Dolón consensúa retos y proyectos para Torrevieja con Mazón en la Generalitat
El PSOE sale satisfecho del resultado y Vox ve frustrada su aspiración de ser llave de gobierno por culpa de «la estrategia del miedo» del PP
Después de una arrasadora victoria del actual alcalde, Eduardo Dolón, la sensación, como no podía ser de otra manera en la ciudad salinera, es de continuidad y calma chicha tras un impás electoral en el que el navío de los populares apenas ha tenido que bregar con fuertes tempestades. A toda vela, los torrevejenses lo han catapultado a su tercer mandato al frente del Ayuntamiento, una vez más con la indiscutible confianza de que podrá hacerlo de nuevo con más placer si cabe.
Así lo reconocía el propio Dolón. «Torrevieja ha hablado con una contundencia tremenda». La candidatura se llevó nada más y nada menos que 12.640 votos, 2.000 más que en 2019, que se han traducido en ampliar esa mayoría absoluta en otros dos concejales. En ese sentido, Dolón agradeció de nuevo la confianza que hasta el último minuto pidió revalidar para emprender esos proyectos frustrados por imprevistos como la DANA, el temporal 'Gloria' y la pandemia.
Así pues, esta nueva legislatura de los populares, la novena del partido en la historia democrática de Torrevieja, se presenta si cabe más decisiva de cara a su electorado. «Se espera mucho de nosotros». Con una decena contratos electorales firmados con diversos colectivos, el deber ahora de Dolón es demostrar que, al contrario que han defendido sus rivales en campaña, será capaz de sacar adelante todos los compromisos que firmó en 2019 y, hoy por hoy, todavía no ha cumplido. «Nos ha faltado tiempo. Teníamos que priorizar».
El primer edil reconoce que no ha sido fácil esta legislatura y señala a la oposición por sus «insultos constantes y sus acusaciones de venta de humo» que, según Dolón, se han visto desacreditadas en las urnas. Entre los primeros pasos, asegura que ya ha aprovechado su llamada al más que probable próximo president de la Generalitat, Carlos Mazón, para que dé marcha atrás en la decisión del Consell de Ximo Puig de levantar un centro de menores en el centro para personas con discapacidad de Delfina Viudes. «Con el desdoblamiento de la CV-95 y la llegada del ferrocarril quien más se ha comprometido es el presidente Mazón», añadió sobre el líder autonómico de la candidatura popular, al que le unen fuertes lazos de amistad. Y fuentes del partido insisten una y otra vez que su elección como parlamentario en Les Corts no condicionará la continuidad de Dolón en la alcaldía. «Será alcalde sí o sí».
La victoria de Dolón deja , además, un ayuntamiento menos fragmentado y castiga de nuevo a antiguos integrantes del extinto pentapartito con dos únicas salvedades: Sueña Torrevieja y PSOE. La candidata socialista, Bárbara Soler, contra todo pronóstico, logró frenar la sangría de votos y se postula como indiscutible líder de la oposición con seis concejales, uno más de los que consiguió en 2019.
«Hemos capitalizado voto de la izquierda», advierte Soler. En este sentido, analiza que la fragmentación en la izquierda con la presencia también de la marca de Podemos (que tampoco rebasó la barrera del 5%) ha impedido a Los Verdes continuar en el Pleno. «No se debe a un mal trabajo, pues siempre se han caracterizado por hacer un buen papel», concede Soler a los de Israel Muñoz.
Asimismo, Soler dice que no le preocupa esta nueva mayoría de Dolón. «Sabíamos que veníamos a trabajar duro con el resultado que fuera», asevera consciente de que solo lleva al frente del barco tres meses. «Siempre he sido muy realista y no es fácil desarrollar un proyecto a dos meses vista».
El otro partido que gana espacio es Vox, aunque menos del esperado. Salvador Ruso llegaba también a última hora, pero con las expectativas muy altas y la esperanza de ser la llave que condicionara el próximo gobierno del PP. «Aspirábamos a cinco o seis concejales», confiesa el neumólogo.
A su juicio, «la estrategia del miedo» frente a un pentapartito «ya imposible» ha funcionado a la perfección y se ha traducido en una debacle de la izquierda. Y, en su caso, su error de cálculo vino por la auditoría interna que abogó por hacer en el Ayuntamiento con las subvenciones; entre ellas al bono consumo, del cual dijo que ya no tenía sentido al no existir la situación excepcional que lo motivó.
Por otra parte, el candidato de Vox asegura que su denuncia contra los contratos electorales de Dolón, «justificada», favoreció el relato «alentado del PP de que estaba dispuesto a pactar con la izquierda». «Si no hubiera denunciado, hubiera sacado mejor resultado, pero no me arrepiento. Si lo hubiera hecho alguien de mi partido, hubiera actuado igual», se ratifica.
Los Verdes se duelen de su traumática salida del Pleno
Sin duda la cara más amarga de la noche electoral la dejaron Los Verdes. La formación ecologista, con una larga trayectoria en la ciudad salinera, parecía que estaría por siempre, pero el 28-M les deparó el mazazo más duro. Desde el fin del escrutinio, apenas han salido a valorar el resultado, conscientes del tamaño de la debacle, han pasado de tres concejales a su expulsión fulminante del Ayuntamiento.
El candidato, Israel Muñoz, muy activo en la oposición con temas como la gestión del nuevo contrato de basuras, no ha visto compensado su esfuerzo por reflotar el partido tras el fin del pentapartito y la marcha de su histórico líder, el exalcalde José Manuel Dolón. «La derecha ha arrasado», reconoce.
Acostumbrada Torrevieja a no ver grandes participaciones en sus comicios locales, el domingo la participación subió en 1,74 puntos respecto a 2019. «Está claro que la izquierda no ha salido a votar en masa y la derecha sí. Entiendo que no hemos sabido ilusionar para que nos sigan apoyando en nuestros proyectos», se limita a analizar el candidato de Los Verdes, que abre un periodo de reflexión sobre el futuro de la formación. «El miércoles [mañana] lo veremos y valoraremos».
Menos decepción ha causado en Ciudadanos su desaparición. «Sabíamos que iba ser complicado», reconoce su candidato, Carlos Hurtado, que, a toro pasado, ya asume que lo de los suyos era «una muerte anunciada». «Ya se había instalado el pensamiento de que votar a Ciudadanos era tirar el voto a la basura».
Hurtado asegura que la consumación de la muerte política de su formación se dio ya por firmada tras el escrutinio y que ahora pensará en su futuro. «Voy a reflexionar para ubicarme, coger fuerzas y volveré para ver qué partido se ajusta más a mi ideario».