Así pueden abrir los ladrones la puerta de tu casa para robar en menos de dos minutos
Un cerrajero de Murcia detalla las principales técnicas que utilizan los intrusos para colarse en las viviendas para atracar o quedarse dentro
La seguridad de tu casa cuando te vas de vacaciones de verano es, prácticamente, la única preocupación que existe en la mente de uno cuando pone rumbo a disfrutar. Es en esta época cuando resulta trascendental mantener protegido el hogar, porque los ladrones suelen aprovechar este momento del año para robar o, incluso, algunos individuos para okuparlo. Estos intrusos han ideado nuevas técnicas para entrar en los domicilios en menos de dos minutos y robar sin dejar rastro. Jesús Martínez, jefe de administración de la cerrajería Tecemur, cuenta los trucos más utilizados por los ladrones para colarse en casa.
Uno de los métodos que utilizan es el 'bumping'. «Solo necesitan una llave tallada que contenga esos agujeritos o puntos en toda la hendidura», apunta Jesús. Esta es fácilmente adquirible, ya sea en persona o por internet. «Cuando introducen esta llave, los ladrones golpean la misma con un destornillador para que salten los pines que se encuentran en el interior del cilindro. Al saltar los pines por el golpe, es como si el intruso introdujera la llave del propio inquilino», añade, por lo que en ese momento puede abrir y cerrar la puerta cuantas veces quiera. Puedes llegar a casa y no darte cuenta de que han entrado y salido.
Otra técnica es la de impresión. Consiste en crear un molde de la llave del inquilino para hacer una copia. Los ladrones pueden utilizar dos métodos: la opción más sencilla es «cubriendo una llave maestra de papel de aluminio o cera. Al girarla unas cuantas veces, esta adquiere la forma de la original», relata Jesús Martínez, momento en el que el ladrón puede pasar sin ni un rasguño en unos minutos. Otra forma es introduciendo una fina lámina de aluminio en la cerradura, cuando el dueño de la casa no esté, para que cuando entre y meta la llave moldee el aluminio. Tras un par de usos, el intruso recogerá la lámina, ya con el diseño formado, y creará una copia idéntica con la que entrar al domicilio sin dejar rastro.
También está la técnica de ganzúa. Estos casos se dan sobre todo en puertas acorazadas, las de aquellas viviendas, según Jesús, que se han construido en la época desde finales de los 90 y 2013. Indica que «las llaves tienen el sistema de doble pala, también conocido como de gorjas», esos 'dientes' que hacen que la llave parezca la de un castillo de película. Los ladrones utilizan una ganzúa llamada 'magic key'. Esta representa de forma similar una llave de gorja. El 'modus operandi' es muy sencillo, tal y como apunta el cerrajero: «Se introduce la ganzúa y, con un sensor, el intruso va girando hacia ambos lados hasta que este alambre se moldea para coger la forma de la llave del inquilino, de la que acaba teniendo una copia exacta. Algunos, los que cuentan con mayor habilidad, hacen este proceso en 30 segundos, por lo que en menos de un minuto pueden estar dentro de la vivienda sin mayor problema».
Estas son las técnicas más usadas por los ladrones para robar en viviendas. Sin dañar la puerta. Sin dejar rastro. Copiando tu propia llave en dos minutos. Así de sencillo. Así de peligroso. El jefe de administración de Tecemur, Jesús Martínez, también resalta la importancia del bombín en los robos que suelen tener lugar en la época de verano. Este puede estar de tres formas distintas, unas más seguras que otras.
Bombín al descubierto: se da sobre todo en puertas de trasteros, de casas de campo o huerta, cuando no está protegido por un escudo o embellecedor. Tal y como indica Jesús, «en este caso, para robar basta con levantar la manivela haciendo palanca con un destornillador y partirlo con una llave inglesa».
Bombín con escudo abierto o embellecedor: con este modelo, el bombín queda igualmente desprotegido. Jesús explica claramente las facilidades con las que cuentan los intrusos en esta situación: «El embellecedor no protege tu casa. Los ladrones pueden quitarlo taladrando en menos de un minuto y haciendo palanca. Ahí ya tienen el bombín al descubierto».
La opción más segura es la tercera, el escudo cerrado: con esto, el bombín queda oculto por completo y protegido. Hay distintos tipos, por precio y dureza, tal y como aclara Jesús: «hay escudos desde 40 euros hasta 150. La diferencia está en el peso, en la resistencia. Pueden ir desde los 200 gramos hasta el kilo. En el primer caso, un ladrón puede tardar en abrirlo 15 minutos con un taladro, con el otro van a tardar 6 horas, por lo que seguramente se cansen y busquen otro domicilio».
Si alguien quiere entrar en tu casa, no necesita mucho. Un destornillador, una llave tallada, papel de aluminio con cera y un destornillador son los utensilios que le bastan a los ladrones para acceder a tu vivienda en menos de dos minutos.
