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¿Por qué debemos limpiar las latas antes de abrirlas? fotolia
¿SIRVE DE ALGO?: El motivo por el que deberías limpiar las latas antes de abrirlas
¿SIRVE DE ALGO?

El motivo por el que deberías limpiar las latas antes de abrirlas

Te explicamos las recomendaciones que deberías seguir antes de consumir una lata de refresco o un alimento en conserva

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Lunes, 15 de marzo 2021, 19:32

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¿Qué es lo primero que haces antes de beber una lata de refresco? Solo hay dos opciones posibles: la limpias o te la bebes sin miramientos. Si eres de los que optan por lo segundo deberías conocer los motivos por los que resulta conveniente limpiar estos envases antes de consumirlos.

Con la llegada de la Covid-19 hemos extremado las medidas de higiene y de precaución. Durante los primeros meses de la pandemia se le dio mucha importancia a la limpieza y desinfección de las superficies así como de los productos que adquiríamos en el supermercado.

Según un informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, publicado en mayo de 2020, advertían de que recientes estudios demostraba que el virus podía persistir “durante veinticuatro horas sobre el cartón y varios días en superficies duras, como el acero y los plásticos, en entornos experimentales (por ejemplo, con la humedad relativa y la temperatura controladas)”. Sin embargo, no hay evidencias que indiquen que el virus se propague a través de las superficies.

De hecho, cada vez se le da menos importancia a estas y más al contacto entre las personas, por lo que debemos continuar aplicando las 6 M que ha establecido el Ministerio de Sanidad: Mascarilla, 1,5 metros de distancia de seguridad, lavado de manos, menos contactos, más ventilación y me quedo en casa en el caso de que tenga síntomas.

A pesar de que no podamos contagiarnos del virus a través de los envases, es conveniente limpiarlos, al igual que cuando compras una prenda de ropa en una tienda la echas a lavar antes de darle un primer uso.

AESAN considera como medida de “precaución adicional” limpiar con agua y jabón los envases de cristal, de plástico y las latas. Además, desaconseja utilizar “desinfectantes para limpiar los envases ya que algunos son porosos y permiten el paso de la sustancia desinfectante, que podría contaminar el alimento, lo que conlleva un posible riesgo para la salud”.

También recomienda desechar “el embalaje exterior (por ejemplo, el cartón exterior cuando haya un embalaje de plástico interior) siempre prestando atención a información clave como la fecha de caducidad o de consumo preferente”.

Estado del envase

Antes de consumir una lata, ya sea una bebida de refresco o un alimento en conserva, no está demás que lo limpiemos el envase y nos fijemos en su estado, ya que normalmente este tipo de productos suelen durar mucho y se pueden tener durante largo tiempo almacenados, lo que puede provocar que les caiga suciedad.

Además de comprobar la fecha de caducidad, debemos fijarnos en que no se haya oxidado, que no esté abollado o le falte la anilla. En definitiva, que se encuentre en buenas condiciones. Una vez comprobado que todo está bien, no sólo basta con pasar una servilleta o un paño para retirar el posible polvo que le haya caído o suciedad acumulada. Para limpiarlo debemos aplicar agua y jabón antes de verterlo en un plato o vaso.

La lata aísla al producto del exterior pero al abrirlo puede entrar en contacto con posibles gérmenes y suciedad que haya en la superficie. Eso sí, hay que asegurarse de que hemos retirado bien el jabón antes de retirar la anilla.

Si vemos que la lata presenta irregularidades, la mejor opción es descartarla. Si estás en un bar o restaurante pide otra, mientras que si te encuentras en casa puedes tirarla a la basura.

No caer en bulos

La limpieza de los envases no es imprescindible y son poco probables los casos de intoxicación. Por ello no debemos caer en bulos como el de que las latas pueden albergar orina de rata o excrementos de otros mamíferos, insectos o aves que puedan hacernos enfermar.

De esta manera, limpiar las latas o los envases antes de consumirlos es una medida opcional de higiene contra la posible suciedad que se haya albergado en ellas y no como prevención del coronavirus ni de cualquier otra infección u intoxicación.

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