Caduca el expediente que debía blindar contra el ladrillo el entorno de la Fuensanta
La Comunidad tendrá que iniciar de nuevo los trámites para delimitar el entorno BIC del santuario y discrepa de la «extensa» propuesta de Huermur
Casi ocho años de tropiezos y discrepancias. Ese es el accidentado camino que lleva recorrido, por el momento, la delimitación del entorno de protección ... del icónico Santuario de la Fuensanta, en la pedanía de Algezares, y que ha vuelto a devolver todo el proceso a la casilla de salida. Y es que ayer publicaba el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) la declaración de la caducidad del expediente abierto para delimitar este perímetro de salvaguarda tanto de los valores propios de este monumento, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), como de las condiciones necesarias para su correcta contextualización y contemplación.
Es decir, sigue sin establecerse un cordón de seguridad apropiado que frene totalmente las tentaciones propias de la codicia urbanística o la implantación de elementos o actividades que desvirtúen este símbolo del municipio de Murcia y balcón único a su huerta. Fue la Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) la que presentó la correspondiente solicitud en mayo de 2016 ante la entonces Dirección General de Bienes Culturales, con el fin de dar cumplimiento a lo establecido en la Ley de Patrimonio Cultural de 2007. Establece la norma autonómica la necesidad de modificar la declaración BIC de este monumento para ampliar la figura de protección de la que ya goza a su entorno.
Sin embargo, destaca el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, que, frente a lo dispuesto en su petición, la Consejería de Cultura incoó un expediente «con una propuesta de entorno BIC mucho más pequeña», que no se correspondía a lo reclamado por la entidad conservacionista. Esta situación propició una sucesión de recursos administrativos formulados por Huermur y dos declaraciones de caducidad de los expedientes, la segunda tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región que desestimaba el contencioso interpuesto por esta asociación.
Tras ocho años de intentos, la asociación ha presentado otra instancia más; Cultura habla de una «avalancha de recursos» de los vecinos
Esta circunstancia ha motivado que «la protección provisional que brinda la incoación de un expediente de este tipo haya decaído, dejando el entorno del Santuario de la Fuensanta, de nuevo, en una situación de desprotección», según indica Huermur. Frente a ello, replica la Consejería de Cultura que la mera figura BIC ya garantiza la salvaguarda del bien «ante cualquier actuación que se lleve a cabo en sus inmediaciones». No obstante, la entidad conservacionista ha vuelto a cursar una nueva instancia a la Consejería para reactivar la maquinaria administrativa. «La sentencia del TSJ nos dió las claves para armar la solicitud de una manera más adecuada y rellenar los vacíos que no regula la norma», explica Pacheco, que ya tiene en su poder un número de apertura de expediente, el número 1 del presente año 2024.
Del monte a la carretera
Pide en su escrito Huermur que el citado entorno abarque terrenos y los elementos construidos desde Cresta del Gallo hasta la carretera de Santo Ángel a Algezares, incluyendo los conventos, la Casa del Labrador, la Casa del Cabildo, el Seminario de Verano, la Cueva de la Cómica, las cuestas de subida, el Vía Crucis y el Rosario y el trazado de la Cañada Real que atraviesa esa zona, así como las torres medievales, la Finca de la Cierva y los viñedos, «bajando por la rambla y subiendo por el otro lado». Además, incorpora la Romería como patrimonio inmaterial.
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Desde la Consejería se ha señalado, sin embargo, a preguntas de LA VERDAD, que siguen sin compartir la propuesta formulada por la asociación conservacionista. «La delimitación de un entorno de protección demasiado extenso, llegando a las poblaciones limítrofes, conlleva más inseguridad jurídica e indefensión para todos los propietarios que viven en esa zona que protección para el propio Santuario; de hecho la caducidad de la incoación se ha derivado de la avalancha de recursos interpuestos sobre la propuesta de entorno», señalan fuentes autonómicas.
«Estámos trabajando ya en una nueva incoación del expediente que permita establecer un entorno BIC definitivo, que además contenga la relación de bienes muebles del bien a conservar, todo ello basado en datos técnicos y razonando dicha propuesta para lograr la protección real, material y visual del BIC, compatibilizando la protección del bien con el desarrollo de la vida de los ciudadanos que habitan en las inmediaciones de la Fuensanta», zanjan. El camino sigue aventurando curvas.
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La Concejalía no aprecia «interés» en activar el plan de 1.300 viviendas
Las actuaciones acometidas por Huermur en relación a la protección BIC del entorno del Santuario siempre miran de reojo al llamado Plan Fuensanta: una actuación urbanística que sigue vigente, al menos formalmente, y que prevé «la edificación en la falda de la montaña, de una urbanización con 1.300 viviendas de hasta cinco alturas, con su consecuente impacto visual». Desde la entidad conservacionista reclaman la anulación de este plan parcial, «que permanece en un cajón desde 2013 por defectos de forma y errores en su tramitación» y que se encuentra «totalmente desfasado».
Señala, no obstante, el concejal de Planificación Urbanística, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro Corchón, que «no existe una pulsión» que apunte a la intención de reactivar un posible proyecto en la zona. «Los desarrollos urbanos miran a otras áreas», apostilla. Añade, además, que, en todo caso, cualquier actuación urbanística precisa de una evaluación de impacto ambiental con filtros que dificultarían en buena medida su desarrollo.
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