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Los pozos de nieve recuperan su silueta
Las obras de restauración comienzan a desvelar la forma original de dos de los almacenes de hielo en las cumbres de Sierra Espuña
Con el hielo que almacenaba uno de los pozos de nieve que están siendo restaurados en Sierra Espuña, 1.300 m3, podrían fabricarse seis millones ... de helados. Gracias a sus doce metros de diámetro y otros doce de profundidad, la 'nevera' identificada con el número 11 es la más grande de las 28 que componen un conjunto etnográfico único en el Mediterráneo. Estos días se inicia una actuación crítica en el proceso de rehabilitación de estas piezas singulares del patrimonio de la Región de Murcia: la instalación de las cúpulas, elemento constructivo que les aporta su silueta característica.
La empresa lorquina Patrimonio Inteligente se encarga de ejecutar un ambicioso proyecto cuya primera fase financia la Dirección General de Medio Natural con un presupuesto de 300.000 euros, de acuerdo con un plan director elaborado por el estudio de arquitectura, movilidad sostenible y paisajismo Ecoproyecta, que también ejerce la dirección de la obra. Técnicos de ambas firmas, junto con la de ingeniería Qube, supervisaron el jueves el arranque de este proceso sobre los pozos 11 y 13, este último con un vértice puntiagudo que lo hace diferente del resto. Ambas construcciones están situadas una al lado de la otra en la llamada 'explanada de Murcia'.
Cada cúpula se cerrará con una técnica diferente: la del pozo 11 se realizará con una cimbra de redondos de acero, «una solución muy ligera pero suficientemente rígida para mantener la forma y servir de guía en el montaje», explican fuentes de Ecoproyecta. Para el pozo 13 se está construyendo un armazón de madera que reproduce la llamativa forma cónica de este pozo de nieve de siete metros de diámetro y otros siete de profundidad.
El cuerpo principal de estos dos primitivos almacenes de hielo se ha reconstruido de la forma más respetuosa posible con su historia y con el entorno: «El reto es restaurar los pozos de nieve recuperando su forma original, con los materiales que recuperamos del propio lugar y con técnicas tradicionales. Y con todo el cuidado que un Bien de Interés Cultural requiere», insisten los responsables de la rehabilitación.
Estos días se inicia una actuación crítica en el proceso de rehabilitación: la instalación de las cúpulas
Los 28 pozos de nieve están localizados en dos grupos principales separados por el Collado Mangueta, en el término municipal de Totana, aunque también hay otros dos en Alhama y Mula.
Hace casi cien años cesó la actividad tradicional de subir a la sierra cuando caían los primeros copos, almacenar la nieve en los rasos, bajarla a los pozos de piedra excavados en el terreno, prensarla en capas separadas por vegetación y extraerla en primavera, ya como bloques de hielo, para su uso en la conservación de alimentos, fabricación de helados e incluso en los hospitales.
La industria artesanal del frío funcionó entre los siglos XVII y XIX para abastecer de bloques de nieve a las ciudades de Murcia, Cartagena, Lorca y Orihuela, hasta que dejó de ser rentable con la apertura de una fábrica de hielo en Totana en 1924.
Las neveras de Espuña quedaron inactivas en 1926 pero un siglo después comienzan a recuperar su dignidad patrimonial, junto a las doce construcciones auxiliares –viviendas, almacenes y una ermita–, fuentes de agua, dos senderos y una vía pecuaria, que también se recuperarán.
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