Los análisis ratifican que el hueso de mamut era de cachalote y salió de Cueva Victoria
En unos segundos estudios, los expertos determinarán la antigüedad de los restos y, con ello, su valor histórico y paleontológico real
El hueso de mamut no era de mamut, era en realidad de cachalote, pero al menos sí salió de Cueva Victoria. Esa es la ... conclusión a la que han llegado los expertos a partir de los primeros análisis de la pieza que fue presentada por el Ayuntamiento en el Museo Arqueológico el pasado abril como posiblemente perteneciente al extinguido animal.
Según confirma el concejal de Patrimonio, Pablo Braquehais, los estudios han podido concluir que, en orden con relato de familia donante, el resto óseo fue al menos hallado en el Estrecho de San Ginés, aunque en realidad fuera de un cetáceo. Ahora, lo que se trata de determinar es su antigüedad, pues ahí se podrá ver cuál es su valor histórico y paleontológico real.
Sea como fuere, los expertos no dejan de mostrar su extrañeza por cómo un hueso de un cetáceo pudo llegar a esta caverna donde sí se han encontrado restos de mamut de poco tamaño. También de un homínido o incluso de nutrias. Los nuevos análisis, en este sentido, ayudarán a saber si verdaderamente data de tiempos muy pretéritos o si fue introducido por un humano o por un animal en fechas mucho más recientes.
La confusión en el Ayuntamiento saltó cuando, después de que un primer experto determinará que se podía tratar de un mamut, los técnicos de la Comunidad Autónoma inspeccionaran los restos y llamaran la atención sobre su más que dudoso origen y pertenencia. Así es cómo finalmente se concluyó que realmente podía ser parte de un animal marino.
Encontrado por un minero
Según el relato de la familia, fue el abuelo, que trabajaba como minero, quien en medio de la faena encontró el hueso en Cueva Victoria y decidió llevárselo a casa donde lo conservó durante años hasta que finalmente sus descendientes decidieron entregarlo al Ayuntamiento para su exposición y disfrute público.
La noticia avanzada por este diario de que el hueso podía ser realmente de un cétaceo fue justificada por el Consistorio en esa falta de acuerdo entre expertos. «Al tratarse de una pieza descontextualizada, no hay certeza científica ni de procedencia exacta ni de especie, por lo que era necesario el estudio científico que se anunció. En una primera inspección, un experto del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (Iphes) señaló que se trataba de una costilla de mamut por la morfología y el contexto. Posteriormente, otros expertos proponen que se trataría de otro mamífero, probablemente un cetáceo. Los estudios en los que participa la UPCT permitirán determinar con exactitud la especie y la procedencia», trasladaron fuentes municipales.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión