¿El calor es de izquierdas o de derechas?
Llego de vacaciones y me encuentro con un sol grande, mofletudo y leonino, al que encima hay que dar las gracias porque es lo único ... que distingue la noche del día por una razón sencilla: la temperatura no cambia, es la misma. El sopor es tremendo, el sudor constante, el salpicadero del coche parece lava y las cosas se desdoblan a lo lejos en la carretera formando neblina por efecto del calor, como si el asfalto flotara difuminado sobre sí mismo. Les presento a 'Caronte', que ahora los anticiclones tienen nombre. Eso sí, no sé usted, pero yo aún no sé si tengo calor. ¿La razón? Estoy esperando qué dicen nuestros políticos. ¿Tener calor es de izquierdas o de derechas? Ya sabemos que ahora todo se politiza. Así, en los últimos tiempos hemos descubierto que los carriles bici son de progres y llevar coche muy de derechas (como dice Rubén García Bastida), que el medio ambiente es de izquierdas y la agricultura de derechas (quién lo iba a decir, mis abuelos fueron de campo y siempre consideraron la tierra y la humildad de sus gentes banderas de la izquierda), y que elegir cómo quieres morir es de progres y los cuidados paliativos de derechas. Eso sí, aún no sabemos si tener calor es de izquierdas o de derechas. Ninguno lo ha aclarado en esta campaña, por eso espero a que hablen.
Claro que, para lo que dicen, es mejor que estén callados. En la semana de Alcaraz, el podemita Echenique lo ha felicitado así: «Impresionante. Y que le haya ganado a un ultraderechista, putinista, amigo de genocidas serbios y terraplanista antivacunas hace que la maravilla sea todavía más maravillosa». La hipérbole hasta como forma de felicitación, la estridencia en lo que debiera ser solo aplauso, chirría y deja claro dos cosas: una, o bien que el calor, como decía Camus, estraga las mentes, o bien que algunos no dan para más, ni en caliente ni en frío; y dos, cada vez tengo menos ganas de votar. ¿Será por el calor o será por estas cosas?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión