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Pedro de Leana, en su palacete del Balneario de Leana. Javier Carrión / AGM
Pedro de Leana: «A Obama le encantó el perfume que creé para él»

Pedro de Leana: «A Obama le encantó el perfume que creé para él»

Propietario del Balneario de Leana, en Fortuna, y V conde de San Jorge, es un balcón abierto de par en par

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Miércoles, 29 de agosto 2018, 03:04

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Propietario del Balneario de Leana, en Fortuna, y V conde de San Jorge, Pedro de Leana (Alicante, 1972) es un balcón abierto de par en par: dice lo que piensa y lo que siente como si solo le hablase a ese viento que a veces mece la cebada, y otras quisiese darse él también un baño medicinal antes de seguir, invisible, su camino. En su palacete, convive con exquisitas obras de arte y algunos perros callejeros. Distinto.

  • 1. ¿Un sitio para tomar una cerveza? -Café Teatro. Balneario de Leana. Fortuna.

  • 2. ¿Una canción? 'Te amaré'. Laura Pausini y Miguel Bosé.

  • 3. Libro para el verano 'El Kybalión', de Hermes Trismegisto.

  • 4. ¿Qué consejo daría? No doy consejos.

  • 5. ¿Cuál es su copa preferida? Margarita.

  • 6. ¿Le gustaría ser invisible? Sí.

  • 7. ¿Un héroe o heroína de ficción? Spider-Man.

  • 8. Un epitafio. «Solo lo que das es tuyo para siempre».

  • 9. ¿Qué le gustaría ser de mayor? Un niño.

  • 10. ¿Tiene enemigos? Sí.

  • 11. ¿Qué detesta más? Tacañería e hipocresía.

  • 12. ¿Un baño ideal? En los manantiales de Furnas, en Las Azores.

-¿Qué ha estado bien?

-Conocer mucho mundo. Nací en Alicante, a los diez días me bautizaron en la iglesia del balneario, me crié en Murcia y con 15 años me fui a Estados Unidos; de allí a Bélgica y de allí a... Hablo español, francés, ruso, inglés e italiano, y me puedo defender muy bien en portugués y en alemán; el holandés lo hablo al 50%.

-¿Qué le resultó curioso?

-Antes de cumplir los 25 años, me convertí en el primer cónsul de la república báltica de Lituania en Murcia, Valencia y Baleares; lo fui hasta el 2007.

-¿Qué decidió?

-A partir de 2009, empezar a hacerme más cargo del balneario directamente. Desde 1860 pertenece a mi familia, son ya cinco generaciones las vinculadas a este lugar. Es una joya que, además, arqueológicamente puede presumir de contar con la piscina romana más grande de todo el país.

-¿Qué está deseando?

-Encontrar la estabilidad en el amor. Mi última pareja ha sido el gran amor de mi vida, un amor que me llegó ya en una época de madurez. Yo lo quiero con locura, y creo que él a mí también, pero ambos no hemos sabido manejar la relación. Culturalmente -él es cubano- somos muy distintos. No sé lo que pasará, porque nos hemos separado y vuelto a juntar muchas veces. La última vez nos separamos con mucho amor pero siendo muy conscientes de que hay cosas en nuestra relación que no acaban de encajar.

«Un tío mío, que tuvo un rollo con Eduardo VIII de Inglaterra, me dijo que por qué no me casaba con una lesbiana para guardar las apariencias»

«Tuve un amor que me marcó mucho, que era de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ¡independentista total! Y ahí lo tenías: con un conde [risas]»

-¿A qué le está dando vueltas?

-Me he planteado ser padre, a través de un vientre de alquiler en Estados Unidos, como hacen muchos; he pasado por un proceso intenso de meditación, pero creo que no lo voy a hacer...; han estado unos amigos en casa con su hija pequeña, que cada vez que me llamaba tío Pedro se me caía el alma, y me he dado cuenta de que busca y demanda a sus padres las veinticuatro horas. Tengo dos opciones: o el niño o el balnerario, porque el balneario también me demanda muchísima atención. Lo que es verdad es que necesito dar amor, sentir que estoy amando a alguien, y también sentirme correspondido.

-¿Qué no es usted?

-No soy un gran empresario como Tomás Fuertes, pero no me quejo de cómo me van las cosas. Estoy contento y no dejo de idear proyectos; por ejemplo, con respecto al balneario, después de haber acabado la playa termal, en un par de años quiero que contemos también con una gruta termal con la que llevo soñando hace tiempo.

-¿Qué dejó de ser?

-Posesivo. Lo era en mi juventud, pero ya no. Cuando eres joven y te enamoras, quieres comerte a la otra persona, devorarla, pero conforme vas madurando aprendes a amar, y el amor es generoso. Si amas a otra persona, deseas lo mejor para ella, lo deseas incluso por encima de tus propios intereses. Yo estoy en esa etapa de la vida en la que creo que amo con generosidad, y por eso tengo tan buena relación con mis exparejas, porque quiero lo mejor para ellos.

-¿De niño cómo era usted?

-Tímido, asustadizo, lleno de complejos. No fue una infancia fácil, yo sé muy bien lo que es que los niños se rían de ti, y se metan contigo todo el tiempo, porque tienes pluma; no es agradable levantarte llorando porque no quieres ir al colegio.

-¿Qué no le parece bien?

-Pues..., por ejemplo, no me parece bien que saquen los restos de Franco [del Valle de los Caídos]. Creo que las izquierdas quieren ganar la guerra que no ganaron en su momento.

-Su familia sí la ganó.

-Antes de la Guerra Civil, a nosotros nos incautan a golpe de pistola el balneario entero. Y menos mal que el alcalde socialista de Fortuna avisó a mi tío-abuelo Salvador Talavera, casado con una Borbón y que estaba a cargo de la administración del balnerario, de que un piquete se dirigía a matarlos. Huyeron con lo puesto. Mi tío era capitán de aviación, pasó al bando de Franco y cuando se gana la guerra volvió aquí y lo primero que dijo fue: 'A ningún rojo se le va a tocar'. Espíritus generosos es lo que necesitamos.

-¿Dónde se sitúa políticamente?

-En el centro derecha.

-¿PP o Ciudadanos?

-Ciudadanos, no puedo olvidarme de que el PP se opuso al matrimonio gay, un avance que le agradeceré siempre a [Rodríguez] Zapatero. Y no entiendo esa postura, porque conozco a gente del PP que no ha salido del armario y que está en cargos muy importantes. En cualquier caso, tengo muy buenos amigos en todos los partidos, incluido el PP, aunque a mí el PP de Fortuna me ha machacado. Me opuse públicamente al alcalde Matías Carrillo y me masacraron. Fíjese que, incluso, tuve un amor que me marcó mucho, y que hoy es uno de mis mejores amigos, que era de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), ¡independentista total! Y ahí lo tenías: con un conde [risas]. Una vez vino al balneario, y al ver la gran bandera de España que teníamos aquí, en el palacio, dijo: 'Qué bandera tan grande'. Sin más. Al poco tiempo ganó Zapatero las elecciones y entonces ya sí que le pregunté que a qué partido había votado. 'A los míos, a Esquerra', me respondió.

Almodovariano

-¿A qué dijo que no?

-Un tío mío, que tuvo un rollo con Eduardo VIII de Inglaterra, me dijo que por qué no me casaba con una lesbiana para guardar las apariencias. 'Pues... porque no me da la gana', le respondí yo muy educadamente [risas].

-¿Alguna locura?

-[Risas] En 1999 organicé en el balneario una gala con 'drag queens' en la que participaron 400 abuelitos del Imserso. ¡Menuda zapatiesta se montó, se lo pasaron pipa! Fue almodovariano total.

-¿Qué tiene claro?

-Que todos lidiamos con los riesgos de la sociedad capitalista. Yo mismo, mañana puedo estar en la ruina.

-¿Qué está consiguiendo?

-Ser un poco menos impulsivo. Me estoy domando [risas]. Y como soy tan impulsivo, a veces meto la pata hasta arriba; pero en cuanto me doy cuenta, intento compensarlo. No soy mala persona, eso lo puedo decir bien alto. Creo que me conviene y nos conviene a todos ir haciendo el bien.

-¿Duerme bien?

-Duermo poco, bien pero poco. Tengo una mente hiperactiva. Mi psiquiatra, que es una mujer fabulosa a la que acudí porque a todos los que vamos acelerados se nos va un poco la pinza, y necesitamos que nos llamen a Tierra, me dijo que soy hipertímico.

-¿De qué está convencido?

-España no está preparada para ser una república.

-¿A quién le está agradecido?

-Mi padre me inculcó el amor por la Historia, por la Arqueología, por el Latín...; tiene 90 años y fue sacerdote jesuita. Nos llevamos divinamente, pero nunca he hablado abiertamente con mi padre de mi condición sexual.

-¿Y su madre?

-Era bastante crítica con la Iglesia, estaba peleada con Dios por lo mío. Una mujer muy bondadosa, muy generosa, de la que la gente guarda un excelente recuerdo. Yo he vuelto a ver a mi madre después de muerta, en una ceremonia de santería en Cuba. Entré en trance, se apareció y me dijo: 'Hijo mío, no te preocupes, yo estoy aquí y te voy a cuidar, no pasa nada'. Fue impresionante.

-¿Y sus perfumes?

-Mi perfume estrella es el 'Ibiza. La isla', una creación de 2016. He aplicado al fascinante mundo de los olores mi creatividad, y está siendo una experiencia apasionante. En 2007 me compré un apartamento en Manhattan y abrí una tienda con mis perfumes en la Quinta Avenida. Tenía muchos clientes millonarios. Un día apareció por la tienda un jefe del Partido Demócrata y me pidió un perfume personalizado para una cena de recaudación de un candidato de su partido a la presidencia de Estados Unidos. Se trataba de Barak Obama. Lo creé [se llama 'Barak Obama'], a él le encantó el perfume que hice para él y me autorizaron a utilizar el escudo presidencial en el frasco del perfume, en el que también aparecían los nombres de Barak Obama y el mío.

-¿Qué es una verdad verdadera?

-No soy el mejor perfumista de España, ni por asomo [risas].

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