Radiografía del enorme descalabro del Real Murcia
El equipo de Goiria y Etxeberria, perdido y con carencias, pasa de candidato a subir a ser el colista del grupo tras ocho jornadas
Tras ocho jornadas, el Real Murcia es colista del grupo 2 con 6 puntos de 24 posibles, dos por debajo del Villarreal B, que ... es el primero que está fuera del descenso. También está a siete del Nàstic de Tarragona, el último de los equipos que jugaría 'playoff' a día de hoy. Y eso que el conjunto grana se ha enfrentado a cinco de los siete peores clasificados en estas jornadas y de todos ellos solo fue capaz de ganar al modesto Torremolinos.
Unos guarismos que contrastan con los de hace un año cuando tras las mismas ocho jornadas los granas eran líderes con 15 puntos, uno más que el Hércules y Alcoyano, sus perseguidores. Todas las alarmas están encendidas en el Enrique Roca con un equipo que tocó fondo el pasado domingo y que tuvo que soportar los reproches de una afición que ha estallado y que esperaba que su equipo estuviera en lo más alto de la tabla y no hundido en lo más profundo de la clasificación.
-
1
Un objetivo exigente con un fútbol ofensivo que enamore a los fieles granas, una quimera en la Primera Federación
Uno de los principales enemigos que ha tenido el segundo proyecto de Asier Goiria en Murcia ha sido el objetivo marcado y las expectativas creadas antes de empezar. A diferencia del pasado curso en el que la mesura fue la nota predominante, sobre todo por la obsesión de Fran Fernández con que no se utilizara el término 'ascenso' por ninguno de los componentes de la plantilla, cuerpo y secretaría técnica, desde el fichaje de Joseba Etxeberria el pasado verano se marcaron como meta el ascenso directo. Y además haciendo un fútbol ofensivo que iba a enamorar a los aficionados granas en contraposición con lo sucedido un año antes, cuando a pesar de que el Murcia fue casi siempre en cabeza y jugó un 'playoff', su juego no fue vistoso. De hecho, el extécnico grana fue despedido pese a tener contrato en vigor por, supuestamente, carecer de la ambición necesaria para llevar al Murcia.
-
2
Plantilla con poco hormigón, agujeros en defensa, en los extremos y muchos cromos repetidos
Viendo la trayectoria del Real Murcia en las ocho primeras jornadas de liga, queda patente la descompensación de la plantilla en muchas de las posiciones. El equipo grana apenas cuenta con extremos, una flaqueza más aguda si cabe tras las lesiones de Bustos y Zeka por no contar con futbolistas sub-23 que, como en otros equipos, suplan estas adversidades. El conjunto grana, desde comienzos de la temporada, ha carecido de desborde y explosividad, lo que ha convertido su ataque en muy previsible.
Además, el plantel grana tiene una gran carencia en el centro del campo, ya que no dispone de ningún pivote ofensivo que tenga una misión destructora y por el contrario cuenta con demasiados centrocampistas ofensivos de un perfil similar, como Moyita, Isi Gómez, Juan Carlos Real y Palmberg, acostumbrados a tener el balón pero no a pelear por recuperar la posesión y abortar ataques del rival. Goiria intentó renovar a Iriarte, pero tras no conseguirlo se conformó con Antonio David, un centrocampista mixto, pero sub-23.
-
3
Un cambio de esquema que no le ha sentado bien a un equipo desnortado y sin idea de juego
Joseba Etxeberria decidió cambiar el modelo de juego por el que apostó a principio de temporada. Arrancó la campaña jugando con un 4-2-3-1, con dos pivotes ofensivos y una línea de tres atacantes (Bustos, Ekain y Pedro Benito) por detrás de Flakus. Los granas se mostraron creativos en ataque, pero no lograban materializar la gran mayoría de ocasiones que creaban. La falta de puntería en las cuatro primeras jornadas fue el principal problema, aunque el equipo grana también mostró carencias atrás. Pero el técnico vasco, tras el empate ante el Villarreal B y pese a que el Real Murcia parecía tener un estilo de juego definido, decidió cambiar de sistema. Rehuyó situar al canterano Héctor o a Andrés López junto a Alberto González en el centro de la zaga para mantener un dibujo con dos centrales, y pasó a defensa de tres metiendo atrás al joven Sekou, llegado a última hora, y a Jorge Mier.
Con el nuevo esquema, el equipo grana ha ido de mal en peor. Ha perdido presencia en ataque jugando con Cristo Romero y David Vicente de carrileros, futbolistas que apenas consiguen colgar balones al área. Con el 5-3-2, el Real Murcia ha firmado los tres peores partidos de la temporada, en Algeciras, Tarazona y en casa ante el Ibiza. El centro del campo ha estado perdido desde entonces, sin rumbo, desnortado y mostrándose excesivamente blando.
-
4
Cambios de posición insólitos, suplencias sorpresa y estrellas a un bajo nivel competitivo
El entrenador del Real Murcia ha tomado decisiones que en muchos casos no se han entendido. Una de ellas, sentar a Gazzaniga en el banquillo después de la cuarta jornada, a pesar de que el meta de origen argentino había dado la talla en la mayoría de encuentros, a pesar de su fallo en el estreno ante el Marbella. Piñeiro, su sucesor, demostró que todavía no está hecho y Etxeberria se vio obligado a devolver la titularidad al ex del Ferrol.
El cambio de sistema, además, afectó a Pedro Benito, un futbolista de los más regulares en la plantilla grana desde que arrancó la campaña. Juan Carlos Real también ha cambiado de posición en varias ocasiones mientras que otros futbolistas de gran rendimiento como David Vicente se fueron al banquillo en algún momento pese a ser de los mejores del plantel. Otros futbolistas de alto nivel como Flakus, Moyita o Ekain están claramente por debajo de su nivel, mientras que el caso de Pedro León es llamativo: el muleño está jugando habitualmente fuera de su posición natural, como cuando lo hizo de extremo izquierdo o por dentro, como ante el Ibiza, donde sus cualidades de buen centrador estuvieron desaprovechadas.
Noticias relacionadas
La continuidad o no de Etxeberria en el Real Murcia, el primer paso
-
5
Paso prohibido a la cantera cuando llegaron las lesiones de los centrales y los extremos
Asier Goiria y Etxeberria apostaron por una plantilla corta para, en caso necesario, tirar de los futbolistas de la cantera. Pero la realidad ha sido otra: cuando llegaron las lesiones, los canteranos que habitualmente trabajan con el primer equipo han tenido escaso protagonismo. Cuando llegó la hora de Héctor por las lesiones de Jaso y Saveljich, Etxeberria prefirió cambiar de sistema y prescindir del central, igual que tampoco le dio minutos a Sarabia cuando se cayeron los extremos. Las lesiones dejaron al descubierto las carencias de una plantilla sin futbolista sub-23 de alto nivel competititvo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión