Intenta llevarse del hospital a golpes a su bebé, nacido con síndrome de abstinencia
El detenido entró con una navaja y fue reducido por padres, enfermeras y guardias
F. CARRERES
Miércoles, 15 de julio 2009, 10:32
No hubo miedo ni violencia capaz de contenerla. Finalmente, fue una enfermera, veterana en la Unidad de Neonatos de La Arrixaca, la que salvara como una leona que defiende a sus cachorros a uno de los bebés ingresados que se encontraba en peligro. El violento suceso se produjo el lunes, sobre las tres de la tarde, en la Unidad de Neonatos, donde estaban ingresados a esa hora medio centenar de bebés. Por la mañana, los Servicios Sociales habían comunicado a los padres de un bebé, que había nacido unas semanas antes con síndrome de abstinencia, que no podrían llevárselo. El niño había superado ya sus dolencias, pero los ServiciosSociales habían decidido que los padres no podían ocuparse de él de momento.
Los padres montaron en cólera, y aguardaron hasta el relevo del personal, cuando las enfermeras se encontraban intercambiando información sobre los bebés, para colarse en la sala. Entre tanto, el hospital, alertado y en previsión de que la familia pudiera dar problemas, había apostado un guardia de seguridad en la sala, donde se encontraban además varios padres de otros bebés. Sin embargo, nadie esperaba una reacción tan violenta.
Armado con un cuchillo, el padre del bebé entró en la sala acompañado por varios familiares más, arrancó a su hijo de la cuna por la fuerza y comenzó a golpear a las enfermeras que trataban de arrebatárselo. «Hubo momentos de riesgo para el bebé, el nivel de violencia y agresividad del padre era muy alto», aseguraba ayer el gerente de La Arrixaca, Manuel Alcaraz.
La brutalidad del agresor, que fue detenido después, era tal, que el guardia de seguridad y los padres que se encontraban visitando a sus hijos también tuvieron que intervenir, mientras el hombre seguía forcejeando con el bebé en brazos. Entre tanto, se personaron en la sala otros tres guardias de seguridad y se dio aviso a la Policía Nacional.
En un momento de descuido, una de las enfermeras más veteranas del servicio logró poner a salvo al bebé, que apenas ha cumplido dos meses y nació prematuro y con otras complicaciones derivadas del síndrome de abstinencia, de las que ya se había repuesto. La Policía Nacional detuvo después al agresor, que llevaba guardada una navaja. El bebé no sufrió ningún daño a pesar de que el forcejeo duro varios minutos.
La Gerencia del Hospital mantiene activado el protocolo contra agresiones a personal sanitario, que incluye refuerzo en la vigilancia y asistencia sanitaria, psicológica y jurídica a los agredidos, que ayer ya estaban trabajando.