Rune y el físico niegan el trofeo a Carlos Alcaraz en Barcelona

A diferencia de jornadas pasadas en Barcelona, el sol apretó de lo lindo este domingo y el viento no hizo acto de presencia. Por si el cartel del partido no fuera suficiente, la meteorología añadía más ingredientes al suculento plato de la final del Godó. Ni una butaca libre había en la Rafa Nadal para presenciar una final generacional. Dos tenistas del 2003, frente a frente. Seis días separaron los nacimientos de Rune y Alcaraz. Mayor el danés, pero hasta ahora el más maduro en su juego ha sido el de El Palmar, que en esta edición del Conde de Godó disputaba la 24ª final de su carrera. Cinco derrotas en esos partidos por el título antes de llegar a Barcelona.

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La tensión era máxima para abrir la final. Mucho más certero Alcaraz de arranque, golpeando con limpieza la derecha. Así llegó su primera opción de rotura, aprovechada para tomar distancia a los pocos minutos de comenzar el choque. La reacción de Rune tardó un juego. Igualó el danés el partido y equilibró también las sensaciones. Los nervios pasaban al otro lado de la red. Era a Alcaraz a quien le costaba encontrar la pista. Apretó y apretó con el resto Rune, tanto que dispuso de cuatro puntos de set. Esquivadas todas ellas con maestría por parte de Alcaraz. Agobiado el palmareño, vio cómo en la quinta opción llegó la vencida para Rune. Ya fue en el desempate. Explotó el número 13, que no está viviendo una temporada positiva.

Dentro de un primer set igualado, el resto acabó marcando la diferencia. Ahí fue superior Rune, mucho más agresivo para llevar la iniciativa en los puntos. Con problemas Alcaraz para sorprender con el servicio, lo fio todo a los intercambios desde el fondo, incidiendo en la derecha de Rune, seguramente el punto más débil del danés. Con ese set cedido, Alcaraz cerraba una racha maravillosa en el Godó de 22 mangas ganadas de manera consecutiva. Le tocaba ponerse el mono de trabajo al murciano para remontar, algo que hacía mucho tiempo que no afrontaba en Barcelona.

El fisioterapeuta tuvo que hacer acto de presencia tras la reanudación. Apareció para atender a Carlos Alcaraz, que incluso abandonó la pista para recibir tratamiento. Volvió a la pista a la carrera el murciano. Han sido dos semanas de mucha exigencia física para Alcaraz, que llegó a Barcelona sin prácticamente tiempo de reposo después de levantar el trofeo en Montecarlo. El aviso de su psoas fue a más, tanto que acabó invadiendo su juego. Se dejó llevar Alcaraz hasta el final, ya con la toalla arrojada. Esta vez el trofeo lo levantó Rune, vencedor en el primer partido que pierde el de El Palmar después de 14 triunfos consecutivos en la ciudad condal. Un triste final a dos semanas repletas de buenas noticias tras triunfar en el Principado y llegar a la última ronda en Barcelona. Sabor agridulce a un duelo muy esperado, por fin en una final, que amenaza con repetirse muchas veces en partidos de este tamaño en el futuro.

En el aire ahora la presencia de Carlos Alcaraz en Madrid después de terminar con problemas físicos su periplo por Barcelona. En las próximas horas se someterá a pruebas para confirmar el estado del aductor de su pierna derecha. En todo caso, descansará el tenista de El Palmar un par de días antes de volver a coger la raqueta y empezar a trabajar en las instalaciones de la Caja Mágica, si finalmente se encuentra apto físicamente para competir.