Cómo aliviar las contracturas con cinco sencillos pasos
Puedes abordar los dolores musculares propios de un agarrotamiento con algunos sencillos pasos
la verdad
Murcia
Miércoles, 11 de mayo 2022, 21:06
Ya sea por una mala postura corporal, por sobreesfuerzo o por una tensión sostenida, es normal padecer dolores musculares causados por una contractura. Se debe al agarrotamiento del músculo o alguna de sus fibras y es una señal de alarma que se debe escuchar y atender para que no provoque problemas mayores. Cuando notes que te está sucediendo, estos son cinco pasos a seguir para abordar una contractura y aliviar los dolores:
1. Plantas medicinales. Muchas de ellas tienen propiedades antiinflamatorias, analgésicas, antiespasmódicas, tónicas y estimulantes. Se trata de la árnica, la milenrama o el romero, que se pueden aplicar por vía cutánea, empapando unas compresas con la infusión de la hierba y aplicarla cuando esté tibia en la zona inflamada entre 2 y 3 veces al día.
2. Estiramientos. Son recomendables para cada tensión muscular, por lo que seguir una rutina regular de estiramientos puede ayudar a combatirlas y mantener los tejidos flexibles. Pero hay que cuidar la ejecución y realizarlos de forma correcta, sin llegar a forzar ni sentir dolor. El objetivo es mantener activa la movilidad del cuerpo para detectar con facilidad cuando una zona se encuentra más tensa. Pero no hay que limitar los estiramentos a esa parte, sino hacerlos en todo el cuerpo.
3. Aplicar frío o calor. En función del momento y de los resultados, es más recomendable una u otra temperatura. Cuando detectas la contractura, aplicar calor servirá para actuar a nivel superficial sin llegar a traspasar la piel, mientras que el frío puede alcanzar capas más profundas, hasta la musculatura. Después, durante las primeras 48 horas, se recomienda el hielo en la zona molesta. En cambio, para aliviar inflamaciones de días atrás, es mejor el calor, bien con una bolsa de agua caliente, bien con una esterilla eléctrica.
4. Masaje. Es una de las fórmulas más recurrentes. Presionar sobre la contractura inhibe las terminaciones nerviosas causantes del dolor. Para ello, debes localizar con los dedos la zona de la molesta y presionar hasta sentir un dolor soportable. Mantén hasta que la molestia desaparezca.
5. Mantente activo. Como es habitual, la prevención es el primer paso. Mantener un estilo de vida saludable ayudará a evitar tensiones. Puedes conseguirlo a través de respiraciones profundas y disciplinas como el yoga y el pilates.
