Descubre por qué no debes beber la cerveza en una jarra o un vaso helado
El calor ha llegado para quedarse y el truco infalible para acabar con las altas temperaturas es tomarse una bebida refrescante
LA VERDAD
Domingo, 19 de junio 2022, 11:24
El calor ha llegado para quedarse y el truco infalible para acabar con las altas temperaturas que trae el verano es beber una buena cerveza. Además de hacer una escapada a la playa o de comprarte el abono de la piscina del barrio, más de uno escoge las bebidas o helados como forma de refrescarse. Una de las bebidas preferidas de los españoles es la cerveza, por ello, debes saber en qué recipiente se debe beber.
Durante los días en los que más aprieta el calor, los españoles suelen pedir una cerveza en una copa helada, lo que se considera un gran error. Todo el que quiera refrescarse busca que su bebida y su recipiente estén lo más fríos posible. A veces, también ocurre que si el establecimiento en el que estás sentado está lleno y su capacidad de almacenamiento frigorífico no es muy grande puedes encontrarte con que tu cerveza no está a la temperatura adecuada.
Lo más importante de la bebida es la temperatura a la que se sirve y eso depende del tamaño, del formato en el que se pida y de la variedad que se elija. No es lo mismo una caña de barril que un botellín o una lata. La copa mantiene los matices de la cerveza y para que baje de temperatura antes de servirla es mejor humedecer debajo del grifo. Si se bebe directamente de la botella o de la lata se pierden los matices de aromas y sabores.
Por qué no debes beber cerveza en una jarra helada
Distintos estudios indican que la forma y el diseño influyen en el sabor, aroma y en la apariencia de la cerveza. No debes pedir una jarra o copa helada porque suelen estar en arcones en los que comparten sitio con otros alimentos congelados como pueden ser carnes o pescados y pueden coger el olor. La textura de la espuma también cambia al entrar en contacto con el líquido, rompe la armonía de la cerveza y baja el nivel de cremosidad.
Según explica en su blog José L. Corral, servir cerveza en vasos o jarras heladas apagará los sabores. «El hielo de la copa también altera la textura de la espuma». También insiste en que «el frío inhibe la volatilización de los compuestos aromáticos de las cervezas, convirtiendo una birra compleja en una cervecilla delgada y plana. El frío puede también alterar la claridad de una cerveza transparente y brillante, además de afectar a su textura hasta hacerla ligeramente áspera. Una temperatura excesiva también puede ocultar agradables propiedades».
Por este motivo, es importante conocer la temperatura adecuada para cada tipo de cerveza. Por ello, conviene que estén un poco más frías de lo necesario antes de servirlas para compensar los grados de diferencia con el vaso o incluso de las manos de la persona que la sirve.