La 'trampa del pollo de corral': no es mejor que otro tipo de pollos

El pollo de corral no existe, por mucho que los supermercados quieran hacerlo creer. De hecho, los consumidores buscan en estos establecimientos la carne de pollo con esta denominación porque creen que es la más saludable. Supuestamente, procede de aquellos pollos que se han criado siguiendo el método tradicional, es decir, picoteando al aire libre. «En muchas ocasiones va acompañado de una carne de un color más amarillo, también asociada a la creencia de que es más 'natural'», explica Beatriz Robles, dietista-nutricionista y especialista en seguridad alimentaria a El Español. Además, la carne de pollo de corral es más cara que la del industrial. A pesar de ello, los consumidores están dispuestos a asumir el coste al considerar que están adquiriendo un producto de mayor calidad.

Para desconocimiento de muchos consumidores, lo cierto es que la legislación no contempla la existencia del 'pollo de corral' o al menos no en los términos que los ciudadanos han supuesto desde siempre. Esto quiere decir que el pollo que compramos en el supermercado, aunque aparezca con la especificación 'de corral', puede haber sido criado de la misma forma que uno industrial.

Según aclara Robles «el artículo 78 del reglamento 1308/2013 establece las denominaciones de venta de distintos productos. 'Aves de corral' es la aceptación genérica para un sector productivo que engloba preparaciones y productos de las especies Gallus domesticus, pato, pavo, ocas y pintadas. Todas ellas son 'de corral', independientemente de su sistema de producción».

Este tipo de pollo sí está recogido en la legislación española. De hecho, existen tres subcategorías: campero, campero tradicional y campero criado en total libertad. Mientras que los industriales se clasifican al cabo de los 28 días de vida, los camperos prolongan su vida hasta los 56 días. Por lo tanto, en términos nutricionales, estos últimos tienen unas mejores característias.

Similar veredicto obtienen los pollos ecológicos. «La producción es similar a la del campero criado en libertad (edad del sacrificio, acceso al aire libre durante una parte de su vida), con diferencias en cuanto a la alimentación (piensos ecológicos) y manejo (se prohíben prácticas como el recorte del pico)», apunta la especialista.