgencia de adoptar medidas para contener el vertido y proteger el domino público hidráulico: las aguas subterráneas y el río Quípar, situado a unos 1,5 kilómetros, indicaron a LA VERDAD fuentes del operativo de emergencia. Y añadieron que, afortunadamente, el tipo de terreno de esta zona del municipio de Calasparra, semiarcilloso, redujo el riesgo de filtración a las aguas.

Una pala arroja tierra sobre uno de los charcos de petróleo formados entre los almendros, en los Llanos del Cagitán.

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Una pala arroja tierra sobre uno de los charcos de petróleo formados entre los almendros, en los Llanos del Cagitán. Javier Carrión / AGM

Repsol inicia la «limpieza»

De acuerdo con las indicaciones efectuadas por el organismo de cuenca, personal enviado por la multinacional petrolera, tanto de forma manual como con maquinaria, llevó a cabo tareas de contención del crudo. Levantaron pequeños taludes, con tierra de la propia finca, alrededor de las zonas encharcadas y emplearon productos con los que facilitar la recogida del petróleo mediante succión. Según los cálculos provisionales, estas tareas podían prolongarse hasta este viernes.

Hasta la zona se desplazaron técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Fuentes del 112 indicaron que no hubo «peligro para la población» y según la Consejería de Presidencia, que tiene las competencias de Emergencias, también acudieron efectivos de la Policía Local, agentes medioambientales y bomberos del CEIS. La Comunidad también avisó a Repsol.

«En cuanto se ha tenido conocimiento del suceso, se ha interrumpido el funcionamiento del oleoducto» (que cruza la Región de Murcia, Albacete y Ciudad Real) «y se han puesto en marcha medidas de seguridad», señaló Repsol. La compañía desplazó «medios técnicos y humanos», que realizaron «trabajos de limpieza y contención». «El punto donde se ha detectado el vertido no se encuentra dentro de zonas de dominio público hidráulico o cauces. Y la compañía ha informado inmediatamente de los hechos a las autoridades y seguirá informando tan pronto como disponga de nuevos datos», concluyeron.

Fotografía del vertido. CARM

Ecologistas: «Posible delito»

Fuentes del 112 apuntaron la hipótesis de una fuga accidental motivada por unos trabajos agrícolas. Pero Juan Espín, hijo del titular de la finca, aseguró que no se hicieron tareas en la parcela y aseguró que vio el vertido hacia las diez de la mañana. Repsol situó la fuga «a las 12.00 horas». En presencia de este diario, un técnico de Repsol apuntó a las autoridades sus sospechas de un posible daño derivado de un intento de robo en un gasoducto que pasa junto al oleoducto o en este.

Ecologistas en Acción mostró su preocupación por el impacto en la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de El Cagitán, en la cuenca del Quípar y en la Red Natura 2000. Además, exigió «depurar responsabilidades hasta las últimas consecuencias, abrir expedientes y aplicar la ley de responsabilidad civil». También reclamó que actúe de oficio la Fiscalía y presente una «denuncia por posible delito ecológico».

«Es un desastre total, hemos perdido más de 500 almendros»

«A las diez he venido a ver los almendros y me he encontrado la desagradable e impresionante sorpresa de que se había roto el oleoducto y de que tenía más de tren hondos enteros embalsados de petróleo. Los almendros y la tierra ya no valen. Esto está contaminado para muchísimos años, el petróleo nos ha destrozado la finca. Es un desastre total», lamentó Juan Espín, hijo del dueño de la finca. Ha perdido «más de 500 almendros». Alonso Torrente, concejal de Calasparra Viva, exigió «que se depuren todas las responsabilidades» y se reevalúe el riesgo del oleoducto en el Noroeste, en zonas como el pantano del Cenajo.

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