El calcetín más caro del mundo
La investigación de la Policía Nacional de Murcia en la operación 'Mare Nostrum' permite desmantelar una banda especializada en asaltos a chalets y villas de lujo
El inspector estaba parado frente al imponente chalet, situado en una zona de huerta en Murcia, que acababa de ser asaltado por un grupo de ladrones. Miró a su alrededor y, al ver la decena de cámaras de videovigilancia que había en el perímetro de la parcela y los sensores de movimiento, chasqueó la lengua y entendió que los autores del robo no eran unos simples rateros.
Eran las nueve de la noche de un día de finales de noviembre de 2021. Observando las pruebas recogidas durante la inspección ocular en la vivienda, no pudo evita acordarse de los otros tres asaltos a casas de lujo que se habían producido ese mismo mes, uno de ellos en una pedanía de Murcia y los otros dos en diputaciones de Cartagena. Todos los allanamientos desprendían el mismo tufo.
En los cuatro casos, los ladrones actuaron entre las 19 y las 22 horas, cuando los propietarios no conectan todas las medidas de seguridad al ausentarse, «no como lo harían al irse a dormir», pensó.
El inspector dedujo sin muchas complicaciones que las viviendas habían sido seleccionadas a conciencia: todas ellas eran chalets, cuyos dueños eran personas con alto poder adquisitivo. Estaba claro que habían visitado previamente los lugares para detectar las medidas de seguridad de las que disponían, las condiciones de acceso y las opciones de rutas para la fuga. Para acceder a las casas, escalaron los muros perimetrales como gatos y forzaron ventanas y puertas laterales como quien abre una lata de mejillones.
El 'sabueso' apostó, sin temor a errar, que dos personas entraban encapuchadas en las villas, mientras que uno o dos compinches les esperaban en el vehículo para asegurar la huida. Los testimonios de los vecinos aportaron un dato que posteriormente sería clave en la operación.
Alguno coincidían en describir la presencia de dos coches de gran cilindrada: uno de ellos era un Audi A3 de color blanco; el otro, un A6 gris ranchera con un característico rugido del motor al acelerar. Todo ello le hizo pensar que estaban ante un grupo organizado, profesional y seguramente integrado por ciudadanos del Este de Europa. Y no iba nada desencaminado.
Conexión Murcia-Málaga
El Grupo de Atracos de la Policía Nacional inició una investigación bajo la instrucción del juzgado número 1 de Murcia. Semanas después de los asaltos en la Región, la musculosa maquinaria de intercambio de información entre distintas unidades policiales de todo el país, propiciada por la labor de inteligencia y coordinada desde la Unidad Central en Madrid, permitió cruzar datos y relacionar al grupo investigado en Murcia con asaltos en viviendas en Málaga a finales de diciembre.
La presencia de los dos coches de la marca Audi y, sobre todo, el rugir característico del A6 gris tipo ranchera que describían testigos en la Costa del Sol, fue decisiva para unir esos casos con los de la Región, de acuerdo con los detalles de la investigación de la operación 'Mare Nostrum' a los que ha tenido acceso LA VERDAD. Confirmada la actividad itinerante de la banda, las investigaciones constataron que los miembros del grupo eran de países de Europa del Este, por lo que además se trataba de una delincuencia organizada transnacional.
«Entre las medidas que adoptaban para evitar ser detectados estaba el empleo de elementos que impedían su identificación dactilar, documentación falsa y vehículos con placas falsas. Se identificó varios vehículos utilizados por la organización que tenían funciones de seguridad y cobertura al coche que cometería el asalto», señala el inspector jefe del grupo de atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Murcia. Los agentes siguieron al Audi A3 de color blanco, y así dieron con su dueño: un español afincado en Málaga, casado con una mujer de nacionalidad rumana, que resultaría ser el cabecilla del grupo.
El rugir del motor del A6 gris que describían testigos en la Costa del Sol fue decisivo para relacionar los casos con los de la Región
El núcleo duro de la organización, no obstante, estaba afincado fuera de España, en Albania, Austria y Grecia. Entre enero y junio, el grupo estuvo en estado de hibernación. Pero los investigadores de la Región y de Málaga no cesaron sus indagaciones y para junio, ya habían atribuido a la red de ladrones de villas de lujo 15 robos con fuerza cometidos en la Región (en Murcia y Cartagena); Alicante (en el Pilar de la Horadada), y Málaga (en la Costa del Sol).
El despertar del letargo
A las puertas del verano llegaron informaciones del fin del letargo del grupo en Albania. Al parecer, sus miembros tenían previsto regresar a España y comenzaron a alquilar vehículos, a los cuales les quitaron el sistema GPS, y a interesarse por viviendas que arrendaron a nombre de terceras personas. También compraron ropa de abrigo, como guantes, bragas, ropa negra y gorras, en pleno mes de junio. En este punto, el intercambio de información llevado a cabo a través de la agregaduría de Interior en Bulgaria y su apoyo operativo en Albania, permitió conocer la salida de los miembros de la banda, que fueron detectados días después en Málaga en contacto con el ciudadano español.
Fue entonces cuando se activaron las diferentes plantillas policiales al conocer que habían alquilado apartamentos en la isla de Ibiza, así como un chalet en Málaga. Había dos células: una se quedaría en Málaga y la otra se desplazaría a Ibiza. Las vigilancias practicadas permitieron conocer que los integrantes de la organización estaban frecuentando los alrededores de algunas villas privadas alquiladas por futbolistas de reputada fama internacional. El martes 28 de junio, el dispositivo establecido detectó movimientos de los miembros de la organización en zonas de bosque. Además, se supo que el Audi A6 de color gris, tipo ranchera, iba a embarcar en un ferry con destino a Denia.
Botín millonario
Para entonces, ya se sabía que dos días antes habían asaltado la villa del exfutbolista Ronaldo Nazario, ubicada en Sant Josep, en la que se encontraba de vacaciones junto a su familia un jugador del Paris Saint-Germain, el italiano Marco Verratti. El futbolista denunció la sustracción de nueve relojes de marcas exclusivas, siete collares de diseño, anillos y pendientes, todo ello valorado en más de tres millones de euros, exactamente, 3.382.100 euros.
Agentes de la Unidad Central de Madrid y del grupo de atracos de Murcia iban a culminar la operación 'Mare Nostrum', que logró desmantelar la organización y detener a siete personas, cinco varones albaneses, un español y su esposa de nacionalidad rumana. Los efectivos esperaban en el puerto de Denia la llegada del coche a bordo del ferry. Junto al vehículo viajaba el español y otro miembro del grupo que había viajado previamente desde Barcelona a Ibiza, solo para asegurar que el plan acabase bien. Los policías nacionales interceptaron el coche.
En el registro al vehículo encontraron, en el compartimento del airbag del copiloto, un calcetín grueso, comprado con el resto de la ropa de invierno. En su interior hallaron los relojes y joyas de lujo robados en la villa de Ronaldo. Se trataba de un calcetín de 3 millones de euros, sin duda, el más caro del mundo.
Deportistas de élite y políticos eran sus siguientes objetivos
Uno de los aspectos más relevantes de la investigación es un listado de objetivos que la organización había elaborado para los dos meses de verano. Entre julio y agosto, la banda hispanoalbanesa iba a asaltar otras quince viviendas de lujo, a la altura del que desencadenó su detención, la villa de Ronaldo, donde se hospedaba Marco Verrati. En esa relación constaban propiedades de otros deportistas mediáticos e importantes políticos de ámbito nacional. Igualmente, uno de sus objetivos se ubicaba en la Región de Murcia. El trabajo policial en la operación 'Mare Nostrum' evitó esos robos y más víctimas. No obstante, la investigación continúa abierta con el objetivo de atribuir otros hechos delictivos a los arrestados y para la práctica de nuevas detenciones.