La reforma del Palacio de Almodóvar de Murcia arranca en febrero, cinco años después de su compra

Antes, los promotores han tenido que ir haciendo cambios en los distintos proyectos presentados siguiendo las indicaciones de los técnicos de la Concejalía de Planificación Urbanística. El último y principal escollo ha estado en esa quinta planta que tiene autorizada Profusa para compensar el desuso del sótano, que alberga los restos de la muralla islámica que serán musealizados.

En esta nueva última planta Profusa ubicará la terraza panorámica, conocida también como 'rooftop'. Un espacio que, en contra de las pretensiones de los promotores, se ha retranqueado tres metros desde el borde de la fachada en sus cuatro lados. El proyecto del Grupo Fuertes -firmado por el estudio del arquitecto Francisco Sola- llegaba hasta el final, por lo que afectaba la línea vertical trazada de la fachada del edificio. Es la primera terraza panorámica proyectada que estará abierta al público en la ciudad.

Este emblemático edificio tiene un grado de protección 2, según recoge la ficha del Pecha (Plan Especial del Conjunto Histórico-Artístico). Además, la fachada, el escudo y el vestíbulo están protegidos como Bien de Interés Cultural (BIC), lo que condiciona la intervención arquitectónica.

Desde Profusa no se ha querido desvelar el coste, ni de la adquisición del inmueble ni del proyecto de restauración; solo se habla de que la inversión ha sido «notable». Pero distintas fuentes consultadas estiman que toda la operación superará los diez millones de euros.

Mientras se ponen en marcha las obras el mes próximo, ya con la licencia municipal en la mano, el Ayuntamiento de Murcia sacará a información pública el avance del Plan Especial del Palacio de Almodóvar, cuya aprobación es indispensable para que se pueda hacer el cambio del actual uso residencial al comercial, cultural y administrativo recogidos en el proyecto de los promotores.

Lo que sí destacaron desde el Grupo Fuertes, es que todos los vestigios históricos hallados, «gracias a la inversión 100% privada», se van a rescatar y, una vez restaurados, estarán abiertos al público en general. Se refieren, sobre todo, al lienzo completo de muralla, con parte de sus estructuras defensivas, encontrado durante el estudio histórico y arqueológico llevado a cabo en la totalidad del palacio tras la compra. También a los restos de antemuralla y un val de aguas sobre el antiguo foso del siglo XI.

Con ello, dijeron «se rescata su esplendor y se pone en valor los diez siglos de historia de la ciudad que se contemplan entre sus muros». Además, se recuperan todos los elementos constructivos existentes mediante una rehabilitación integral, en la que se intentará utilizar los materiales originales sobre los que se erigió. También se prevé devolver al interior del inmueble su estructura y distribución primitivas.

«La inversión se plantea en parámetros alejados del aspecto puramente empresarial de retorno de beneficios directos», subrayaron desde Profusa.

El palacio fue hogar de la familia Santa Cruz, y el patriarca, Gerónimo, por entonces regidor de Murcia, ordenó su construcción en 1583, terminándose en 1621. Con el paso del tiempo, el palacio quedó vinculado a los apellidos Almodóvar y Melgarejo.

Ya en el siglo XIX fue hogar del Tribunal de Comercio de Murcia; y del Colegio de los Sagrados Corazones de Jesús y María. A principios del XX cobijó las oficinas del Gobierno Civil, para después ser su sede; y, más recientemente, allí se han ubicado varias oficinas, una conocida cadena de hamburgueserías y la conocida cafetería Williams.