El móvil de Laura Luelmo, prioridad para la Guardia Civil tras la detención del sospechoso

La Guardia Civil ya tiene claro que lo de Laura Luelmo fue un asesinato. El cuerpo sin vida encontrado en un paraje aislado del lugar en el que se le vio por última vez presenta un fuerte golpe en la cabeza, además de otras señales de aparente violencia en partes como el cuello, que podrían ser una señal clara de que Laura Luelmo intentó defenderse. Algunas de estas marcas podrían haber aparecido, asimismo, de forma posterior a la muerte en el momento en el que el presunto asesino trató de esconder el cadáver.

En estos momentos de la investigación y tras haberse confirmado la detención de un sospechoso que hizo un «movimiento sospechoso», la la Guardia Civil se ha puesto como prioridad la búsqueda del teléfono móvil de la joven profesora asesinada, ya que en él podrían estar las claves para resolver el caso. Por el momento, los investigadores aseguran que todavía no hay pruebas para incriminar definitivamente al detenido más allá de su actitud durante un registro que ha obligado a su detención para evitar una posible obstaculización en la investigación.

Para la reconstrucción de las últimas horas con vida de Laura y la búsqueda del presunto culpable de su muerte, los investigadores creen que es de vital importancia hallar el teléfono móvil de la maestra. Un repetidor recogió el miércoles 12 en torno a las 20.00 horas la última señal de su teléfono a nueve kilómetros de su casa de alquiler en la calle Córdoba de El Campillo, pero en dirección contraria en la que se ha encontrado su cadáver.

El objetivo es cruzar esta señal del móvil de Laura Luelmo con otros teléfonos que también fueran captados por la misma antena de telefonía, a la espera de que la autopsia y las pruebas de ADN del cuerpo y de la ropa de la maestra zamorana arrojen más información sobre las circunstancias que rodean a su muerte.

El cadáver de Laura Luelmo, tal y como ha trascendido, se halló después de que un voluntario encontrara prendas de una mujer, dando aviso a una patrulla de la Guardia Civil que trabajaba en el dispositivo. Los agentes encontraron a unos 200 metros del lugar del hallazgo de las prendas el cadáver de una mujer aparentemente joven en una zona de terraplén y matorrales.

Los agentes de la Guardia Civil están desplegados desde el mediodía en la calle Córdoba, donde vivía la joven, concretamente en el número 13. Fuentes de la investigación han confirmado que había previsto varios registros, aunque sin concretar en qué domicilios o bienes.