Manuel Segura: «Conforme avanzas en la profesión atas cabos e intentas que no te vendan burras ni motos gripadas»
«Llevo más de 40 años en RTVE, y me jubilaré con 63 años, como ha hecho la gente que ha llegado a esa edad y se ha acogido a la oferta de la empresa. Podría aguantar más, pero me voy porque creo que me lo merezco», asegura el periodista del Centro Territorial de Radio Televisión Española (RTVE) en Murcia
El perfil de Manuel Segura Verdú (Alguazas, 1962) en Linkedin tendrá que ser actualizado en breve por jubilación. El periodista, exdirector del Centro Territorial de ... Radio Televisión Española (RTVE) en Murcia, se jubila. Fue también director de los Servicios Informativos y Programas de TVE en La Rioja y de RNE en Andalucía y Aragón. También ha colaborado como corresponsal y articulista en distintos periódicos como LA VERDAD, y agencias de noticias (EFE, Europa Press y Otr-Press).
–En enero de 2026, si no hay contratiempos, le llegará la jubilación.
–Tengo 63 años, y en enero la empresa me ofrece la posibilidad de jubilarme. ¡Ya llevo más de 40 años! Ten en cuenta que yo entré en el 84 a trabajar en la radio, y este año he cumplido 41 años. Me iré con 63 años, como ha hecho la mayoría de gente que ha llegado a esta edad y se ha acogido a la oferta. Yo podría aguantar más, pero me voy fundamentalmente porque creo que me lo merezco.
–¿De qué tiene más ganas?
–De no someterme a horarios y de funcionar un poco a mi aire. Voy a seguir vinculado al periodismo, seguiré colaborando con LA VERDAD y si me llaman de alguna emisora yo colaboraré. Ya lo que me cansa es el día a día.
–Todo llega...
–Lo que hacemos ya, por lo menos en un centro territorial de RTVE, donde estamos muy limitados, son dos informativos al día. ¿Y qué cabe en un informativo? Como mucho, una pieza de un minuto y medio. Yo estoy haciendo entrevistas en Radio Nacional porque me gusta, porque me puedo explayar y conocer gente, pero en TVE estamos muy encorsetados, y no me apetece prolongar más esta situación.
«Pepe Freixinós, un personaje, redactor de RNE que era cura, y escribía en 'Hoja del Lunes', me hizo una entrevista y la tituló: 'El más joven de los directores de Radio Nacional'»
–Se considera más un hombre de radio.
–Sí, soy más un hombre de radio. Llegué a la televisión de forma un poco accidental, pero tampoco es que me arrepienta. A la televisión todavía no le he encontrado el punto. La televisión necesita mucha gente, no eres tú solo. En la radio eres tú y el técnico, y en la tele intervienen muchas manos. Yo me voy con 41 años fantásticos, me considero una persona afortunada porque he trabajado en lo que me ha gustado y, además, me han pagado. He tenido oportunidad de viajar y oportunidades de cambiar de sitios.
–Fue director de una emisora de Radio Nacional realmente joven.
–Sí, con 25 o 26 años, cuando apruebo las oposiciones, al año o año y pico me ofrecieron ser director de una emisora de RNE. Pepe Freixinós, un personaje, redactor de RNE que era cura, y escribía en 'Hoja del Lunes', me hizo una entrevista y la tituló: 'El más joven de los directores de Radio Nacional'. Llamó incluso a Madrid para confirmarlo. Fue en Alcañiz. Me fui a Teruel, me llevé allí a mi familia. Imagina lo que es llegar allí sin conocer a nadie... De ahí me fui a Zaragoza de jefe de informativos de RNE. Estuve cinco años allí, pienso que fueron los mejores de mi vida profesional y casi te diría que de la personal.
En tragos cortos
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¿Taurino? Yo no entiendo de toros, pero me tocó hacer crónicas, con Mariano Molina al lado, que me decía qué había hecho cada torero y lo que había que destacar, y entraba en los boletines y daba el cante perfectamente.
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¿Qué valora más? El periodismo me ha permitido estar en primera línea de muchos acontecimientos, tener ese termómetro y saber valorar cada cosa en su justa medida. El periodismo me ayudó a poner los pies en el suelo.
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¿Qué echa de menos? Ver en las tribunas de los parlamentos a buenos oradores. Es que yo he conocido a Joaquín Garrigues Walker, a Pedro Antonio Ríos, a Juan Ramón Calero, a Ciriaco de Vicente, a Ricardo de la Cierva, a Antonio Pérez Crespo, a Miguel Navarro, a José María Aroca... y los comparo con gente que vino después y es que no hay color.
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Un personaje histórico John Fitzgerald Kennedy.
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Un libro para el verano Estoy leyendo 'Yo no soy esa que tú te imaginas', de Miguel Fernández, sobre nuestra paisana Mari Trini.
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Una canción 'El sitio de mi recreo', de Antonio Vega.
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–Y de Zaragoza a Logroño...
–Sí, me fui a televisión en Logroño, porque a raíz de ganar las elecciones Aznar (PP) en 1996, cambiaron a la gente que había en puestos directivos en la última etapa de Felipe González (PSOE). Me ofrecieron irme de jefe de informativos a La Rioja, y me fui. Otro traslado. En Logroño nació mi hijo, el cantante [Carlos Segura, popular por su nombre artístico, Malva, que suena estos días en todas las emisoras por su último tema con la italiana Enula, 'Ciao amore'; fue nominado como artista revelación de LOS40 Music Awards 2024 y nominado al Mejor Álbum de pop/rock del 2024 por los Premios de la Academia de la Música]. Después de nacer Carlos ya decidimos volver a Murcia. Estuve un tiempo con Paco García en RNE, qué gran tipo, y me ofrecen irme a Sevilla de jefe de informativos de RNE en Andalucía, y me fui dos años. Y cuando acaba ese periplo, Pity Alarcón, majísima, me convence de volver a Murcia, a la tele, y regreso. Pity se jubiló y me nombraron a mí director, estuve cinco años, un día ceso y he seguido de redactor hasta el día de hoy.
Hacer equilibrios
–Entre medias hubo un intento frustrado de volver a Aragón.
–Te contaré lo que pasó. Me vino a ver a Murcia el director de emisoras territoriales, me propuso irme de director a Zaragoza donde yo había estado ya de jefe de informativos, y le di el sí, de hecho. Pero un delegado del Gobierno que había en Aragón entonces, hablamos de la época de Aznar, con el PP, pensó que cómo le iban a mandar a alguien de Murcia con el follón que tenían montado con el trasvase del Ebro... Y aquello se vino abajo. José Antonio Sentís, director de RNE entonces, vino a Murcia en una visita, me cogió en un aparte, y me dijo que sabía que me habían hecho una faena y que me tenía en cuenta; a la semana siguiente me ofrecen Albacete, al mes me ofrecen Málaga... y rechacé las dos ofertas. A la tercera me ofrecen la jefatura de Informativos de RNE en Andalucía, y estuve en 2003 y 2004 en Sevilla, me fui yo solo, la familia la dejé aquí. Había que hacer muchos equilibrios porque en Madrid gobernaba el PP y en Andalucía el PSOE. Estaba Manuel Chaves de presidente y Gaspar Zarrías de vicepresidente, y traté de ser equilibrado y no tuve ningún problema. Eran diez emisoras, imagina el jaleo para meterlo todo en un informativo.
–¿Fue periodista vocacional?
–Mi padre fue funcionario del Ayuntamiento de Alguazas y luego de la Cámara Agraria Local. De joven, yo escribía, hacía redacciones en el colegio. Cuando estaba estudiando bachillerato, mi padre me dijo que era amigo del director de 'Hoja del Lunes', un abogado y periodista que se llamaba Diego Martínez Peñalver. Si no me equivoco, este hombre fue el padre del arquitecto Vicente Martínez Gadea. El caso es que yo tenía entonces 17 años, y me hicieron corresponsal de 'Hoja del Lunes' en Alguazas, me dieron un carné con el sello de la Asociación de la Prensa, iba a los plenos del Ayuntamiento y a los partidos de fútbol... y por ahí salió mi vocación. Yo no pensé nunca dedicarme a la radio, porque me gustaba más la prensa escrita.
–Usted no estudió Periodismo.
–Yo no estudié Periodismo. Termino el bachillerato, y un día aparezco por Radio Juventud por un tema que había en mi pueblo. Yo era entonces corresponsal de 'Línea'. El director de Radio Juventud, Adolfo Fernández, un personaje, me dijo que siguiera viniendo por allí con mis temas. Al poco tiempo me hacen un contrato de programas, me daban 30.000 pesetas en el año 80, que era dinerillo para un jovenzuelo. Yo quería estudiar Periodismo, pero al final pensé en quitarme la mili primero. Trece meses de servicio militar, primero en Gerona, luego en un regimiento de infantería de Tarragona. Cuando vuelvo de la mili, con 20 años, aquí había un periodista que había aprobado la oposición en la radio, Toño Criado, que quería volverse a Madrid, y Adolfo me dijo que con la marcha de Toño podían ofrecerme un contrato de tres años que iba a ganar lo mismo que si fuera de plantilla. ¿Qué hacía yo? Pues me quedé, pues me hubiera tenido que ir a Madrid o Barcelona a estudiar, y aquí me pagaban una pasta, 120.000 pesetas en el año 82 y 83, y eso no lo ganaba tanta gente. En la radio la mayoría de gente eran buenos profesionales, y no eran periodistas lo que había.
«Adolfo Fernández Aguilar fue el que me dio el empujón, el que me dijo, 'tío, tú vales para esto', fue testigo en mi boda. Él me dice siempre que soy como su cuarto hijo»
–¿De quién aprendió el oficio?
–De Martín Noguerol, de Enrique López, del propio Adolfo Fernández, de Diego Pedro López Acosta, que fue jefe de programas y colaborador de LA VERDAD, y ha muerto no hace mucho, fue prácticamente mi maestro. Pero Adolfo fue el que me dio el empujón, el que me dijo, 'tío, tú vales para esto', fue testigo en mi boda. Él me dice siempre que soy como su cuarto hijo.
–Fue padre muy joven.
–Sí, con 23 años. Cuando surgen las oposiciones, yo me tiro allí de cabeza, ya me había presentado dos veces, y había suspendido porque eran difíciles y se presentaba mucha gente mayor y con experiencia. Y aprobé y metí cabeza en la radio, ya tenía 25 años, y llevaba experiencia en la radio. Radio Nacional al principio tenía publicidad porque era el resultado de la fusión de Radio Cadena y las emisoras tenían publicidad, y había que gestionar todo eso y bregar con el personal, me tuve que curtir pronto en la gestión.
–Cuando llega a la emisora de Zaragoza usted sustituye a Pepa Bueno, que con el tiempo sería directora del diario 'El País'.
–Pepa era la jefa de informativos de Radio Nacional a la que yo sustituyo, tuve una relación magnífica con ella porque ya nos conocíamos de antes. Me dejó su casa en Zaragoza quince días hasta que yo encontrara piso allí. Siempre ha sido muy amable conmigo, y ahora va a presentar el Telediario en Televisión Española. Yo tenía 28 años, y muchos pensaron qué podía enseñarles aquel muchachito, pero me gané el respeto de los compañeros, aprendí y trabajé mucho en ese tiempo.
No intentar dar lecciones
–En estas cuatro décadas ha descubierto fortalezas y debilidades de usted mismo. ¿Cuáles son?
–Yo he intentado ser constante. He intentado no pisar a la gente, he intentado no dejar muchos cadáveres en el armario en la mayoría de los sitios en los que he trabajado. He tenido algún que otro conflicto, pero la constancia, mostrarte como eres, intentar no dar lecciones de periodismo todos los días, respetar a la gente por su veteranía... Y mis debilidades... no soy perfecto, he intentado ser riguroso y muchas veces me equivoqué, pero conforme avanzas en la profesión atas cabos e intentas que no te vendan burras ni motos gripadas. En el fondo no me ha ido del todo mal.
–De todos los personajes legendarios... ¿a quién destacaría?
–Al murciano Joaquín Soler Serrano, un periodista legendario, sin duda. Lo conocí en Murcia, lo trajeron de pregonero de Moros y Cristianos, iba por la Gran Vía, y estaba en la cafetería Dublín con Pepe Freixinós. Esa mañana Pepe me propuso presentar a Soler Serrano antes de que diera el pregón en el Siete Coronas, cómo iba a decir que no, era un comunicador alucinante. Hace poco vi una entrevista que le hizo a Fernando Fernán Gómez y es un gusto escuchar a gente que sabe preguntar y escuchar. Recomiendo sus entrevistas a Borges, a Juan Rulfo, a Plá, a Cortázar... su legado es una maravilla. Recuerdo a Narciso Yepes, guitarrista y compositor lorquino, que vino a tocar a Murcia, y yo aparecí por allí con mi magnetofón en el Romea, me presenté para grabarle una entrevista, y me contó anécdotas suyas en Japón cuando iba a tocar. A Fraga lo entrevisté siendo yo un crío, venía de una campaña electoral en Andalucía en los 80, y alguien me dijo que a medianoche iba a parar en la estación de Alcantarilla. Iba con él Juan Ramón Calero. Bajó del tren, saludó a los prebostes, y me presenté como periodista de Radio Juventud, nos sentamos en un banco y le grabé una entrevista; me debió ver tan poca cosa que se apiadó de mí.
«Llamé a todos los hoteles, y en el Siete Coronas di con él, le dije al señor de recepción que llamaba de Radio Cadena, y me pasó con Serrat, y contestó él. Serían las 11 de la mañana, me presenté, y le grabé una entrevista»
–Serrat.
–A mediados de los 80 vino a actuar a Molina de Segura, y supuse que estaba en un hotel de Murcia. Llamé a todos los hoteles, y en el Siete Coronas di con él, le dije al señor de recepción que llamaba de Radio Cadena, y me pasó con Serrat, y contestó él. Serían las 11 de la mañana, me presenté, y le grabé una entrevista, y conservo todavía esa entrevista. Muchos años después, en su gira de despedida, solo ofreció una entrevista a la televisión pública porque es un firme defensor de los medios públicos. Esta última entrevista salió en el Telediario nacional, yo le recordé aquella entrevista cuando era un chaval, y me dijo que ojalá hubiera una tercera entrevista.
–¿Para qué ha tenido suerte?
–Para llegar hasta aquí porque otros compañeros no pudieron. Recuerdo a Jesús Jiménez, a Tomás Palazón, a Joaquín Rodríguez... Tantos cambios de destino me costó también lo mío, mi hija Cristina me preguntaba si ya no iba a poder ver más a sus amigas... En fin. La suerte del periodista quizás fue tener otras visiones de la jugada, pude conocer a aragoneses, andaluces, riojanos, murcianos, y tener a compañeros estupendos como Ana Radigales.
Un plan con la familia
–Un viaje pendiente.
–Quiero hacer un viaje con mis hijos a Teruel, Zaragoza y Logroño, no hemos vuelto en 30 años. Carlos nació en Logroño y no ha vuelto, de hecho le gustaría actuar allí. Ojalá pueda ir ahora que le apoyan tanto desde Los 40 Principales.
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