Un estudiante de odontología explica los hábitos que hay que evitar al cepillarse los dientes para no dañarlos

La higiene bucodental es fundamental para evitar muchos problemas. Por lo general, las personas tienen interiorizadas una serie de hábitos en lo que respecta al cepillado de dientes, ya que este es una tarea cotidiana que hay que realizar al menos dos veces al día o después de cada comida. El tiempo que dedicamos a ello, incorporar otros elementos, como el hilo dental, cambiar los cepillos con cierta regularidad para que no proliferen las bacterias en él o escoger una pasta adecuada, también son factores que influyen en el estado de la boca.

Sin embargo, hay cosas que hacemos porque creemos que son correctas, pero que realmente lo que provocan son el efecto contrario. Hace unos meses, el dentista y divulgador científico Simón Pardiñas, explicó en su cuenta de TikTok, que a pesar de las indicaciones de algunos profesionales de no enjuagarse con agua después de lavarse los dientes, esta creencia no tenía base científica.

Ahora, un estudiante de odontología, @carlosgon_ en TikTok, ha señalado, los hábitos o costumbres que ha dejado de hacer desde que estudia esta carrera y que «ni siquiera sabía que estaban mal y que eran perjudiciales», afirma. Lo primero que este joven señala es lavarse los dientes justo después de terminar de comer. Según explica, lo mejor es esperar unos 30 minutos y esto se debe a que «en la saliva tenemos un pH que es neutro y al comer este se vuelve ácido. Ese ácido es perjudicial para el esmalte y al cepillarse lo esparcimos por los dientes. Si nos esperamos unos 30 minutos, la saliva podrá hacer su función».

La segunda que incluye es cepillarse con demasiada intensidad, ya que esto puede causar la sensación de que los dientes quedarán mucho más limpios, sin embargo, más lejos de la realidad, esto lo que esto lo que hace es «dañar el tejido duro -el esmalte- y el blando -las encías-. »Este proceso se llama abrasión, que es, literalmente, el desgaste de la encía y el esmalte.

Probablemente, la tercera acción, es algo que muchos han hecho en más de una ocasión: morder los bolígrafos y lápices. Aunque esto no tiene nada que ver con el cepillado de los dientes, al hacerlo, sin darnos cuenta, «sobrecargamos los dientes y se pueden producir fracturas y desgastes» en las piezas dentales.

Por último, añade el hecho de ponerse demasiada pasta de dientes en el cepillo de dientes. «No hace falta poner un kilo, además me di cuenta de que tienen una marca, de un color distinto, que te indica la cantidad que tienes que poner». Por lo general, suele ser un tercio de la superficie de este artículo lo que se recomienda, ya que llenarlo no significa que la limpieza vaya a ser mayor y se desperdicia producto.

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