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Hinchas de Boca, en La Bombonera, antes de la ida de la final de la Libertadores. Reuters
Copa Libertadores

La policía deporta a un líder ultra de Boca

Maxi Mazzaro está considerado uno de los barra brava «más significativos y peligrosos» de Argentina

Amador Gómez

Madrid

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Jueves, 6 de diciembre 2018, 16:30

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La Policía Nacional deportó la noche del miércoles a Argentina, nada más aterrizar en el aeropuerto de Barajas, a Maximiliano Mazzaro, cabecilla de los ultras de Boca Juniors, considerado uno de los barra brava «más significativos y peligrosos» entre los hinchas radicales del equipo 'xeneize'. «Con numerosos antecedentes penales», entre ellos, su paso por la cárcel durante año y medio, acusado de ser partícipe necesario de un homicidio en su país en 2011, Maxi Mazzaro es miembro destacado de la facción disidente de 'La 12', la barra brava de Boca. En 2014 Mazzaro fue absuelto junto a uno de los dos jefes de la temida barra brava de Boca, Mauro Martín.

El otro líder de 'La 12', Rafael Di Zeo, fue autorizado el miércoles por un juzgado de Buenos Aires a viajar a España, pese a la prohibición de acceder a los estadios de Argentina y al Santiago Bernabéu, donde el domingo se disputará el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca. Rafael Di Zeo también ha estado en prisión en varias ocasiones y aún tiene dos causas penales abiertas, por lo que no puede salir de Argentina sin permiso de la justicia. Su abogado, sin embargo, aseguró que, tras la devolución de Mazzaro, Di Zeo no viajará a Madrid.

«Es importante el ejemplo que da España para estas cosas. Mano dura. Nosotros también necesitamos un poco», reconoció el veterano futbolista de Boca Carlos Tévez, mientras su compañero Darío Benedetto apuntaba que «si han permitido viajar a Di Zeo por algo será». «Bienvenido sea, porque es un líder histórico de la barra», llegó a decir Benedetto, aunque deseó «una final en paz» y «que aprendan de verdad en Argentina».

Como prueba de eficacia, Maxi Mazzaro ya está de vuelta a su país, tras ser detectado por agentes de la Policía Nacional en Barajas dentro del dispositivo puesto en marcha para garantizar la seguridad antes, durante y después de la histórica final de la Libertadores. El River-Boca debía haberse disputado en el Monumental de Buenos Aires, pero se jugará en la capital de España tras los violentos incidentes que se produjeron antes del encuentro de vuelta, con lanzamientos de piedras al autobús que trasladaba a los jugadores del conjunto 'xeneize'.

Durante cinco meses prófugo de la justicia, Mazzaro fue procesado y acusado hace un lustro por presuntamente participar en el homicidio de Ernesto Cirino, en el barrio bonaerense de Liniers, el 29 de agosto de 2011, tras una discusión vecinal. Él era uno de los ultras que más preocupaba a las fuerzas de seguridad españolas, que cuentan con la colaboración de la policía argentina con vistas al partido entre los archirrivales del fútbol argentino.

Mientras Mazzaro estuvo prófugo de la justicia, manejó los negocios de la barra brava de Boca por teléfono, según informó este jueves el diario 'La Nación'. «Mi tiempo en la barra ya pasó. Cumplí un ciclo. Tengo tres hijas y quiero recuperar el tiempo perdido. A mí todo esto me salió muy caro y maduré. Voy a seguir yendo a ver a Boca, pero desde una platea. A la barra, y lo digo en serio, no vuelvo nunca más», llegó a decir en 2014 Mazzaro, que tras su viaje a Madrid pretendía estar presente el domingo en las gradas del Bernabéu.

Queda libre el único detenido por el ataque al autobús de Boca

El único detenido por la agresión al autobús de Boca que provocó la suspensión de la vuelta de la final de la Libertadores el 24 de noviembre, fue liberado este jueves tras admitir su responsabilidad durante un «juicio abreviado» celebrado en Buenos Aires. Aunque Matías Firpo, hincha de River, fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión, fue puesto en libertad por carecer de antecedentes penales y en lugar de ir a la cárcel deberá cumplir 180 días de trabajo comunitario y asistir a un curso de convivencia. Tampoco podrá acercarse, durante dos años y cuatro meses, al Monumental, el estadio de River.

«Aceptó su responsabilidad. La fiscalía pudo comprobar que no es parte de la barrabrava de River y que no tiene antecedentes», destacó al canal C5N su abogado, Ricardo Vallejos. El letrado explicó que su defendido «mostró arrepentimiento y la magistrada tuvo en cuenta que es una buena persona, con trabajo estable y familia». Matías Firpo, de 31 años, admitió haber arrojado una botella que estalló en uno de los cristales del autobús de Boca a pocas manzanas del Monumental, cuando el vehículo recibió una lluvia de proyectiles de parte de hinchas violentos de River. La agresión provocó lesiones a varios futbolistas de Boca.

El abogado de Marías Firpo explicó que en las audiencias del juicio «se comprobó que el ataque fue accidental, que no estaba preparado». «Él no estaba parado esperando (al autobús). Iba caminando con tres amigos con los que va siempre a la cancha» cuando sucedieron los hechos. «Dijo que vio que tiraban (proyectiles) y él se enganchó (se sumó)», aseguró el abogado del aficionado del equipo 'millonario'.

El acusado fue arrestado tras ser identificado por los vídeos del ataque que se publicaron en redes sociales o que quedaron registrados en las cámaras de seguridad instaladas por el ayuntamiento de la capital argentina. Matías Firpo había cambiado su aspecto al cortarse el pelo y afeitarse la barba y se estaba mudando de domicilio en el momento en el que fue detenido.

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