Cómo dejar de roncar y saber si se sufre apnea del sueño

Aunque son un tema recurrente para bromas, los ronquidos son un asunto muy serio. Cuatro de cada diez adultos roncan habitualmente, un problema que puede llegar a dificultar enormemente el descanso y provocar fricciones en la vida en pareja. Según datos divulgados por la farmacia 'online' DosFarma, los ronquidos afectan a la mitad de los hombres adultos y alrededor del 25% de las mujeres, en la mayoría de los casos de forma crónica.

Este fenómeno se produce cuando las vías respiratorias superiores se relajan al dormir y se estrechan, provocando que al expulsar el aire vibre la garganta, lo que causa un sonido característico que puede llegar a ser muy intenso. A mayor estrechez, o incluso si hay algún problema que obstruya las vías respiratorias, más potente será el ronquido.

Para averiguar cómo luchar contra los ronquidos, antes hay que identificar qué los provoca. A continuación te informamos de los motivos más habituales.

Hay personas que tienen una úvula demasiado larga o tienen el paladar blando hinchado. También una lengua muy grande o tener el tabique nasal desviado pueden provocar los ronquidos.

Son masas de tejido situadas en la parte posterior de la cavidad nasal. Su función es similar a la de las amígdalas, pues son parte del sistema inmunitario de los niños. Suelen desaparecer en torno a la adolescencia, pero a veces se inflaman o infectan, lo que dificulta la respiración de los pequeños.

Las dolencias que afectan a las vías respiratorias y las obstruyen (un resfriado o una alergia, por ejemplo) son uno de los motivos principales de los ronquidos, ya que no nos dejan inhalar con normalidad.

Si estamos muy cansados al irnos al dormir, los músculos de la garganta se relajan más y pueden bloquear parcialmente las vías respiratorias y vibrar por el paso del aire.

Se ronca más cuando dormimos boca arriba porque el efecto de la gravedad sobre la garganta hace que las vías se estrechen aún más.

El tejido extra en el cuello que pueden tener las personas con sobrepeso u obesas presiona las vías respiratorias y las estrecha. Del mismo modo, las embarazadas tienden a roncar porque aumentan de peso, se les hinchan los tejidos, se alteran sus niveles hormonales y el volumen de la tripa hace que se reduzca la capacidad pulmonar.

Los ronquidos pueden ser una señal de que tenemos un trastorno llamado apnea del sueño. Ocurre cuando las vías respiratorias se obstruyen hasta el punto de que dejamos de respirar mientras dormimos. Las personas con apnea del sueño dejan de respirar durante 10 segundos o más. Cuando se reanuda la respiración sueltan un soplido o jadeo y, sin darse cuenta, se despiertan. Puesto que este ciclo se repite toda la noche, no consiguen descansar correctamente.

Cuando los ronquidos no son una señal de algún problema médico, como la apnea del sueño, hay algunas pautas que se pueden seguir para evitarlos. Desde DosFarma señalan algunas claves sencillas para poner en práctica y así mejorar la calidad de nuestro sueño y del de quienes duermen con nosotros.

Amanda Dutruc, farmacéutica de la firma, subraya que «roncar es algo bastante frecuente entre los adultos y, en la mayoría de las ocasiones, queremos ponerle remedio porque molesta a las personas con las que compartimos cama. No obstante, es importante identificar si son una señal de que algo más ocurre, como la apnea del sueño. Si nos levantamos muy cansados, con dolor de cabeza y la boca seca, es aconsejable acudir al médico para que confirme que estamos bien».

El alcohol favorece la relajación de los músculos de la garganta, por lo que tiende a estrecharse y a vibrar más cuando entra el aire.

Los ronquidos empeoran al dormir boca arriba, por lo que es mejor evitar esa posición. Si preferimos dormir boca arriba, es útil elevar la cabeza unos 45 grados. Una forma sencilla de conseguirlo es usar más de una almohada.

Hay una gran variedad de productos que ayudan a liberar las vías respiratorias y favorecer el paso del aire. Se puede optar por espráis o tiras nasales que ayuden a reducir las vibraciones y, con ello, el ruido.

Seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio moderado con regularidad son claves para mantener un peso saludable.

El tabaco daña gravemente las vías respiratoria. Además, reseca las mucosas y las inflama, con lo que tiende a obstruir el paso del aire.

Es útil cuando los ronquidos se deben a la obstrucción de las vías respiratorias por un exceso de mucosidad. La sequedad del aire, tan típica del invierno y del uso continuo de las calefacciones en casa, irrita la garganta y dificulta la eliminación de la mucosa. Añadir humedad al ambiente facilitará la expulsión de la mucosidad y ayudará a inhalar mejor.