Uno de los acusados del 'crimen del lavadero': «Yo solo quería quitarle la garrota porque llevaba dentro un pincho»
Los hermanos Indalecio F. M. y José F.M. sostienen que la víctima, apuñalada en una gasolinera de Lorca en 2023, había amenazado a su primo, autor material de la muerte
El juicio que se sigue en la Audiencia por el conocido como 'crimen del lavadero', perpetrado en Lorca en mayo de 2023, llegó este ... jueves a su momento culmen. Los hermanos Indalecio F. M. y José F.M., acusados de cooperar con el menor de edad autor material de la muerte a puñaladas de Silvestre -su primo-, declararon ante el jurado popular que debe decidir su suerte. Los sospechosos, que ofrecieron su versión al término de la vista, descartaron que tuvieran intención de acabar con la vida del afectado y sostuvieron que actuaron por temor a que éste agrediese a su primo, al que, remarcaron, había amenazado. «Yo solo quería quitarle su garrota porque llevaba dentro un pincho», remarcó José.
Los acusados, al igual que ya hicieron previamente tanto el autor material del crimen como su padre, explicaron que su familia y Silvestre habían tenido una discusión previa ese día porque éste presuntamente le había robado un patinete a un amigo. Sostuvieron, sin embargo, que esa madrugada este ya les había devuelto el patín y que su encuentro en la gasolinera de Sutullena fue fortuito. «Habíamos quedado bien».
Una vez allí, explicaron los procesados, surgió un enfrentamiento nuevamente por ese motivo entre Silvestre y el padre del menor. «Mi hermano y yo nos metimos para separar, pero nos dijeron que llevásemos cuidado porque Silvestre llevaba un pincho en la garrota», recalcó. En el transcurso del rifirrafe, ambos procesados sostuvieron que actuaron ante las amenazas que la víctima lanzó contra su primo. «Yo escuché a Silvestre amenazar al crío», recalcó Indalecio. «Le decía 'tú eres un niño para mí', ya te pillaré».
En el trasiego ambos sostuvieron que pensaron que el menor le había propinado un puñetazo a la víctima y que no fue hasta que el adolescente le confesó a su padre que «le había pinchado» que se dieron cuenta de la gravedad del ataque. «Vimos que sacaba la navaja cubierta de sangre», rememoró José. Los dos procesados insistieron en su declaración en que hasta ese momento desconocían que el menor de edad, su primo, iba armado. «Nosotros no sabíamos que llevaba una navaja».
La Fiscalía, que inicialmente solicitaba veinte años de cárcel para cada uno de ellos, rebajó su petición a doce años de prisión. La acusación particular, que ejerce la letrada Dulce Sandoval, mantiene la petición de hasta 30 años de prisión para cada uno de los hermanos.
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