Carmen Carmona: «No tengo dudas de que va a ser un trampolín enorme para mi carrera»
La joven cantaora cordobesa Carmen Carmona, de Benamejí, tiene 22 años y estudia cuarto curso de Relaciones Laborales en la Universidad de Córdoba y ... con el pensamiento de hacer el grado superior de Cante Flamenco. La cordobesa, que tenía ya el trofeo en sus manos y estaba exultante mientras respondía a LA VERDAD, comenzaba a disfrutar el gran sueño de su gran noche de verano.
–¿A quién le quiere dedicar este premio?
–A mi familia. Sin ellos nada de esto sería posible. En especial a mi madre, que es mi mano. Sin ella no cantaría, se lo debo todo.
–¿Recuerda el primer momento encima de un escenario?
–La primera vez que yo canté en público fue una saeta, a los 11 años, en Benamejí, mi pueblo, y después llegaron los recitales flamencos.
–¿A qué cantaores jóvenes admira?
–Me gusta muchísimo Miguel Poveda; Argentina me encanta, tengo un amplio abanico.
–Y de los clásicos, ¿en qué aguas bebe?
–Yo no puedo pasar sin mencionar a la Niña de los Peines. Sin Pastora, mi cante no sería como es, porque ha sido y sigue siendo mi gran inspiración.
«He visto bastante nivel en el concurso; tenía mucha presión aunque yo he salido muy tranquila»
–¿Cómo ha visto el concurso?
–La verdad que he visto bastante nivel. Aunque tenía mucha presión yo he salido muy tranquila. Estaba segura de mis cantes y de lo que lo iba a hacer.
–¿Cuándo decidió presentarte al concurso?
–El año pasado ya vine y gané el primer premio de cantes rítmicos, y como vi que había tenido posibilidades de llegar a la final, este año volví a probar suerte.
–¿Qué le parece la fusión flamenca?
–Es tan respetable como todos los estilos, también puede enriquecer el flamenco y atraer a más jóvenes al flamenco, pero creo que no debemos confundir flamenquito con flamenco.
–¿Cree que este gran premio le abrí puertas?
–Estoy segura de que sí. No tengo dudas de va a ser una ventana amplia y un trampolín enorme para mi carrera y para mi promoción artística.
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