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Un pez muerto en la orilla del Mar Menor, en agosto de 2021. José Miguel Fernández / AFP

El Mar Menor y Portmán renuevan sus banderas negras a lo peor del litoral

Ecologistas en Acción identifica los 48 casos más graves de contaminación y mala gestión de la costa española

Miércoles, 14 de junio 2023, 13:26

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Ninguna sorpresa en unas distinciones ambientales de las que nadie puede sentirse orgulloso: el Mar Menor y la bahía de Portmán, junto con la Sierra Minera, han recibido este miércoles las banderas negras que cada año reparte Ecologistas en Acción para señalar los enclaves más deteriorados de la costa española. Otros 46 espacios, como Cala Mosca (Orihuela Costa), el Delta del Ebro (Tarragona) y la bahía de la Concha (San Sebastián), acompañan a la maltratada laguna de la Región de Murcia y a la ensenada de La Unión en la lista de lo peor del litoral.

La organización ecologista difunde esta lista desde el año 2005, con dos banderas negras por cada provincia, comunidad y ciudad autónoma; una por contaminación y otra por mala gestión. El resultado del informe es un retrato poco amable de los 8.000 kilómetros de costa española

El Mar Menor y la bahía de Portmán aparecen de forma recurrente, desde hace años, en la lista anual de las banderas negras. En el caso del humedal, por la contaminación de vertidos agrarios, urbanos y mineros, junto con las agresiones urbanísticas, que lo tienen al límite desde hace décadas, y en definitivo 'shock' ambiental desde la primavera de 2016, cuando se desató el proceso de eutrofización conocido como 'sopa verde', y al que seguirían dos episodios de muertes masivas de peces por anoxia (falta de oxígeno en el agua), sucedidos en octubre de 2019 y agosto de 2021.

La situación de la bahía de Portmán también es bien conocida: colmatada por miles de toneladas de estériles contaminantes procedentes de la Sierra Minera, con una superficie de 70 hectáreas ganada al mar, la coqueta ensenada unionense sigue enfangada desde que se cortara el chorro tóxico el 30 de marzo de 1990. Los diferentes proyectos de descontaminación se han superpuesto sin apenas avances por cambios de criterios técnicos, problemas de presupuesto y dudas acerca de cómo abordar los trabajos. Treinta años después, el Portus Magnus de los romanos sigue dando vergüenza ambiental.

«Aunque cada año se observan problemáticas similares a las anteriores, uno de los mayores problemas que se identifica en el informe es el de la turistificación y urbanización de nuestro litoral», explica Ecologistas en Acción. De las 48 banderas otorgadas este año, el reparto en función de su naturaleza es el siguiente:

1. Urbanización de la costa, a veces incluso invadiendo el Dominio Público Marítimo-Terrestre (17).

2. Vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración (12).

3. Contaminación química, lumínica y/o acústica (6).

4. Afecciones a la biodiversidad (6).

5. Acumulación de basuras marinas (3).

6. Dragados y ampliaciones portuarias sin justificación (2).

7. Otras (2).

«En esta ocasión aparece por primera vez una problemática que hasta ahora no se había denunciado: la proliferación de playas caninas designadas sin una evaluación previa de impacto ambiental. Es el caso de la playa de A Calzoa, designada como playa canina sin haber previsto el grave impacto ambiental que se ha generado, por la que se ha otorgado una bandera negra al Ayuntamiento de Vigo», señalan los ecologistas. «Pasear con perros por entornos naturales se ha convertido en una actividad muy popular en todo el mundo, que plantea una serie de problemáticas medioambientales y desafíos que deben ser abordados de manera responsable por parte de las administraciones y de la sociedad», insiste Ecologistas en Acción.

Según Ecologistas en Acción, «no se trata de demonizar a ningún animal, ni a las personas que los acompañan, sino de entender la interacción que se produce con otras especies, principalmente con las aves, que perciben al perro como predador y éste a ellas como presa. Cuando permitimos que un perro persiga a las aves, aunque no las atrape, causamos en ellas un importante estrés, les impedimos o dificultamos la obtención de alimento, las privamos de descanso y las obligamos a invertir un elevado gasto energético en tener que huir». En la costa de la Región, esta situación indeseada afectaría al chorlitejo patinegro, que cría en los arenales de los parques regionales de Salinas de San Pedro y Cabo Cope-Calnegre.

El informe cita «casos de mejoras que se han logrado gracias a la movilización ciudadana y de las organizaciones ecologistas». Algunos de los proyectos perjudiciales para el entorno y paralizados son los siguientes: la futura construcción de la nueva depuradora de Barbate (Cádiz); el arreglo del emisario más las obras de puesta a punto del tratamiento terciario en Roquetas de Mar (Almería); la limpieza de la playa Hípica en Melilla; y las iniciativas políticas, administrativas y judiciales espoleadas por la presión social llevadas a cabo en el Mar Menor.

«Celebramos estas mejoras, pero tenemos que hacer hincapié en que los atentados ecológicos se seguirán reproduciendo mientras prevalezca el crecimiento económico sobre cualquier otro criterio y el respeto ambiental brille por su ausencia. Sin una economía planificada y bajo control democrático, la vida siempre saldrá perdiendo», afirma Ana Aldarias, portavoz de Ecologistas en Acción.

Informe completo en este enlace.

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