Cómo arreglar una cremallera rota o atascada

Las cremalleras se usan en multitud de prendas y accesorios de ropa, como mochilas, bolsos, pantalones o chaquetas. Son muy cómodas y útiles, pero también tienen el inconveniente de atascarse con facilidad. Si la cremallera ha dejado de funcionar correctamente porque se ha enganchado o se ha salido del cursor, puedes arreglarla con algunos trucos caseros sencillos y rápidos.

Si el problema es que la cremallera no cierra según la vas moviendo por la vía, porque observas que se va abriendo por detrás, se trata de que el agarre en los dientes se ha estropeado. Puede ocurrir en las zonas delicadas de bolsillos, cojines, faldas o vestidos por ser una tela que tiende a curvarse. En este caso la solución consiste en deslizar el cabezal hasta el final de la prenda y colocar unos alicates apretando hasta que el deslizador se ajuste perfectamente.

En otras ocasiones la cremallera se puede quedar pillada con la tela de la ropa al abrirla o cerrarla. Si permanece atascada, habrá que tirar del cabezal suavemente hacia atrás mientras haces fuerza hacia debajo de la tela enganchada. Hay que tener cuidado de no romper la tela en el proceso. Si se trata de una cremallera atascada por llevar mucho tiempo sin usar y no se mueve en ninguna dirección, necesitarás algún tipo de lubricación como la vaselina.

Cuando una de las partes de la cremallera se ha salido, necesitarás unas pinzas o alicates para agarrar el cabezal y abrir el lateral con un destornillador lo justo para que puedas meterlo de nuevo dentro de la guía. Una vez introducido, habrá que apretar el cabezal para que se ajuste correctamente y se deslice sin problema. Si lo que se ha salido es el cabezal, la solución más sencilla es la del truco del tenedor: coloca el cabezal en los dientes del tenedor y ve introduciendo la cremallera hasta encajarla a través del cursor.

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