La alameda de Colón de Murcia seguirá cerrada a los vehículos privados tras las obras

Cuando la maquinaria y los obreros abandonen esta calle, sólo estará permitido que circulen por ella el transporte público, bicicletas y patinetes en los carriles dispuestos al efecto y en ambos sentidos de circulación. El Ayuntamiento, con esta decisión, convierte a este punto del barrio en uno de los principales enclaves de viajeros del Carmen, si no el principal. Por las nuevas paradas circularán las siete líneas que han venido haciéndolo en los últimos años, además de la primera de vehículos totalmente eléctricos (la 26C del tranvibús) que, en trayecto de ida y vuelta, desde aquí llegará hasta el campus de Ciencias de la Salud, en la pedanía de El Palmar.

El resto de las líneas que recuperarán sus itinerarios originales, algunas desviadas por el barrio del Infante Juan Manuel mientras las obras han estado en marcha, son: 1 (San Ginés-Murcia), 6 (La Alberca-Murcia), 28 (Sangonera la Verde-Murcia), 29 (La Alberca- Murcia, por Patiño), 44 (Nonduermas-Espinardo), 91 (Sangonera La Seca-Javalí Nuevo-Murcia) y 62 (Rincón de Seca-Murcia-Orilla del Azarbe). Algunas de ellas, además, verán reforzadas sus frecuencias (la 28, 44 y 91), como recoge el Plan de Gestión de Movilidad Urbana que está desarrollando el Ayuntamiento, anunciado hace unos días. El objetivo es mejorar la circulación en el municipio con mayor uso del transporte público, lo que permitirá reducir el uso del vehículo privado.

Un efecto indirecto que la apertura de la alameda de Colón tendrá sobre el tráfico en la ciudad, apuntan desde la Concejalía de Movilidad, es la descongestión del puente del Hospital Reina Sofía y el cruce del paseo de Ronda de Garay (hacia avenida Teniente Flomesta) con Intendente Jorge Palacios (una de las entradas al barrio de Vistabella), al dejar de circular por la avenida Pío Baroja. «Esto contribuirá a mejorar y reducir los tiempos de los trayectos», añaden, a la vez que debería desaparecer uno de los puntos conflictivos por los atascos que ha generado la nueva configuración de este cruce.

Por lo que respecta a la calle Proclamación, que discurre paralela a la alameda de Colón, al otro lado del jardín de Floridablanca. y por la que actualmente pasan coches, taxis y autobuses, el nuevo diseño de movilidad la dejará para uso exclusivo de los vehículos privados, con lo que también se espera acabar con otro 'punto negro' en la circulación a la entrada del barrio.

Además de en esta zona del Carmen (también se trabaja a las puertas de la iglesia en el pavimentado impreso adoquinado en la calle Sacerdotes Hermanos Cerón y la plaza González Conde, que debe acabar hoy), en la actualidad la empresa trabaja en la ampliación de las aceras, por lo que desde la avenida del Río Segura está cortado el carril de la derecha y no se puede salir hacia la avenida Teniente Flomesta. Queda por saber la dirección del tráfico y el tipo de vehículos autorizados a cruzar por la pasarela, cuando acaben las obras en marcha, si será de entrada o salida del barrio (o ambas). La misma información sigue pendiente en el Puente Viejo.

Si alguna medida está potenciando el Ayuntamiento de Murcia en la nueva configuración de la movilidad urbana son las plazas de carga y descarga, que ya se han multiplicado en el entorno de las obras existentes, «de forma que el comercio, el transporte y el reparto puedan realizar su actividad de la mejor forma posible», recordaron fuentes de la Concejalía de Movilidad, apuntando que «es una de las demandas insistentes» de estos colectivos.

En el barrio del Carmen, además de las dispuestas en la calle Floridablanca, se tiene previsto colocar la zona a la entrada de la calle Proclamación. Además, ya cuentan con más plazas en el entorno de Gran Vía y en el eje Ronda Norte-Primo de Rivera-plaza Circular (enfrente a la entrada de la sede de Aguas de Murcia- Emuasa). Las nuevas plazas se suman a las que ya existían en la ciudad y no se descarta ampliar las zonas.