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La Semana Santa de Lorca ha superado todas las expectativas con una rotación de más de 500.000 personas, 200.000 más que las previstas inicialmente. Lo dijo este lunes el alcalde, Fulgencio Gil, que la calificó de «extraordinaria» y aseguró que el impacto económico puede superar los 20 millones de euros.
Según Gil, la venta de tribunas ha sido total durante todos los días de procesión y la ocupación hotelera ha sido del 100%, incluyendo los días menos destacados. La hostelería también se da por satisfecha pese a que no alcanzó las cifras récord del año pasado por la mala previsión meteorológica del primer fin de semana.
En los siete puntos estratégicos de información turística habilitados por el Ayuntamiento fueron atendidas más de 12.000 personas. Procedían de las 50 provincias españolas, además de Ceuta y Melilla y el 12% fueron extranjeros, sobre todo franceses, ingleses, belgas, holandeses y alemanes.
El servicio de Emergencias municipal realizó 35 asistencias, con siete traslados al hospital Rafael Méndez por contusiones, caídas y mareos, y la Policía Local tramitó 50 denuncias administrativas frente a a las 80 del año pasado, la mayoría por conductas contrarias a las ordenanzas municipales. Destaca la detención de tres personas por conducir en estado de embriaguez, una de ellas implicada en un accidente, y otras dos con orden de búsqueda y captura.
La empresa municipal de Limpieza Limusa realizó 230 servicios extraordinarios con la retirada de 1,2 millones de kilos de residuos en contenedores y en la vía pública. El alcalde agradeció la «extraordinaria rapidez» en el desmontaje de tribunas y la retirada de la arena de la calzada en la carrera principal y en la secundaria y felicitó a las cofradías por la «excelencia y espectacularidad» de la Semana Santa.
Reconoció que «Lorca necesita bastantes más plazas hoteleras» para dar respuesta a la creciente demanda, y que este es un tema que «preocupa al gobierno municipal». Anunció que hay varios proyectos en marcha y confió en que «fructifiquen» para para «ampliar el parque de plazas hoteleras».
Gil no se mostró partidario de incrementar las dimensiones de la carrera con más tribunas. «No es factible», dijo, por el sobresfuerzo que supondría para las cofradías y para el trabajo que desarrollan los 350 caballos que participan en los desfiles. Consideró que «hay que potenciar los escenarios secundarios» para presenciar las procesiones, contemplar la incorporación de las caballerías desde el Óvalo y la zona del Huerto Ruano y la salida de imágenes de las iglesias.
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