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Paso de la Negación de San Pedro, de la Cofradía del Rollo, el Miércoles Santo. Arriba, cartel de Martes Santo. Ayto. Jumilla
Noche de silencio, cadenas, Vida y Esperanza en Jumilla

Noche de silencio, cadenas, Vida y Esperanza en Jumilla

La semana Santa Local mueestra estos días una personalidad inconfundible y única

Gustavo López

JUMILLA

Lunes, 14 de abril 2025, 23:21

Esta noche, Jumilla vuelve a vivir una de sus procesiones más singulares, intensas y conmovedoras: la Procesión de los Penitentes, que comenzará a las 0.00 en punto y se desarrolla durante la madrugada de Martes a Miércoles Santo. Una cita ineludible para quienes buscan emociones auténticas en el corazón de la Semana Santa murciana. Cuando caiga la noche, el casco antiguo de la ciudad se transformará en un escenario lleno de simbolismo, fe y tradición, donde la oscuridad se romperá con el crujir de las cadenas, el resplandor de las hogueras de sarmiento y el paso firme de los penitentes.

La procesión de los Penitentes es única en su género. No solo en Jumilla, sino en toda la Región de Murcia. A diferencia de otras noches de Semana Santa, en Martes Santo se respira un silencio sobrecogedor, roto únicamente por el arrastre de las cadenas de los penitentes descalzos que acompañan al Cristo de la Vida y a la Virgen de la Esperanza.

Las calles empedradas del casco antiguo, muchas de ellas tan estrechas que obligan a los anderos y anderas a medir cada movimiento, refuerzan esa atmósfera íntima y sobrecogedora. En cada rincón, los vecinos aguardan en silencio el paso de las imágenes. El olor a incienso, la tenue luz del fuego reflejada en las fachadas y la cercanía con los penitentes crean un ambiente difícil de olvidar.

Es una procesión de contrastes: austera pero profundamente emotiva, silenciosa pero cargada de mensajes. Es la noche de la penitencia, pero también de la Esperanza. Esta Virgen, portada solo por mujeres, cierra el cortejo, portando también el anhelo de quienes buscan consuelo, fe y nuevas oportunidades.

La procesión de Martes Santo es una muestra clara de cómo Jumilla ha sabido conservar sus raíces, dotando a su Semana Santa de una personalidad inconfundible y única. Declarada de Interés Turístico Internacional, esta celebración es mucho más que una tradición: es una manifestación viva de un pueblo que se une en torno a la fe, la identidad y el arte.

Esta noche, las cadenas volverán a sonar, pero no como símbolo de prisión, sino como anuncio de Vida y Esperanza.

175 aniversario de la procesión de Jesús Prendido

La seis veces centenaria Semana Santa de Jumilla celebra este año una fecha señalada para la Procesión de Jesús Prendido. Desde 1850, está procesión sale a las calles de la ciudad cada Miércoles Santo por la noche.

Esta procesión destaca por su profundo simbolismo y el gran valor artístico de sus pasos. Tras el Prendimiento, un drama sacro del siglo XIX, partirá el cortejo desde la Iglesia de El Salvador una vez pasadas las diez de la noche. Diez imágenes que representan a la perfección el barroco murciano encabezadas por La Samaritana pasarán por el Huerto de Getsemaní donde prenden a Jesús, antes de ser negado por San Pedro.

Las marchas procesionales propias, el bullicio del público y el paso pausado de los nazarenos y tronos, crean una atmósfera cargada de emoción y una manifestación de fe profundamente arraiga en Jumilla, que cada año logra emocionar tanto a quienes la viven desde dentro como a quienes la contemplan desde fuera.

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