«Me gustaría ser en todo como 'Harry el sucio'»
José Fermín Serrano, galerista
Suponiendo que usted se vaya a encontrar algún día cara a cara con Massiel, y que le dé por sacarla a bailar, ni se le ocurra hablarle, mientras se mueven al unísono, de su éxito en Eurovisión [en 1968]. Lo entenderán cuando lean lo que cuenta José Fermín Serrano (Melilla, 1957), propietario y director de la galería murciana La Aurora.
-¿Cómo está?
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1 -¿Un sitio para tomar una cerveza? -'El secretario'. Murcia.
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2 -¿Una canción? -'Rocket Man'. Elton John.
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3 -Un libro para el verano. -'La vida desaforada de Salvador Dalí'. Ian Gibson.
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4 -¿Qué consejo daría? -Deje de fumar.
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5 -¿Cuál es su copa preferida? -Aperol Spritz.
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6 -¿Le gustaría ser invisible? -¡Pues no!
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7 -¿Un héroe o heroína de ficción? -Tintín.
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8 -Un epitafio. -«Así tumbado no veo bien los cuadros».
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9 -¿Qué le gustaría ser de mayor? -Coleccionista.
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10 -¿Tiene enemigos? -Que yo sepa, no.
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11 -¿Lo que más detesta? -Las cosas imprevistas.
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12 -¿Un baño ideal? -El balneario de Fortuna, en invierno.
-Como diría la difunta Carmina [Ordóñez], ¡divinamente!
«No hay que alargar tanto la vida. A los 60 o 65 años tendríamos que dejar de vivir obligatoriamente»
-¿Deseando hacer qué?
-Pasar unos días de vacaciones en agosto y luego regresar a mi trabajo de galerista vendedor. No se me ocurre otra cosa mejor que hacer, ni nada que pudiese hacer mejor.
-¿Dónde no se iría?
-A un lugar sin wifi. Estoy todo el día enganchado al móvil. Y me iría a muchos sitios, pero durante muy poco tiempo. Ya le digo que mi sitio está en Murcia, donde vivo desde hace 24 años.
-¿Qué pinta en este mundo?
«Me vendo al mejor postor. Soy muy barato pero, a pesar de ser muy barato, nadie me ofrece nada [risas]»
-Nada. Creo que en el mundo nadie pinta nada. Por mucho que te creas la hostia, lo llevas claro porque no pintas absolutamente nada. Aquí estamos un ratito, y lo que hay que hacer es intentar no molestar mucho a los demás, hacerle la vida un poco mejor a los que tienes cerca, y esperar a irte. Y nada más. ¡Hombre, pintan algo más aquellos que, por ejemplo, descubren la penicilina o algo así de importante! Pero todos los demás somos absolutamente insignificantes.
-¿Y por qué nos creemos tan importantes?
-Porque estamos muy equivocados. Fíjese en Facebook: todos allí creyéndonos interesantes, queriendo ser famosos, pensando que hacemos cosas que pueden resultar atractivas a los demás. Y el 99% de lo que subimos son tonterías totales. Casi todo es una tontería.
-¿Qué le aporta la edad?
-Lo mismo que a todos: empiezas a fallar por todos lados. El problema de la edad es que duramos mucho. Tendríamos que durar bastante menos. Con 60 años, por ejemplo, si has llevado una vida más o menos normal, ya es más que suficiente. ¿Qué sigues haciendo aquí? ¿Para qué? No hay que alargar tanto la vida. A los 60 o 65 años tendríamos que dejar de vivir obligatoriamente; ¡no sé, que nos exterminasen a todos o cualquier cosa! No hay que continuar poniendo parches y parches para seguir y seguir.
-¿Qué no quiere?
-Tener que depender de nadie. Si llega ese momento, espero tener una pastilla que pueda tomarme y eliminarme. Y espero también tener valor para hacerlo, al margen de que esté o no permitido.
-¿Qué no hace ya?
-Tomar pastillas. Las tomaba a montones durante los años de mis dolores de espalda, que eran terribles. Pero desaparecieron y llevo cuatro años fantásticos. Cero pastillas.
-¿Bien qué le vino?
-Apuntarme a natación. Mano de santo.
-¿Qué es una lástima?
-Tener en la galería una exposición de Le Corbusier, que no es precisamente 'Perico el de los palotes', y que hayan venido cuatro gatos a verla. En fin.
-¿De niño cómo era?
-Muy malo. Vivía en Melilla, hijo de militar con una serie de privilegios: montábamos a caballo, hacíamos esgrima... Estábamos mezclados sin problemas raciales con los moritos y los judíos, y nos pasábamos el día pirateando por la calle de un lado para otro. Me ponía el bañado en julio y me lo quitaba en septiembre, apedreando perros y pasándolo bien. Todo el día por ahí sin tener que pedirle permiso a nuestros padres, porque sabían que estábamos seguros a cualquier hora. ¡Y las verbenas de los militares eran preciosas!
-¿Su padre se lo consentía todo?
-¡Qué va! En tu casa tenías una bronca a la mínima, a lo mejor por el hecho de que a comer te sentases en la mesa antes que él; o te caían tres hostias fijo cuando llegaban las notas. Pero, por otro lado, ya le digo, había mucha tranquilidad en las calles porque es que no ocurrían ni accidentes de tráfico.
-¿Su gran descubrimiento cuál fue?
-No sé si fue el primero, pero el que más me gustó fue el del sexo. El sexo me dejó embelesado, y todavía hoy me sigue dejando así.
-¿Qué recuerda que hizo?
-En cuanto llegué a Madrid, a estudiar, me puse también a trabajar en una galería. Me busqué la vida. En mi clase yo era el que tenía pasta, porque ganaba dinerito bueno con 20 años. Y si podías invitar a una niña a cenar una noche, ¡no veas tú las roscas que te comías!
-¿Qué le resultó un incordio?
-Me jodió mucho tener que ir la mili. No lo pasé mal, porque si siendo joven lo pasas mal, en el sitio que sea, es que eres gilipollas. Pero la mili te corta el rollo de manera salvaje.
-¿Qué es muy doloroso?
-La traición de un amigo.
-¿Usted qué no es?
-No soy un cursi, no soy el duro de la película, ¡ya me gustaría a mí ser ser en todo como 'Harry el sucio'! En el físico también, para ser tan guapo como Clint Eastwood. Ni meloso, ni cursi, ni relamido, pero tengo sentimientos.
-¿De qué está harto?
-De la chorrada de los 'influencers'.
-¿Qué es insoportable?
-El precio de las cigalas.
-¿Y muy necesario?
-Hacer las cosas que a mí me enseñaron en mi casa: tener un poquito de educación, procurar no ofender a la gente y ser amable y honrado, ser limpio e ir bien vestido... Cosas muy sencillas.
-¿Y el amor?
-Mucha gente se ha enamorado de mí, sí, sí, ¡aunque ahora ya menos! He sido un tío atractivo. Gustaba el que fuese distinto, un poco extravagante, otro poco canalla. Y así.
-¿Y en qué quedaba la cosa?
-¡Dependiendo!
-¿La soledad le desagrada?
-Antes de vivir solo, lo pensaba y me daba miedo, pero la realidad es que ahora vivo estupendamente. Lo importante es estar a gusto contigo mismo; si lo estás, lo estás solo o acompañado.
-¿Qué no hace ya?
-Me he maltratado muchísimo en todos los sentidos, pero ya no.
-¿El cuidado por dónde empieza?
-Por el coco: fuera remordimientos, odios y malos rollos. Y sigue por lo físico: comer bien, nadar, encontrarte guapo, dormir lo necesario...
-¿Qué no existe?
-No existen las rupturas pacíficas de pareja. Eso solo lo ves en las películas de Woody Allen.
Inglés
-¿Qué le gustaría?
-Una cabeza más amueblada intelectualmente. Tener una formación infinitamente mayor y saber inglés perfectamente; para mí es un trauma no hablarlo perfectamente. Me parece un horror.
-¿A qué dice no?
-A cualquier práctica deportiva. A partir de los 30 años, el deporte te pasa factura fuertemente, sin duda. Yo hago natación no en plan deporte, sino en plan rehabilitación. Y eso que yo, de jovencito en Melilla, competí en pentatlón moderno, que consiste en esgrima, montar a caballo, tiro, natación y carrera. El esgrima me ha gustado mucho.
-¿Cuál es su precio?
-Una peseta.
-[Risas]
-Me vendo al mejor postor. Soy muy barato pero, a pesar de ser muy barato, nadie me ofrece nada [risas].
-¿Hay un Más Allá?
-¡Claro que no!
-¿Alguna experiencia paranormal?
-Estuve bailando con Massiel una vez, hace muchos años. Le comenté su éxito con el 'La la la' y se pilló un mosqueo de la hostia. Era la época de la movida, cuando todos estábamos en los bares bastante calientes y con muchas copas siempre. Le dije que la admiraba desde lo del 'La la la' y me mandó a tomar por culo.
-¿Dónde prefiere viajar?
-Me gusta Europa. He estado en África, en Asia, en América... Y bien. Voy a Malí o a Kenia, por ejemplo, y reconozco lo bonitas que son las jirafas, pero ya está. Vista una jirafa, ¿para qué más? Prefiero Londres, Copenhague, París, Viena... Me interesan las ciudades con una buena oferta cultural. A París debo haber ido unas 250 veces.
-¿Se arrepiente de algo?
-De todo, prácticamente. Si pudiese empezar de nuevo, cambiaría toda mi vida sin la menor duda. Todo lo haría de otra forma.
-¿Su gran pasión?
-¡El arte!
-¿Mira al futuro con optimismo?
-No, esto no hay quien lo arregle. Aquí llevamos a palos, y matándonos unos a otros, desde hace no sé cuántos miles de años; así seguimos y seguiremos: mejorando los palos que nos damos, mejorando las hostias que nos damos. Esto no tiene ninguna solución.
-¿Y esta Región?
-Es una lástima, pero así es: no existe para el resto de España.