Infecciones vaginales más comunes y cómo prevenirlas en verano
La doctora Paula Soriano, ginecóloga del Hospital Quirónsalud Murcia, nos explica por qué es importante prestar atención a la salud íntima en esta estación
Miércoles, 24 de julio 2024
El calor y el verano aumentan el riesgo de sufrir infecciones vaginales. Aun así, es posible minimizar esta probabilidad y mantener una salud vaginal óptima durante esta estación.
Los baños en la piscina o en la playa, el calor y la humedad de los bañadores hacen que la zona íntima esté más vulnerable que de costumbre y se produzcan molestias. La humedad, de hecho, facilita que los hongos crezcan y proliferen en un entorno rico en nutrientes. Esto altera el pH de la vagina y termina provocando una mayor cantidad de infecciones por hongos y por bacterias.
Hemos hablado con la ginecóloga Paula Soriano, del Hospital Quirónsalud Murcia, y nos ha brindado una visión completa de cómo el calor y las actividades estivales influyen en las infecciones vaginales.
¿Cuáles son las infecciones vaginales más comunes en la mujer?
Entre las infecciones vaginales más comunes en las mujeres pueden destacarse tres:
- Candidiasis vaginal. El hongo cándida es responsable de una infección que afecta a tres de cada cuatro mujeres en algún momento de su vida. No se considera una enfermedad de transmisión sexual, pero sí puede estar ligada a la actividad sexual regular por primera vez.
- Vaginosis bacteriana. Es el resultado de un desequilibrio en las bacterias de la vagina.
- Tricomoniasis. Se considera una infección de transmisión sexual o ITS causada por el protozoo Trichomonas vaginalis.
¿Cuáles son los síntomas de una infección vaginal?
Para detectar una infección vaginal a tiempo, hay algunas señales de alerta muy claras. Los síntomas más frecuentes que te pondrán sobre aviso son:
- Picazón o ardor en la zona vaginal.
- Flujo vaginal inusual (puede ser blanco y espeso, amarillo, verde o con mal olor).
- Dolor o malestar durante el coito.
- Sensación de ardor al orinar.
- Enrojecimiento e hinchazón de la vulva y la vagina.
Ante estos síntomas, es conveniente acudir al ginecólogo para realizar un diagnóstico y, si este resulta positivo, comenzar un tratamiento para erradicar el problema.
¿Qué diferencia hay entre las infecciones por hongos o por bacterias?
Aunque las infecciones causadas por hongos y las causadas por bacterias puedan parecer muy similares, hay grandes diferencias entre ellas, y también entre sus tratamientos. Por suerte, sus síntomas también difieren y esto facilita llevar a cabo un diagnóstico correcto.
En el caso de las infecciones por hongos (cándidas), podemos identificarlas por enrojecimiento vaginal. Asimismo, también se caracterizan por una picazón intensa, un flujo vaginal espeso y blanco y, a diferencia de otras, no provoca mal olor.
En cambio, las vaginosis bacterianas puede que no provoquen picazón y se caracterizan por un flujo vaginal grisáceo o blanco. Además, quienes padecen esta infección aprecian un fuerte olor a pescado que emana de la zona vaginal.
¿Por qué se producen las infecciones vaginales?
La doctora Soriano nos indica que existen una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de tener una infección vaginal y a los que hemos de prestar atención:
- Cambios hormonales, por ejemplo, los que se producen durante la menopausia, el embarazo o el consumo de píldoras anticonceptivas.
- Actividades sexuales de riesgo.
- Tratamiento de medicamentos y esteroides.
- Diabetes no controlada.
- Utilizar algunos productos de higiene íntima como lavados y desodorantes vaginales o baños de burbujas.
- Llevar puesta ropa húmeda o ajustada.
Además, en el caso de la tricomoniasis, hay que tener cuidado si se tienen relaciones sexuales con una persona infectada. Por su parte, en la vaginosis, otro factor de riesgo es tener relaciones sexuales sin protección.
¿Cuál es el tratamiento más adecuado para cada una de estas infecciones?
La ginecóloga del hospital Quirónsalud Murcia insiste en la diferenciación de los tratamientos según su origen. Así, en el caso de una candidiasis vaginal se suelen prescribir antifúngicos como clotrimazol, miconazol o fluconazol. Todos ellos están disponibles en cremas, óvulos vaginales o comprimidos.
Por su parte, para las vaginosis bacterianas se recetan antibióticos como metronidazol o clindamicina en forma de comprimidos o geles vaginales. Finalmente, en los casos de infección por tricomonas también se prescriben antibióticos como metronidazol o tinidazol, generalmente en dosis única.
¿Cómo se tratan las infecciones vaginales?
Tal y como nos ha indicado la doctora Soriano, el tratamiento específico depende del tipo de infección. Así, el tratamiento será distinto según el origen de la infección vaginal.
- Candidiasis vaginal. Antifúngicos tópicos o orales.
- Vaginosis bacteriana. Antibióticos orales o tópicos.
- Tricomoniasis. Antibióticos orales.
No basta solo con tener el tratamiento en casa, sino que es muy importante completarlo, aunque sientas mejoría antes de su finalización. Asimismo, se deben seguir cuidadosamente las indicaciones del médico.
¿Cuándo recurrir al ginecólogo si tengo una infección?
Debes consultar a un ginecólogo si:
- Es la primera vez que tienes síntomas de infección vaginal.
- Los síntomas no mejoran con el tratamiento de venta libre.
- Tienes episodios recurrentes de infecciones vaginales.
- Experimentas síntomas severos como dolor pélvico o fiebre.
- Estás embarazada y tienes síntomas de una infección vaginal.
¿Qué pasa si una infección vaginal no se trata correctamente?
Si no se trata correctamente, una infección vaginal puede llevar a diferentes complicaciones y llegar a convertirse en algo recurrente o crónico. De igual modo, puede provocar una mayor susceptibilidad a otras infecciones como son las ITS, entre otras.
Asimismo, la doctora Soriano insiste en que, si una mujer está embarazada, pueden aparecer problemas como alto riesgo de parto prematuro o bajo peso del bebé al nacer. Por otro lado, si la tricomoniasis o la vaginosis bacteriana no se tratan, la fertilidad puede verse afectada y puede aparecer una enfermedad inflamatoria pélvica.
Por todo ello, es crucial buscar un tratamiento adecuado y seguir las recomendaciones del profesional de la salud para evitar complicaciones.
¿Cómo influyen el calor y el verano en las infecciones vaginales?
El calor y el verano pueden influir en el desarrollo de infecciones vaginales debido a varios factores a los que habitualmente no se les presta demasiada atención. Los más importantes son:
Aumento de la humedad y la transpiración
El calor provoca sudoración, especialmente en la zona genital. Así se crea un ambiente húmedo que favorece el crecimiento de hongos y bacterias.
Uso de ropa ajustada y sintética
El uso de trajes de baño, ropa interior sintética y ropa ajustada puede aumentar la temperatura y la humedad en el área vaginal. «Esto promueve un entorno ideal para el desarrollo de infecciones, especialmente de candidiasis», explica la doctora Soriano.
Mayor frecuencia de actividades acuáticas
Pasar mucho tiempo en piscinas, playas y jacuzzis puede alterar el pH vaginal y eliminar bacterias protectoras. Este acto tan habitual puede facilitar la aparición tanto de vaginosis bacteriana como de candidiasis.
Duchas vaginales y productos de higiene
Durante el verano, algunas mujeres tienden a usar más duchas vaginales y productos perfumados para sentirse frescas. La consecuencia que pueden ignorar es que, lejos de ayudarles, estos gestos pueden hacer que se altere el equilibrio natural de la flora vaginal y aumentar el riesgo de infecciones.
Incremento en la actividad sexual
Las vacaciones y el tiempo libre en verano pueden llevar a un aumento de la actividad sexual. Además, si no se tiene una pareja estable y, especialmente, si no se utiliza protección, se incrementa considerablemente el riesgo de infecciones de transmisión sexual como la tricomoniasis y la vaginosis bacteriana.
Prevención de infecciones vaginales en verano
Ahora que ya sabes que en verano es más frecuente padecer infecciones vaginales y por qué, la doctora también nos ha ofrecido una serie de consejos para prevenirlas.
En primer lugar, debes mantener la zona genital fresca y seca. Esto quiere decir que es recomendable cambiarse la ropa húmeda lo antes posible, sobre todo tras nadar, bañarse o sudar. Así, evitarás que se altere el pH vaginal. De igual modo, conviene que la ropa interior sea de algodón y que evites la ropa ajustada, ya que es más fácil que acumule sudor y humedad.
Luego, presta atención a la higiene íntima, pero sin excesos. Debes limpiar la zona con agua y un jabón suave, sin fragancias. Después, sécala bien para que no se irrite. En este sentido, evita las duchas vaginales y practica sexo seguro (utiliza preservativo y mantén una buena higiene).
Otro de los aspectos que se deben cuidar es la hidratación y el consumo de alimentos que refuercen el sistema inmunológico. Además, nadie como tú conoce tu cuerpo, por lo que es importante que le prestes atención. Si notas alguna alteración en la zona íntima o reconoces algunos de los síntomas de las infecciones vaginales, debes acudir a tu médico. Él te prescribirá el tratamiento apropiado para recuperar la salud.
Finalmente, como consejos adicionales, recuerda que hay que acudir de forma regular al ginecólogo para mantener una salud vaginal óptima y recibir orientación adecuada.
Ante una infección vaginal actúa
Las infecciones vaginales pueden afectar significativamente la calidad de vida de las mujeres, pero con la información adecuada y la atención médica oportuna es posible manejarlas eficazmente. La doctora Paula Soriano, ginecóloga del hospital Quirónsalud Murcia, destaca la importancia de conocer los síntomas, seguir el tratamiento prescrito y adoptar medidas preventivas, especialmente durante el verano.
Ante la sospecha de una infección vaginal, no ignores los signos y los síntomas y evita que el problema adquiera una mayor gravedad acudiendo a tu centro Quirónsalud más cercano en Murcia,
Solicita más información en Quirónsalud Murcia acerca de las infecciones vaginales.
