El Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz muestra su «frontal oposición» al almacén de CO2 en el Noroeste
El alcalde José Francisco García afirma que no permitirá que «nuestras sierras y nuestros recursos naturales se conviertan en un vertedero subterráneo»
El Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma información acerca del proyecto de investigación ... vinculado al posible desarrollo de un almacén subterráneo de dióxido de carbono (CO₂) en la comarca del Noroeste, concretamente en terrenos pertenecientes a los municipios de Moratalla y Cehegín. El depósito, ubicado a 850 metros de profundidad, se ubica en zonas limítrofes del término municipal caravaqueño.
Este proyecto, tal y como adelantó LA VERDAD, está en una fase preliminar de investigación, a la espera de tener permiso de la Dirección General de Energía para llevar a cabo un sondeo en Moratalla que permita evaluar la viabilidad técnica y económica del almacenamiento geológico de CO₂ en el subsuelo de esta zona.
El alcalde de Caravaca, José Francisco García, quiso dejar constancia que «estará vigilante de cada paso que se pudiera dar en este proceso que por ahora solo es una intención», al tiempo que avanzó «que el Ayuntamiento de Caravaca va a estar frontalmente opuesto a que el Noroeste se convierta en el lugar donde se almacene lo que otros lugares contaminan y además con proyectos poco experimentados». En este sentido, afirmó que «que la Unión Europea y el Gobierno de España busquen y exijan otras soluciones y alternativas ante el objetivo marcado de acelerar la descarbonización industrial».
Este proyecto, promovido por la empresa Nexwell, se encuentra, según la información trasladada desde la Consejería de Medio Ambiente, «en una fase muy inicial de estudio». Se ha autorizado un permiso de investigación, que contempla actuaciones limitadas como pequeñas catas superficiales y fotografías aéreas del terreno, «sin que aún se haya autorizado perforaciones en profundidad ni obra estructural».
La fase de investigación, según la propia empresa, podría prolongarse durante más de cinco años. En caso de superarse las posteriores fases de evaluación y viabilidad, «la autorización final recaería sobre el Gobierno de España, que es quien ostenta la competencia sobre este tipo de infraestructuras estratégicas».
El alcalde de Caravaca de la Cruz quiso ser contundente en su posicionamiento: «No vamos a permitir que nuestras sierras y nuestros recursos naturales se conviertan en el vertedero subterráneo de las emisiones de otras zonas industriales. Se trata de una tecnología aún en fase experimental, con una escasa trayectoria real en Europa, y cuyos efectos a largo plazo pensamos que no están comprobados».
Llamamiento a la tranquilidad
En los últimos días, tanto el Grupo Municipal Socialista, en redes sociales, como el Grupo Parlamentario de Podemos, una rueda de prensa ofrecida en la Plaza del Arco caravaqueña, manifestaron públicamente su preocupación por este proyecto. El alcalde ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad y responsabilidad institucional a los vecinos.
«Por lo que nos han trasmitido estamos ante una fase extremadamente preliminar, muy lejos de permisos de explotación y de decisiones tomadas. Desde los ayuntamientos vamos a estar en alerta para que no nos pasen por encima y vamos a pedir a las distintas administraciones toda la información oficial, manteniendo una vigilancia activa sobre este tema», advirtió.
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