Los balnearios de Archena y Fortuna-Leana, polos de atracción para la alta sociedad de entre siglos
Imágenes y postales de los complejos dedicados al descanso y a la recuperación figuran en los fondos del Archivo Regional
Antes de la irrupción de los balnearios de costa como pequeñas pasarelas flotantes de privacidad en el mar, muy centrada en los inicios del siglo ... XX, los complejos termales de interior ya se habían convertido en destino de descanso y recuperación gracias a la construcción de hoteles e infraestructuras turísticas en sus cambiantes configuraciones.
Entre 1858 y 1936, los balnearios de Archena y de Fortuna-Leana levantaron las instalaciones necesarias para acoger viajeros y personalidades de todos los rincones de España, desde el Hotel León (1858) hasta el Levante (1878), pasando por el Hotel Termas (1868), en el corazón del Valle de Ricote, y desde el Hotel Balneario (1860) hasta el España (1936), pasando por el Hotel Victoria (1902), ya en el área oriental.
Lugares de refugio y asueto para la alta sociedad del siglo XIX y albores del siglo XX, ofrecieron una alternativa cierta a la oferta de sol y playa, extendida más allá de la época estival y una vez popularizada la actividad turística.
El Archivo General de la Región de Murcia (AGRM) no solo guarda expedientes e instantáneas de balnearios y pasarelas de baños autorizados en el dominio público marítimo-terrestre regional, sino que ofrece a investigadores y curiosos algunas de las imágenes que reconstruyen, para el aquí y ahora, la historia de estas dos joyas patrimoniales.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión