Las horas de trabajo que no se vieron

Azules y blancos comenzaron a trabajar en los preparativos de la procesión del Domingo de Ramos a primera hora con el montaje de enormes carrozas en la plaza del Óvalo, desde donde se incorporaron al caer la noche a la carrera principal de la avenida Juan Carlos I.

Las comisiones de las casas de los pasos también dispusieron cada detalle del vestuario de los personajes del cortejo religioso y bíblico para evitar las improvisaciones. Los encargados del maquillaje y caracterización de cientos de figurantes iniciaron su tarea por la mañana.

No faltaron el kohl para los ojos de faraones, reinas y esclavas egipcias, las pelucas y los abalorios en el pelo para el grupo de la reina de Saba. Los personajes comenzaron a vestirse cuando aún faltaban varias horas para el inicio de la procesión, pese a la incertidumbre de si el tiempo permitiría su lucimiento.

Decenas de caballos llegados desde prestigiosas cuadras de distintos puntos del país para enganches y caballerías fueron lavados y cepillados de forma minuciosa y enjaezados para su salida en la procesión.

• Temas
• Semana Santa de Lorca