Último cortejo para la Archicofradía del Resucitado de Lorca

Un penetrante olor a flores rebosaba este sábado en la antigua Colegiata de San Patricio. Ese aroma es el que han respirado los afortunados que han cruzado sus puertas para ser testigos de los preparativos del Domingo de Resurrección a cargo de la Archicofradía de Jesús Resucitado. Dentro del templo aguardaban un millar de azucenas, que eran colocadas en el trono de su titular, obra del escultor Roque López.

Finalizado en 1811, es conocido popularmente como 'El Palero', título que comparte con el de 'alcalde honorario' de Lorca desde el año 2002. A su lado esperaba la Virgen de la Encarnación, tallada en 1941 por el artista valenciano José Gerique Roig. Con ella, unas 600 flores variadas, entre las que se encuentran rosas y hortensias. A pesar del ajetreo, los archicofrades vivieron con emoción las horas previas a la resurrección de Jesucristo al tercer día de su crucifixión entre una lluvia de pétalos y vítores de alegría.

Un sentimiento que comparte especialmente Ignacio Domingo, comisario episcopal de la archicofradía, quien cuenta que «es innegable la felicidad de poder representar cada año este momento de nuestra historia».

Por la noche se celebró la vigilia pascual y el acto de la quema en la Plaza de España de un muñeco, que simboliza a Judas, el apóstol que traicionó a Jesús. A continuación tuvo lugar la procesión con la Virgen de la Encarnación por las calles del barrio de Santa María. La procesión saldrá a las 11.30 horas desde la antigua colegiata de San Patricio, y seguirá el tradicional recorrido por las calles del casco antiguo. Al finalizar se celebrará una misa en honor del Resucitado.

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