Willy Hernángomez y el morbo del puente aéreo

En estos siete años muchos sucesos han alimentado la historia de odio entre los dos grandes de España, pero el suyo no es un simple capítulo más a un morbo que, a veces, no lo es tanto. Y es que, en la última década, hasta 18 jugadores han jugado tanto en blancos como blaugranas. Pero unos movimientos escuecen más que otros. Los que más, el del millonario retorno de Mirotic a Europa en 2019 de la mano del Barça y, ahora, el de Willy. También procedente de la NBA, también en el que puede ser el mejor momento de su carrera y, también, después de haber crecido en el Madrid desde su cantera, si bien su protagonismo antes de hacer las Américas era menor que el de Mirotic en su día.

«Hay que entenderle, pero yo nunca me iría al Barça», decía el mayor de los Hernangómez en 2019. Cuatro años después sigue defendiendo su madridismo. «Soy del Madrid, pero, al final, quiero jugar, sentirme importante y luchar por títulos». Y estas no son solo unas posibilidades que no le ofrecía una NBA, tampoco el Real Madrid. Y es que, para que Hernangómez se vista mañana por primera vez de barcelonista, primero el club blanco tuvo que rechazar igualar la oferta del eterno rival presentada por su nueva estrella, sujeta entonces al tanteo de su club origen.

Con 29 años, Willy Hernangómez pasa por el mejor momento de forma de su carrera. O eso dicen sus últimos veranos con la selección, donde fue creciendo bajo el ala de los Gasol desde su primer torneo, el Eurobasket de 2015, hasta su partida, en los Juegos de Tokio de 2021. Y, en su primer campeonato como amo y señor de la pintura, Willy echó la puerta abajo. España fue la improbable campeona del Eurobasket de 2022 y él, su MVP.

No ha llegado tan lejos en esta Copa del Mundo, pero Hernangómez ha vuelto a ser su mejor jugador. Ahora afronta su gran reto. Demostrar ese nivel durante toda una temporada, no solo en paréntesis de dos semanas, y cuando lleva sin jugar al menos 20 minutos de media por partido desde su cesión de 2015 en Sevilla. Y hacerlo, además, como nuevo villano oficial del madridismo.

«Se me ha mostrado cariño y voluntad para formar parte de esta nueva era. Buscaba un sitio donde ser feliz y poder jugar al deporte que amo, se junta todo en Barcelona. Estoy al cien por cien con el equipo. Mi mentalidad es ganar cada partido y me voy a dejar la piel en cada partido », manifestó ayer Willy en su presentación.